Agoniza el motociclista arrollado por un camión

Agoniza el motociclista arrollado por un camión

El pronóstico del chofer es reservado. El camionero prestó declaración en Tribunales.

GRAVE. Los familiares de la víctima están afligidos por su estado de salud. la gaceta / foto de diego aráoz GRAVE. Los familiares de la víctima están afligidos por su estado de salud. la gaceta / foto de diego aráoz
13 Mayo 2014
El pronóstico es reservado. Los médicos que atendieron a René Higinio Núñez, el motociclista que fue arrollado el domingo a la mañana por un camión, lograron salvarle una de sus piernas pero su vida seguía anoche en riesgo y el último parte que recibieron sus familiares, según dijeron, era desalentador.

La víctima permanece internada en la sala de cuidados intensivos del hospital Centro de Salud y sus familiares contaron parte de lo que Núñez recuerda del trágico choque en el que falleció Pablo Javier Cáceres, un joven de 28 años que conducía un VW Bora cuando ocurrió el accidente. “Dice que, al llegar a Wenceslao Posse (la avenida en la que sucedió el choque), el camión lo sorprendió. La moto quedó agarrada en el camión y los llevaba a los dos. Él nunca perdió la conciencia, por eso decidió soltarse de la moto para tirarse al suelo”, explicó Ariel Nuñez, un sobrino del accidentado.

El informe oficial indica que Núñez fue arrastrado por el camión unas cinco cuadras. Hasta que, al llegar a la rotonda Manuel Belgrano, la motocicleta chocó contra el cordón y subió a la plazoleta. Según los testigos del choque, estaba trabada en las ruedas traseras del vehículo que conducía el camionero Mario Rubén Camargo, de 52 años. En ese momento, al parecer, la fuerza del impacto provocó que la motocicleta se desprendiera del tren trasero del camión Scania, que circulaba sin acoplado cuando sucedió el accidente. “Nos dijo que si él no se soltaba de la moto, habría quedado atrapado entre las ruedas”, agregó el sobrino de la víctima, que además se quejó de la atención que recibió su tío en el hospital.

Tras el accidente, el chofer del camión -siempre según la versión de los testigos- intentó escapar del lugar del hecho. Sin embargo los vecinos que se habían acercado hasta la rotonda le impidieron la huida. Anoche, los escombros de los bancos y parte de una estatua que se había colocado en la plazoleta en memoria del prócer que habían sido arrasados por el camión, permanecían todavía en el lugar del choque.

Fuentes tribunalicias señalaron que Camargo prestó declaración ayer por la tarde en la Fiscalía de Instrucción de la IX° Nominación, a cargo de María de las Mercedes Carrizo, pero no trascendió cuál fue el resultado de la indagatoria. En principio la fiscala había dispuesto la aprehensión del camionero, al que le imputó el delito de homicidio culposo.

Por otra parte, trascendió que la situación del acusado podría llegar a complicarse si se comprueba en el dosaje de sangre que estaba alcoholizado en el momento del accidente. Según los testigos, Camargo tenía un fuerte olor a alcohol cuando bajó del camión.

Lucas Mariano Jiménez, acusado de atropellar a ocho personas, una de las cuales murió, recuperó la libertad. El joven de 23 años salió del penal de Villa Urquiza hace dos semanas, según informó su abogado Bernardo Torti. Jiménez cumplía con una orden de prisión preventiva desde octubre del año pasado. La medida había sido solicitada por el fiscal Guillermo Herrera, quien lo imputó por el delito de homicidio simple con dolo eventual, y dictaminada por el Juzgado de Instrucción de la II° Nominación. Pero, antes del último fin de semana largo, la Cámara de Apelaciones autorizó su libertad.

El hecho por el que está acusado el joven ocurrió la madrugada del 24 de septiembre del año pasado. Jiménez conducía un Chevrolet Aveo por avenida Kirchner al 1.500 cuando embistió a ocho jóvenes que regresaban caminando de un recital de “La Mona” Jiménez. Una de las víctimas, Nancy Ramírez de 23 años, murió en el acto, mientras que los demás fueron hospitalizados. Camila Ocaranza fue la de mayor gravedad. La adolescente de 14 años estuvo un largo tiempo en terapia intensiva y quedó con serias secuelas. “Le hicieron un implante craneano con una placa de titanio, no puede caminar ni ir a la escuela, tiene dislexia y no se ubica en tiempo y espacio”, señaló el abogado querellante, Gustavo Carlino. En ese sentido, adelantó que solicitará el requerimiento de elevación a juicio de la causa.

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