29 Abril 2014
DEUDAS. Cristina Fernández observa al gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, quien firma el convenio de desendeudamiento provincial. telam
El Gobierno de Tucumán sólo ganó tiempo: entre abril y junio no abonará cerca de $ 92 millones por los vencimientos trimestrales del endeudamiento público. Se trata de un acuerdo de bajo impacto financiero, pero de alto contenido político. El Gobierno nacional mantiene el control sobre sus deudores (las provincias) y por eso ha decidido que este año, la reprogramación de las deudas sean trimestrales y no anuales, como en anteriores oportunidades.
El nuevo acuerdo significa que la provincia dejará de abonar, en el plazo previsto, el equivalente a un 25% de la recaudación, promedio, mensual de la Dirección General de Rentas. Por eso, la refinanciación de la deuda es más un gesto político que una ayuda financiera, de corto plazo.
Según datos provisorios del Ministerio de Economía de la provincia, el endeudamiento del sector público tucumano alcanza los $ 4.500 millones, es decir, cerca de un 19% del total de gastos previstos por la gestión del gobernador José Alperovich para este período. Además, se amortiza a una tasa del 6% anual, es decir, que se licúa con la inflación vigente en el país, que está por encima del 30% anual, de acuerdo con las estimaciones de las consultoras privadas. Los vencimientos pautados para este año ascienden a los $ 800 millones, entre capital e intereses.
Al ser el Gobierno nacional el principal acreedor (el 85% de los compromisos asumidos son con la Casa Rosada) la política de reprogramación de vencimientos y de perdón fiscal adoptada primero por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández, ha servido para estirar en el tiempo su pago.
Pero nada es gratis. Los gobernadores firmantes del nuevo acuerdo vuelven a asumir el compromiso de exponer detalladamente la evolución del gasto público, así como el listado de empleados permanentes y contratados en cada distrito. De esa manera, la Nación mantiene el control político en, al menos, 16 jurisdicciones, a poco más de un año del vencimiento del mandato de Cristina Fernández.
Las condiciones quedaron establecidas ayer con la firma del convenio por parte de la Presidenta y los gobernadores de 17 provincias, incluyendo Tucumán. El Gobierno nacional renovó el plazo de vencimiento de intereses y utilidades de las deudas que mantienen con la Nación, a través de la firma del Programa Federal de Desendeudamiento.
“Esto significa una ayuda adicional de la Presidenta para sostener el equilibrio fiscal”, afirmó Alperovich a LA GACETA, quién confirmó que la refinanciación de vencimientos será de $ 30 millones mensuales, hasta fines de junio. Según el mandatario, la reestructuración del endeudamiento contribuirá al equilibrio fiscal que buscan los gobernadores en un año marcado por las paritarias estatales que cerraron en torno de un 30% de incremento.
Cristina, en un discurso transmitido por cadena nacional, señaló que la nueva instancia permitirá a las provincias disponer en el próximo trimestre un total de $ 1.800 millones, que se suman a los $ 2.000 millones acordados en diciembre pasado en oportunidad de la primera renovación.
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La Presidenta informó la creación del Fondo para el Desarrollo Argentino (Fondear), con el que intentará inyectar $ 10.000 millones en créditos en el sector productivo: para PyME y grandes empresas.
Esa línea de financiamiento está dirigida a proyectos productivos de innovación tecnológica con tasa acorde, y, según la mandataria, “va a significar un crecimiento en la oferta en materia de créditos para el sector, que en 2003 fue de 7,7% del PBI, sustancialmente más bajo que el actual, y que al término de 2013 fue 16,9% del PBI”.
Por otro lado, el Gobierno autorizó una ampliación de 500.00 toneladas de trigo y 50.000 toneladas de harina para exportación, y la devolución de $ 206 millones cobrados en concepto de retenciones a productores de este cereal, que integran el plan Cepaga (Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina).
La jefa de Estado aclaró que la autorización de exportación tiene un “contra acuerdo” que implica que “si llegara a faltar trigo para el consumo interno, los exportadores deberán comprar a precio interno y doméstico a su costa” el cereal correspondiente para evitar un eventual desabastecimiento, consignó la agencia Télam.
El nuevo acuerdo significa que la provincia dejará de abonar, en el plazo previsto, el equivalente a un 25% de la recaudación, promedio, mensual de la Dirección General de Rentas. Por eso, la refinanciación de la deuda es más un gesto político que una ayuda financiera, de corto plazo.
Según datos provisorios del Ministerio de Economía de la provincia, el endeudamiento del sector público tucumano alcanza los $ 4.500 millones, es decir, cerca de un 19% del total de gastos previstos por la gestión del gobernador José Alperovich para este período. Además, se amortiza a una tasa del 6% anual, es decir, que se licúa con la inflación vigente en el país, que está por encima del 30% anual, de acuerdo con las estimaciones de las consultoras privadas. Los vencimientos pautados para este año ascienden a los $ 800 millones, entre capital e intereses.
Al ser el Gobierno nacional el principal acreedor (el 85% de los compromisos asumidos son con la Casa Rosada) la política de reprogramación de vencimientos y de perdón fiscal adoptada primero por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández, ha servido para estirar en el tiempo su pago.
Pero nada es gratis. Los gobernadores firmantes del nuevo acuerdo vuelven a asumir el compromiso de exponer detalladamente la evolución del gasto público, así como el listado de empleados permanentes y contratados en cada distrito. De esa manera, la Nación mantiene el control político en, al menos, 16 jurisdicciones, a poco más de un año del vencimiento del mandato de Cristina Fernández.
Las condiciones quedaron establecidas ayer con la firma del convenio por parte de la Presidenta y los gobernadores de 17 provincias, incluyendo Tucumán. El Gobierno nacional renovó el plazo de vencimiento de intereses y utilidades de las deudas que mantienen con la Nación, a través de la firma del Programa Federal de Desendeudamiento.
“Esto significa una ayuda adicional de la Presidenta para sostener el equilibrio fiscal”, afirmó Alperovich a LA GACETA, quién confirmó que la refinanciación de vencimientos será de $ 30 millones mensuales, hasta fines de junio. Según el mandatario, la reestructuración del endeudamiento contribuirá al equilibrio fiscal que buscan los gobernadores en un año marcado por las paritarias estatales que cerraron en torno de un 30% de incremento.
Cristina, en un discurso transmitido por cadena nacional, señaló que la nueva instancia permitirá a las provincias disponer en el próximo trimestre un total de $ 1.800 millones, que se suman a los $ 2.000 millones acordados en diciembre pasado en oportunidad de la primera renovación.
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La Presidenta informó la creación del Fondo para el Desarrollo Argentino (Fondear), con el que intentará inyectar $ 10.000 millones en créditos en el sector productivo: para PyME y grandes empresas.
Esa línea de financiamiento está dirigida a proyectos productivos de innovación tecnológica con tasa acorde, y, según la mandataria, “va a significar un crecimiento en la oferta en materia de créditos para el sector, que en 2003 fue de 7,7% del PBI, sustancialmente más bajo que el actual, y que al término de 2013 fue 16,9% del PBI”.
Por otro lado, el Gobierno autorizó una ampliación de 500.00 toneladas de trigo y 50.000 toneladas de harina para exportación, y la devolución de $ 206 millones cobrados en concepto de retenciones a productores de este cereal, que integran el plan Cepaga (Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina).
La jefa de Estado aclaró que la autorización de exportación tiene un “contra acuerdo” que implica que “si llegara a faltar trigo para el consumo interno, los exportadores deberán comprar a precio interno y doméstico a su costa” el cereal correspondiente para evitar un eventual desabastecimiento, consignó la agencia Télam.
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