13 Mayo 2014
El programa es corto y no hay tiempo para dar vueltas. Entonces Sebastián Wainraich no espera y arremete contra la humanidad indefensa de Sebastián Estevanez, su invitado de la noche. “¿Es cierto que mantuviste relaciones sexuales en un estudio de televisión?”, inquiere, a modo de recibimiento. Será la primera pregunta de una charla con más componentes lúdicos que periodísticos. Porque ver “El mundo desde abajo” -el ciclo que Wainraich conduce por el canal de cable TBS very funny- está más cerca de asistir a un juego que de simplemente consumir un producto televisivo. Y a eso tal vez se refiera el conductor cuando responde qué es lo que más disfruta de su primer programa de cable: “hacerlo”.
Monólogos humorísticos, entrevistas con famosos de distintas disciplinas, y un ida y vuelta constante entre Wainraich y su co-equiper, Julieta Pink, son los pilares del ciclo, que a fines de abril arrancó su segunda temporada. Marcela Kloosterboer, Juan Ignacio Chela, Vicentico y Diego Ramos son algunos de los entrevistados de este nuevo envío, cuyos 10 capítulos ya fueron grabados, contó el conductor a LA GACETA.
- ¿Cómo analizás la nueva temporada del programa?
- Me gusta como quedó. Soy muy crítico con mi trabajo, sobre todo cuando se trata de televisión, cuando tengo que mirarme. No está bueno mirarse, pero lo vi editado y me parece que está bien, que está hecho con profesionalismo, amor y honestidad, tres cosas que me gusta tener cuando encaro un trabajo. Si me preguntás de aquí a futuro qué le cambiaría, te diría que varias cosas, pero para arrancar me parece que está muy bien.
- ¿Hay diferencias con el primer año?
- No demasiadas porque grabamos todo junto. Eso no va contra el producto, sino todo lo contrario: son 20 capítulos en total, 10 de cada temporada. Al no ser tan largas las temporadas, no son tantas la diferencias. Disfruté mucho de pensar y hacer “El mundo desde abajo”. Me gustaba la rutina de ir, grabar, pensar los contenidos. Me gustó estar fuera de la locura de la televisión en general, en un contexto mucho más benévolo.
- ¿Algún entrevistado te sorprendió?
- Tuvimos a Ricardo Darín y a Enrique Pinti, que siempre funcionan. Y me sorprendió gratamente Estevanez. No lo conocía y la entrevista resultó buenísima. Se dio muy natural, fue muy graciosa, lo vi muy entregado a la nota. A casi todos los entrevistados los conozco de algún lugar, pero tengo distinta relación, de unos sé más que de otros. A veces es mejor cuando no los conocés tanto, como en el caso de Estevanez. Cuando se enciende la cámara no importa tanto eso.
- ¿Cómo preparás tus entrevistas?
- En este caso, si bien es un ejercicio periodístico, hay que encontrarle la vuelta al humor. Entonces pensamos cuatro o cinco preguntas puntuales y, a partir de eso, una situación más visual que pueda suceder. Y también debo estar atento a la repregunta, a lo que me diga el entrevistado.
- ¿En qué se diferencia este ciclo de tus experiencias televisivas anteriores?
- La principal es que es por cable y entonces está más alejado del conflicto del rating. Eso lo hace más relajado. Y luego hay muchas diferencias de contenido. En televisión fui notero y después fui el autor de Kitsch, un micro en “Indomables”. En “Televisión Registrada” y “La Biblia y el calefón” fui conductor. Bueno, “El mundo desde abajo” es una mezcla de los dos, porque soy conductor pero también está mi sello.
- Una encuesta oficial reciente reveló que los argentinos dedican casi tres horas por día a ver televisión, ¿qué opinás de eso?
- A veces la televisión está demonizada, se dice que es un espanto, un horror. Y si bien tiene cosas malísimas, también hay productos buenos. Hay que ver para qué se usa la TV en esas tres horas: si la usás como una cuestión adictiva, es peligroso. Pero si la usás para entretenerte, para que te sirva y te haga feliz, bienvenida sea.
- ¿Y vos qué ves? ¿Qué te parece bueno?
- Yo veo poco actualmente, por una cuestión de tiempo, de trabajo, de hijos... Veo partidos de fútbol y después hago un gran zapping general, no soy fanático de ningún programa. “Guapas” me parece bueno, pero no lo sigo todas las noches porque no puedo.
- ¿Qué proyectos televisivos tenés próximamente?
- Seguir con “El mundo desde abajo”, pero ir un paso más. Incorporar nuevas secciones, más contenidos. Y hay que analizar si seguimos en el cable, según cómo estén las condiciones para pasar al aire. Veremos.
CUÁNDO Y DÓNDE VERLO
• Todos los sábados a la medianoche, en el canal de cable TBS very funny.
Monólogos humorísticos, entrevistas con famosos de distintas disciplinas, y un ida y vuelta constante entre Wainraich y su co-equiper, Julieta Pink, son los pilares del ciclo, que a fines de abril arrancó su segunda temporada. Marcela Kloosterboer, Juan Ignacio Chela, Vicentico y Diego Ramos son algunos de los entrevistados de este nuevo envío, cuyos 10 capítulos ya fueron grabados, contó el conductor a LA GACETA.
- ¿Cómo analizás la nueva temporada del programa?
- Me gusta como quedó. Soy muy crítico con mi trabajo, sobre todo cuando se trata de televisión, cuando tengo que mirarme. No está bueno mirarse, pero lo vi editado y me parece que está bien, que está hecho con profesionalismo, amor y honestidad, tres cosas que me gusta tener cuando encaro un trabajo. Si me preguntás de aquí a futuro qué le cambiaría, te diría que varias cosas, pero para arrancar me parece que está muy bien.
- ¿Hay diferencias con el primer año?
- No demasiadas porque grabamos todo junto. Eso no va contra el producto, sino todo lo contrario: son 20 capítulos en total, 10 de cada temporada. Al no ser tan largas las temporadas, no son tantas la diferencias. Disfruté mucho de pensar y hacer “El mundo desde abajo”. Me gustaba la rutina de ir, grabar, pensar los contenidos. Me gustó estar fuera de la locura de la televisión en general, en un contexto mucho más benévolo.
- ¿Algún entrevistado te sorprendió?
- Tuvimos a Ricardo Darín y a Enrique Pinti, que siempre funcionan. Y me sorprendió gratamente Estevanez. No lo conocía y la entrevista resultó buenísima. Se dio muy natural, fue muy graciosa, lo vi muy entregado a la nota. A casi todos los entrevistados los conozco de algún lugar, pero tengo distinta relación, de unos sé más que de otros. A veces es mejor cuando no los conocés tanto, como en el caso de Estevanez. Cuando se enciende la cámara no importa tanto eso.
- ¿Cómo preparás tus entrevistas?
- En este caso, si bien es un ejercicio periodístico, hay que encontrarle la vuelta al humor. Entonces pensamos cuatro o cinco preguntas puntuales y, a partir de eso, una situación más visual que pueda suceder. Y también debo estar atento a la repregunta, a lo que me diga el entrevistado.
- ¿En qué se diferencia este ciclo de tus experiencias televisivas anteriores?
- La principal es que es por cable y entonces está más alejado del conflicto del rating. Eso lo hace más relajado. Y luego hay muchas diferencias de contenido. En televisión fui notero y después fui el autor de Kitsch, un micro en “Indomables”. En “Televisión Registrada” y “La Biblia y el calefón” fui conductor. Bueno, “El mundo desde abajo” es una mezcla de los dos, porque soy conductor pero también está mi sello.
- Una encuesta oficial reciente reveló que los argentinos dedican casi tres horas por día a ver televisión, ¿qué opinás de eso?
- A veces la televisión está demonizada, se dice que es un espanto, un horror. Y si bien tiene cosas malísimas, también hay productos buenos. Hay que ver para qué se usa la TV en esas tres horas: si la usás como una cuestión adictiva, es peligroso. Pero si la usás para entretenerte, para que te sirva y te haga feliz, bienvenida sea.
- ¿Y vos qué ves? ¿Qué te parece bueno?
- Yo veo poco actualmente, por una cuestión de tiempo, de trabajo, de hijos... Veo partidos de fútbol y después hago un gran zapping general, no soy fanático de ningún programa. “Guapas” me parece bueno, pero no lo sigo todas las noches porque no puedo.
- ¿Qué proyectos televisivos tenés próximamente?
- Seguir con “El mundo desde abajo”, pero ir un paso más. Incorporar nuevas secciones, más contenidos. Y hay que analizar si seguimos en el cable, según cómo estén las condiciones para pasar al aire. Veremos.
CUÁNDO Y DÓNDE VERLO
• Todos los sábados a la medianoche, en el canal de cable TBS very funny.
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