Ser optimistas y tener proyectos son los ejes de la longevidad

Ser optimistas y tener proyectos son los ejes de la longevidad

Según los expertos, si alguien llega a los 100 años es porque siempre tuvo una vida sana

30 Abril 2014
La historia tradicional contaba que los Reyes Católicos murieron en la ancianidad. ¡Pero el rey Fernando II tenía 63 años y la reina Isabel, 53! ¿Cuáles eran los criterios de vejez de aquellos días? Sin duda unos muy distintos a los que se manejan actualmente. “Hoy un hombre de 60 o 70 años sigue trabajando, aunque esté jubilado. Sigue siendo fuerte física y mentalmente, aunque sea abuelo. Y hasta puede tener novia porque su sexualidad y su creatividad siguen activas”, afirma el psicogerontólogo Diego Aguilar.

Lo que antes llamábamos tercera edad, hoy es la cuarta, e incluye a las personas de 80 años o más. Pero ¿cómo llegar a los 100 años lúcido, sano y con buena calidad de vida?

“Alguien que ha llegado a los 100 años es porque ha sido siempre una persona sana. Se podría pensar que la clave está en la alimentación, pero resulta que hemos encontrado personas centenarias tanto en Japón, donde la dieta se basa en el arroz y el pescado, como en la Francia, donde la comida regional es distinta a la japonesa. Pero todas comparten el mismo buen humor. El buen ánimo, el querer siempre emprender proyecto nuevos, tener un objetivo, es lo que caracteriza a las personas que llegan a los 100 años”, dice Aguilar.

Ese es el caso de León Feler, creador de la Fundación León, quien en marzo cumplió 102 años.

Luego de dedicar su vida a promover el voluntariado social en Tucumán con el fin de demostrar que la solidaridad mueve montañas, el anciano cuenta que se siente orgulloso de su trabajo y de quienes ahora continúan haciéndolo. “Yo tengo mi lema: ‘el que no vive para los demás, tampoco vive para sí mismo’”, dijo cuando cumplió el siglo de vida.

Hoy, la memoria no lo ayuda tanto, pero según sus hijos, sigue activo. “Hace ejercicio tres veces por semana, se maneja solo y asiste a cuanta fiesta familar o de amigos hay. Pero ya ha comenzado a olvidarse de algunas cosas recientes”, agrega.

Cuidado con amor
“Llegar a viejo es una bendición y tendría que ser lo más natural”, dice el médico gerentólogo Pedro Figueroa. Y agrega: “esto puede ser una realidad en la medida en que nos empecemos a dar cuenta de que debemos programar una vejez feliz. ¿Cuándo comenzar? No hay una edad para hacerlo. En los años 30 se decía el futuro es hoy. Significa que lo que hoy vivimos lo programamos hace 30 años atrás. Con la salud pasa lo mismo. El déficit de salud también es el resultado de lo que he hecho hace 30 años atrás. Los médicos no podemos parar el reloj del tiempo, pero sí detener el tiempo biológico”, sostiene el médico.

Según Figueroa, la clave para ayudar a una persona a envejecer con calidad de vida es el cuidado. “Pero con cariño, porque el cuidado sin amor, sin una caricia, carece de efectividad”, advierte. “A la persona mayor no sólo hay que darle comida, sino también un beso de vez en cuando. Ellos nos pueden perdonar que no tengamos qué darles de comer, pero se van a sentir muy mal si no les damos cariño”, remarca el doctor Figueroa.

La familia tiene una importancia vital en la calidad de vida del paciente mayor de 80 años. “Sin embargo, muchos jóvenes sienten rechazo a la idea de la vejez porque todos nos proyectamos en lo que estamos viendo, sabemos que en algún momento vamos a llegar a eso. ‘No me gusta esa forma de mirarme’, dicen algunos. Pero hay que hacerse a esa idea si vamos a estar en ese lugar. En la vida todo nos vuelve”, señala Figueroa.

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