10 Mayo 2014
COMPARACIÓN. Ottavis (derecha) opinó que el país no está enfermo.
BUENOS AIRES.- El documento que emitió hoy la Conferencia Episcopal Argentina alertando sobre el aumento de violencia que hay en el país provocó reacciones de parte del oficialismo, que rechazó las críticas.
"Creemos, y estamos contentos, que es una Argentina que no está enferma. Seguramente es una Argentina que puede estar mucho mejor o que le pueden faltar algunas cosas para que tenga una salud completa, como le puede pasar a cualquier país que está avanzando", dijo José Ottavis, dirigente de La Cámpora, respondiendo a la afirmación del documento de la iglesia. "Pero creemos que una Argentina enferma de violencia sí vivimos en el 55, y la Plaza de Mayo fue un testigo fundamental, sí la vivimos en el 76, y nuestro pueblo lamentablemente fue testigo fundamental, sí vivimos en el 89 y también lo vivimos en el 2001, en la Plaza de Mayo", enumeró Ottavis.
Luis D'Elía también optó por comparar la situación actual con momento más difíciles del país. "Menem, De la Rúa, etc, dejaron 8.000.000 de desocupados y 185 mil fábricas cerradas, la Iglesia Católica y Quarracino bendijeron todos sus actos". La embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, remarcó: "No recuerdo un pronunciamiento del episcopado en la época de la dictadura ni en la época del auge neoliberal, ni en la crisis del 2001".
La oposición, en cambio, optó por apoyar el texto. "Comparto totalmente lo que dice la Iglesia. A veces, el valor agregado de su voz (por el de la Iglesia) puede tener un impacto que despierta las conciencias para luchar contra la corrupción, la violencia", dijo el radical Mario Negri.
El socialista Roy Cortina coincidió con el documento y remarcó que "la inseguridad está determinada por la grieta de la desigualdad, la corrupción y la impunidad". (DYN)
"Creemos, y estamos contentos, que es una Argentina que no está enferma. Seguramente es una Argentina que puede estar mucho mejor o que le pueden faltar algunas cosas para que tenga una salud completa, como le puede pasar a cualquier país que está avanzando", dijo José Ottavis, dirigente de La Cámpora, respondiendo a la afirmación del documento de la iglesia. "Pero creemos que una Argentina enferma de violencia sí vivimos en el 55, y la Plaza de Mayo fue un testigo fundamental, sí la vivimos en el 76, y nuestro pueblo lamentablemente fue testigo fundamental, sí vivimos en el 89 y también lo vivimos en el 2001, en la Plaza de Mayo", enumeró Ottavis.
Luis D'Elía también optó por comparar la situación actual con momento más difíciles del país. "Menem, De la Rúa, etc, dejaron 8.000.000 de desocupados y 185 mil fábricas cerradas, la Iglesia Católica y Quarracino bendijeron todos sus actos". La embajadora argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, remarcó: "No recuerdo un pronunciamiento del episcopado en la época de la dictadura ni en la época del auge neoliberal, ni en la crisis del 2001".
La oposición, en cambio, optó por apoyar el texto. "Comparto totalmente lo que dice la Iglesia. A veces, el valor agregado de su voz (por el de la Iglesia) puede tener un impacto que despierta las conciencias para luchar contra la corrupción, la violencia", dijo el radical Mario Negri.
El socialista Roy Cortina coincidió con el documento y remarcó que "la inseguridad está determinada por la grieta de la desigualdad, la corrupción y la impunidad". (DYN)
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