12 Mayo 2014
RECUENTO DE VOTOS. Encargados de las mesas para sufragar, se disponen al conteo al cierre del acto electoral reuters
KIEV.- Casi un 90% de los votantes en el controvertido referéndum de activistas prorrusos celebrado ayer en la región de Donetsk se manifestó por escindirse de Ucrania. Solamente el 10,1% se pronunció en contra de la independencia, tuiteó anoche Radio Svoboda. En tanto, el Frente Popular de Lugansk, la otra provincia ucraniana que realizó un referendo autonómico, reveló que sólo el 5% de los votos fueron en contra de la independencia de Ucrania.
Sin fiscalización y acosados por el Ejército, que intenta retomar el control de la región, el jefe del comité central electoral de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Roman Lyagin, anunció que la autonomía de la provincia había sido aprobada por un 89,7% de los votos.
En tanto, Ucrania acusó ayer al Gobierno ruso de “inspirar, organizar y financiar” el referendo autonomista, aunque aseguró que la integridad del país no está en riesgo. “Los instigadores del referendo fueron grupos terroristas equipados y entrenados según los estándares rusos”, denunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania.
Además, Kiev dejó claro que el resultado de la votación en Donetsk y Lugansk no influirá en la unidad territorial del país.
Moscú y los autonomistas pro rusos del Este de Ucrania desmintieron cualquier injerencia del Kremlin en la zona.
Por su parte, el Ministerio de Justicia ucraniano amenazó con la persecución judicial contra los organizadores de la consulta.
Instituciones propias
Antes del cierre de las urnas, un líder separatista dijo que la región formaría sus propios órganos estatales y fuerzas militares después del referéndum, formalizando una división que comenzó con tomas armadas de edificios en abril. Otro advirtió que la votación no cambiaría el estatus de la región, pero que demostraría que el Este deseaba decidir su propio destino, ya sea en Ucrania, como nación independiente, o dentro de Rusia.
Una atmósfera casi festiva en los improvisados centros de votación en algunas partes contradecía las consecuencias potencialmente graves del acto eleccionario. En otros lugares se produjeron enfrentamientos entre separatistas y tropas a causa de papeletas y el control de una torre de televisión.
En la ciudad portuaria de Mariupol, escenario de combates en los últimos días, funcionarios dijeron que había sólo ocho centros de votación para medio millón de personas. En la zona vecina de Lugansk habitantes de una localidad impidieron el avance de la Guardia Nacional, al bloquear la calle formando una barrera humana.
En un operativo militar en la ciudad de Krasnoarmejsk, una persona murió y otra resultó herida, según medios rusos. (DPA)
Sin fiscalización y acosados por el Ejército, que intenta retomar el control de la región, el jefe del comité central electoral de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Roman Lyagin, anunció que la autonomía de la provincia había sido aprobada por un 89,7% de los votos.
En tanto, Ucrania acusó ayer al Gobierno ruso de “inspirar, organizar y financiar” el referendo autonomista, aunque aseguró que la integridad del país no está en riesgo. “Los instigadores del referendo fueron grupos terroristas equipados y entrenados según los estándares rusos”, denunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania.
Además, Kiev dejó claro que el resultado de la votación en Donetsk y Lugansk no influirá en la unidad territorial del país.
Moscú y los autonomistas pro rusos del Este de Ucrania desmintieron cualquier injerencia del Kremlin en la zona.
Por su parte, el Ministerio de Justicia ucraniano amenazó con la persecución judicial contra los organizadores de la consulta.
Instituciones propias
Antes del cierre de las urnas, un líder separatista dijo que la región formaría sus propios órganos estatales y fuerzas militares después del referéndum, formalizando una división que comenzó con tomas armadas de edificios en abril. Otro advirtió que la votación no cambiaría el estatus de la región, pero que demostraría que el Este deseaba decidir su propio destino, ya sea en Ucrania, como nación independiente, o dentro de Rusia.
Una atmósfera casi festiva en los improvisados centros de votación en algunas partes contradecía las consecuencias potencialmente graves del acto eleccionario. En otros lugares se produjeron enfrentamientos entre separatistas y tropas a causa de papeletas y el control de una torre de televisión.
En la ciudad portuaria de Mariupol, escenario de combates en los últimos días, funcionarios dijeron que había sólo ocho centros de votación para medio millón de personas. En la zona vecina de Lugansk habitantes de una localidad impidieron el avance de la Guardia Nacional, al bloquear la calle formando una barrera humana.
En un operativo militar en la ciudad de Krasnoarmejsk, una persona murió y otra resultó herida, según medios rusos. (DPA)
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