04 Mayo 2014
Se suele decir con frecuencia que los amigos de lo ajeno nunca descansan, en particular en nuestra provincia, donde el delito pareciera no reconocer fronteras. En muchos casos, los delincuentes actúan como bandas organizadas y montan negocios fuera de la ley, como sucede, por ejemplo, con las copias piratas de Cds y DVDs que invaden las ferias y el microcentro.
La criminalidad viene acechando desde hace unos años a unos de los sectores productivos más importantes de Tucumán. La Asociación Tucumana del Citrus (ATC) ha denunciado un incremento de robos que tiene por protagonistas a organizaciones delictivas que han montado un mercado negro.
La entidad ha señalado que este tipo de acciones viene realizándose con violencia e impunidad. “Muchos medianos y pequeños productores pasan las noches enteras con armas, custodiando sus fincas. Lo que antes era un robo de tres o cuatro bolsas, pasó a ser el ingreso de 20 personas con armas para atracar camiones enteros de frutas. Un caso, entre muchos otros: con un machetazo, que iba dirigido directamente a su cabeza, le cortaron los dedos a un capataz cuando intentó cubrirse con su brazo. El capataz había intentado evitar el ingreso de personas al campo”, dijeron los productores del rubro en un comunicado.
La ATC hizo conocer su preocupación a las autoridades del Ministerio de Seguridad y a integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Los directivos les entregaron un listado con direcciones y nombres de empaques clandestinos que reciben limones robados para procesarlos y comercializarlos.
No es la primera vez que la ATC denuncia este latrocinio. En 2010, los dirigentes de la entidad le habían solicitado al Gobierno provincial para que articulara un plan de prevención de robos de fruta y otros delitos provocados en la zona rural. En esa ocasión, expresaron su intención de solicitar la intervención del Senasa y la AFIP para que auditaran las ventas de limones en los diferentes establecimientos frutihortícolas locales, las verdulerías, en particular, y exigieran a sus propietarios comprobantes de compra de los limones frescos en exhibición.
La Argentina es la primera productora y procesadora mundial de limón y segunda exportadora de fruta fresca. Tucumán es la provincia que mayor índice de producción tiene. La superficie plantada hasta 2013 ascendía a 38.000 hectáreas y su producción ascendió a casi 1,4 millón de toneladas. Hay 40 plantas empaquetadoras y siete plantas industriales. Los principales destinos del limón tucumano son Holanda, Rusia, Italia, España y Grecia. En 2013 las exportaciones del sector superaron los 432 millones de dólares y representó el 52% de las exportaciones provinciales, según un informe reciente del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Es necesario que haya una decisión política de combatir con firmeza estas organizaciones delictivas que ocasionan un gran daño a los sectores productivos y comerciales. Hace cuatro años se le pidió al Gobierno un plan de prevención para evitar los hurtos. El desinterés o la escasa eficacia de las acciones han dado como resultado la consolidación de los delincuentes en bandas y en la generación de un mercado negro. La citrícola es la segunda actividad económica de la provincia. Se debe actuar con celeridad para desarticular este negocio ilegal antes de que siga creciendo y se convierta en un problema difícil de erradicar.
La criminalidad viene acechando desde hace unos años a unos de los sectores productivos más importantes de Tucumán. La Asociación Tucumana del Citrus (ATC) ha denunciado un incremento de robos que tiene por protagonistas a organizaciones delictivas que han montado un mercado negro.
La entidad ha señalado que este tipo de acciones viene realizándose con violencia e impunidad. “Muchos medianos y pequeños productores pasan las noches enteras con armas, custodiando sus fincas. Lo que antes era un robo de tres o cuatro bolsas, pasó a ser el ingreso de 20 personas con armas para atracar camiones enteros de frutas. Un caso, entre muchos otros: con un machetazo, que iba dirigido directamente a su cabeza, le cortaron los dedos a un capataz cuando intentó cubrirse con su brazo. El capataz había intentado evitar el ingreso de personas al campo”, dijeron los productores del rubro en un comunicado.
La ATC hizo conocer su preocupación a las autoridades del Ministerio de Seguridad y a integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la provincia. Los directivos les entregaron un listado con direcciones y nombres de empaques clandestinos que reciben limones robados para procesarlos y comercializarlos.
No es la primera vez que la ATC denuncia este latrocinio. En 2010, los dirigentes de la entidad le habían solicitado al Gobierno provincial para que articulara un plan de prevención de robos de fruta y otros delitos provocados en la zona rural. En esa ocasión, expresaron su intención de solicitar la intervención del Senasa y la AFIP para que auditaran las ventas de limones en los diferentes establecimientos frutihortícolas locales, las verdulerías, en particular, y exigieran a sus propietarios comprobantes de compra de los limones frescos en exhibición.
La Argentina es la primera productora y procesadora mundial de limón y segunda exportadora de fruta fresca. Tucumán es la provincia que mayor índice de producción tiene. La superficie plantada hasta 2013 ascendía a 38.000 hectáreas y su producción ascendió a casi 1,4 millón de toneladas. Hay 40 plantas empaquetadoras y siete plantas industriales. Los principales destinos del limón tucumano son Holanda, Rusia, Italia, España y Grecia. En 2013 las exportaciones del sector superaron los 432 millones de dólares y representó el 52% de las exportaciones provinciales, según un informe reciente del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Es necesario que haya una decisión política de combatir con firmeza estas organizaciones delictivas que ocasionan un gran daño a los sectores productivos y comerciales. Hace cuatro años se le pidió al Gobierno un plan de prevención para evitar los hurtos. El desinterés o la escasa eficacia de las acciones han dado como resultado la consolidación de los delincuentes en bandas y en la generación de un mercado negro. La citrícola es la segunda actividad económica de la provincia. Se debe actuar con celeridad para desarticular este negocio ilegal antes de que siga creciendo y se convierta en un problema difícil de erradicar.
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