Cuando la basura política aflora
Las viudas del poder, los rechazados y los resentidos de fin de ciclo son los que por estos días sacuden la alfombra y dejan escapar la basura política. El caso Marianela Mirra es un emblema de cómo los funcionarios manejan el dinero público a su antojo, sin rendición de cuentas y en las narices de una sociedad cuyos resortes de control prefieren hacer la vista gorda a lidiar con el oscuro caudal de dinero que se distribuye entre amigos, conocidos, “compromisos” o silencios políticos rentados. Los contratos y los nombramientos son la contraprestación a favores diversos. Pasa en el en el Poder Judicial, en la Legislatura , en la Casa de Gobierno, en la UNT, en los entes autárticos y hasta en los gremios. Mirra paga las consecuencias de una interna política que la encontró en el medio del ring. “Male” promete no ser la única en salir del cuadrilátero con magullones. Hasta aquí, logró que el silencio en la Cámara respecto de quién la nombró fortalezca la hipótesis de que el pedido surgió del Poder Ejecutivo y lo parió la Presidencia legislativa. En la Cámara cruzan los dedos para que no estalle la bomba: los contratos como los de Mirra corren por cientos y sustentan un sistema bien aceitado de ñoquis que ni siquiera el 29 pasan por su trabajo.

En la Universidad Nacional de Tucumán también se pagan favores con contratos y con nombramientos. Como hace cuatro años, ahora se barre desde abajo de la alfombra hacia afuera para que vean la luz los residuos que complican a hombres públicos: se amenaza con videos obscenos, se exhiben papeles de administraciones ineficaces y se azuzan expedientes judiciales. Nunca jamás hubo tanta política carroñera junta como en la casa donde se forman futuros profesionales: en los años electorales se evangeliza con corrupción.

También en la Justicia federal florecen novedades: el camarista Ricardo Sanjuán cumple años y al soplar las velitas anunciaría su retiro. Y su ingreso al mundo político. Y comenzará la danza y las negociaciones para que su reemplazante sea alguien afín al oficialismo y para que el presunto ex juez ocupe un lugar en alguna lista, de algún puesto interesante. “No va a dejar el juzgado por un cargo menor”, avisó un cercano suyo.

Encuestas, duplas y globos de ensayo

Manzur vuelve. Ya casi nadie duda que en un plazo no mayor a dos meses el actual ministro de Salud de la Nación ya no será vicegobernador en uso de licencia. ¿Su retorno será con más pena o con más gloria? Dicen que para Alperovich continúa siendo número puesto, pero que las definitorias cifras de las encuestas no lo favorecen. Según una que recibió el frente opositor tucumano, de las posibles duplas de candidatos oficialistas, la que integra Manzur es la que peor resultados obtendría. “¿A qué fórmula a gobernador y vice votaría si tuviera que elegir entre Cano-Carbonell y Rojkés-Manzur (la encuesta está así planteada, pero la dupla debería ser Manzur-Rojkés, ya que el ministro no puede ser reelecto vicegobernador)?”, se preguntó entre el 22 y el 25 de abril a 600 tucumanos. Un 34,67% respondió que votaría a la primera fórmula y un 26,83% que optaría por la segunda. Lo curioso es que esa es la dupla oficialista que menos votos obtendría. La que más se acercaría a Cano es la de Rojkés-Jaldo (32,83%) y en el medio se ubica la de Rojkés-Amaya (31,83%). En la medición, el canismo también testeó la fórmula Cano-Díaz Lozano, que obtuvo resultados similares ante iguales posibles contrincantes, aunque con un promedio de un punto porcentual por encima de lo que se obtendría con Carbonell de compañero. En esos números se apoya Jaldo para insistir en que Betty y él son la mejor opción del oficialismo. Pero la vieja guardia legislativa (Ruiz Olivares, Alvarez y Terán la encabezan) persiste con su operativo “Manzur”. Su plan B es José López (pese al condicionamiento constitucional). Lo que no quieren es perder el manejo de la acaudalada Cámara.

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