29 Abril 2014
“AMOR BRUJO”. El Ballet Estable interpretó la obra de Manuel de Falla. El título bien puede sintetizar la relación de los artistas con la danza. la gaceta / foto de hector peralta (archivo)
Impulso vital, la danza acompaña al hombre desde el comienzo de los tiempos. Lo que en sus orígenes fue un ritual por una buena caza, una gran cosecha o para espantar colectivamente los miedos, se transformó en una de las manifestaciones artísticas más elevadas y gregarias.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Danza, establecido por Unesco en 1982 en conmemoración del nacimiento de Jean George Noverre, creador del ballet moderno. En la Argentina, los bailarines están movilizados en reclamo de una ley que contemple sus intereses y por la creación el Instituto Nacional de la Danza (similar al existente del teatro y del cine). Por este motivo, habrá clases abiertas y un festival en la plaza porteña frente al Congreso Nacional. Como demostración de multiplicidad, convivirán bailarines clásicos con contemporáneos, folclóricos con los que danzan ritmos afrolatinoamericanos, los tangueros con los románticos. Porque todos tienen lugar.
El objetivo de crear el organismo es tener un presupuesto propio para la difusión y desarrollo de las distintas expresiones de la danza, con políticas de fomento y mejoramiento de la calidad de los ballets.
En Tucumán, mañana habrá una función en el teatro Alberdi, a las 21.30, como festejo de los 14 años del ballet Bajo Jardín, con la dirección general de Amelia Acosta y Alejandra Deza.
En el ámbito del Estado, en el marco de los festejos pro la danza, el teatro Mercedes Sosa recibirá el sábado y el domingo al Ballet Folclórico Nacional, que pondrán en escena lo mejor de los distintos géneros nacionales. Las localidades se entregarán de forma gratuita, hasta completar los más de 1.500 lugares.
El Ente Cultural de Tucumán programó una representación del Ballet Estable para el domingo desde las 21, en el teatro San Martín, con entrada libre y gratuita. En la primera parte se interpretará “Las sílfides”, un repertorio neoromántico creado por Mijaíl Fokin con música de Frédéric Chopin, con la cual se inició la renovación del ballet a principios del siglo XX. El segundo tramo será con el espectáculo “Alma de tango”, de varios autores, y el cierre será con “Paquita”, de Ludwig Minkus.
También habrá una fiesta popular de danza, programada para el sábado 10 de mayo, en la plaza Independencia. Para ese día, el Ente realizó una convocatoria abierta a todos los bailarines independientes a participar.
Impacto positivo
La directora del Grupo Evolución, Carolina Paz, aseguró que “bailar puede impactar de manera positiva en la valoración y autoestima de una persona para consigo misma; es sentirse vivo y necesario para otros y para sí en esta sociedad”.
Todo lo humano
Dedicada de pleno a la docencia, Beatriz Lábatte define la danza como “la celebración de lo humano”. “Me colma porque pone en juego íntegramente a las personas, junta nuestros pedacitos y nos potencia”, dijo la profesora la Facultad de Artes de la UNT.
Mundo propio
“La danza árabe es un arte que es la mitad técnica de baile y el resto, sentimiento, expresión y espontaneidad. Es mi elección en la vida, mi mundo, aquel que habito día a día con amor”, expresó la profesora Giselle Nahla Naamán.
Futuro definido
A los 15 años, Valentina Víscido tiene definido que la danza será su futuro. “Estar en el escenario es lo que más me gusta. Es una herramienta para transmitir lo que sentís”, dijo la joven, seleccionada en el NOA para competir por la beca Julio Bocca.
Con orgullo
“Tengo orgullo de maestra, bailarina y coreógrafa de despertar sensaciones. Es mi oportunidad de poder transitar por la vida, me siento útil en la sociedad y descubro el mundo cada día”, afirmó la directora del Ballet Contemporáneo provincial, Patricia Sabbag.
En el corazón
“Bailar es la más grande expresión del alma, toca el corazón de la gente, desnuda el alma y entrega sentimientos puros con transparencia, honestidad, humildad. Es disciplina, pasión, talento y felicidad”, dijo Mercedes de Chazal, directora del Ballet Estable.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Danza, establecido por Unesco en 1982 en conmemoración del nacimiento de Jean George Noverre, creador del ballet moderno. En la Argentina, los bailarines están movilizados en reclamo de una ley que contemple sus intereses y por la creación el Instituto Nacional de la Danza (similar al existente del teatro y del cine). Por este motivo, habrá clases abiertas y un festival en la plaza porteña frente al Congreso Nacional. Como demostración de multiplicidad, convivirán bailarines clásicos con contemporáneos, folclóricos con los que danzan ritmos afrolatinoamericanos, los tangueros con los románticos. Porque todos tienen lugar.
El objetivo de crear el organismo es tener un presupuesto propio para la difusión y desarrollo de las distintas expresiones de la danza, con políticas de fomento y mejoramiento de la calidad de los ballets.
En Tucumán, mañana habrá una función en el teatro Alberdi, a las 21.30, como festejo de los 14 años del ballet Bajo Jardín, con la dirección general de Amelia Acosta y Alejandra Deza.
En el ámbito del Estado, en el marco de los festejos pro la danza, el teatro Mercedes Sosa recibirá el sábado y el domingo al Ballet Folclórico Nacional, que pondrán en escena lo mejor de los distintos géneros nacionales. Las localidades se entregarán de forma gratuita, hasta completar los más de 1.500 lugares.
El Ente Cultural de Tucumán programó una representación del Ballet Estable para el domingo desde las 21, en el teatro San Martín, con entrada libre y gratuita. En la primera parte se interpretará “Las sílfides”, un repertorio neoromántico creado por Mijaíl Fokin con música de Frédéric Chopin, con la cual se inició la renovación del ballet a principios del siglo XX. El segundo tramo será con el espectáculo “Alma de tango”, de varios autores, y el cierre será con “Paquita”, de Ludwig Minkus.
También habrá una fiesta popular de danza, programada para el sábado 10 de mayo, en la plaza Independencia. Para ese día, el Ente realizó una convocatoria abierta a todos los bailarines independientes a participar.
Impacto positivo
La directora del Grupo Evolución, Carolina Paz, aseguró que “bailar puede impactar de manera positiva en la valoración y autoestima de una persona para consigo misma; es sentirse vivo y necesario para otros y para sí en esta sociedad”.
Todo lo humano
Dedicada de pleno a la docencia, Beatriz Lábatte define la danza como “la celebración de lo humano”. “Me colma porque pone en juego íntegramente a las personas, junta nuestros pedacitos y nos potencia”, dijo la profesora la Facultad de Artes de la UNT.
Mundo propio
“La danza árabe es un arte que es la mitad técnica de baile y el resto, sentimiento, expresión y espontaneidad. Es mi elección en la vida, mi mundo, aquel que habito día a día con amor”, expresó la profesora Giselle Nahla Naamán.
Futuro definido
A los 15 años, Valentina Víscido tiene definido que la danza será su futuro. “Estar en el escenario es lo que más me gusta. Es una herramienta para transmitir lo que sentís”, dijo la joven, seleccionada en el NOA para competir por la beca Julio Bocca.
Con orgullo
“Tengo orgullo de maestra, bailarina y coreógrafa de despertar sensaciones. Es mi oportunidad de poder transitar por la vida, me siento útil en la sociedad y descubro el mundo cada día”, afirmó la directora del Ballet Contemporáneo provincial, Patricia Sabbag.
En el corazón
“Bailar es la más grande expresión del alma, toca el corazón de la gente, desnuda el alma y entrega sentimientos puros con transparencia, honestidad, humildad. Es disciplina, pasión, talento y felicidad”, dijo Mercedes de Chazal, directora del Ballet Estable.
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