Conchita Wurst, la cantante barbuda que rompió el molde

Conchita Wurst, la cantante barbuda que rompió el molde

Su éxito en el festival Eurovision impactó en Austria. “Es una victoria sobre la discriminación”.

EN LA CIMA. Conchita se impuso con la balada “Elévate como un fénix”. reuters EN LA CIMA. Conchita se impuso con la balada “Elévate como un fénix”. reuters
12 Mayo 2014
Drag queen. Mujer barbuda. Icono del travestismo. Fenómeno pop. Llueven los rótulos sobre Conchita Wurst, la estrella del momento en el espectáculo europeo gracias a su victoria en el festival Eurovision. Austria, su país, la recibió como una reina tras la histórica consagración en Dinamarca. Los fans coparon las calles con banderas, mezclando la albirroja nacional con la del arco iris. Arrojaron confeti y muchos se pintaron una barba similar a la de la estrella.

“Esta fue una victoria transnacional sobre la discriminación”, declaró Conchita ante 500 reporteros internacionales. “Ansío un futuro sin exclusión y discriminación -añadió-. Además, esto es una señal para algunos políticos que todos conocemos”. Le preguntaron si se refería al presidente ruso, Vladimir Putin, de conocidas posturas homofóbicas. “Entre otros”, sentenció.

Conchita se impuso interpretando la balada “Rise like a phoenix” (“Elévate como un fénix”). Así le otorgó a Austria su segundo éxito en los 48 años que lleva Eurovisión, el más famoso de los festivales de la canción del continente.

Claro que Conchita no es una improvisada en el mundo de los medios. Nacida Thomas Neuwirth en 1988, había integrado un grupo pop de jóvenes -del estilo Backstrett Boys- llamado Anders Jetzt! Mientras tanto estudiaba Moda, hasta obtener el título de diseñadora en 2011. Ese año nació el personaje de Conchita Wurst (Wurst significa salchicha en alemán), con el que participó en un concurso de talentos.

El año pasado Wurst formó parte de dos realitys de TV: “Los trabajos más duros de Austria” y “Wild Girls”, en el que un grupo de candidatas debió sobrevivir en los desiertos de Namibia junto con las tribus nativas.

La participación de Conchita en Eurovisión levantó polvareda. Pronto nació una página en Facebook llamada “Anti Wurst”, con miles de seguidores, y en países como Bielorrusia y Rusia se pidió que no se emitiera el festival porque se había convertido en un semillero de sodomía.

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