28 Abril 2014
CASI PEGADOS AL PISO. La pericia de los pilotos para controlar a las motos en las curvas sorprendió a los espectadores.
Cuando uno quiere recibir gente y la casa no es grande ni tiene comodidades, aflora el corazón, la simpatía y la buena onda para hacer sentir bien a los visitantes. Eso le pasó a Las Termas de Río Hondo el fin de semana ante una cita histórica desde lo deportivo. Marc Márquez, el campeón del mundo de MotoGP, lo dijo en conferencia de prensa: “La gente es increíble, está a la altura de las circunstancias. Pero la ciudad se ve distinta en comparación con este autódromo tan bueno”. Y es así.
Todo acontecimiento de envergadura, cuando se encara por primera vez, deja flancos. Que se pueden disimular, claro, pero que llegado el caso deben ser resueltos. Llegó el tiempo del análisis, la reflexión, el balance, la autocrítica. Hay un futuro de, al menos, dos años con la categoría reina del motociclismo que así lo exige. Y, quién sabe, hasta quizás una F-1 puede sumarse a la oferta.
La lista es larga. Y necesariamente tendrá que ser analizada, discutida y ejecutada por las autoridades municipales y provinciales. Y también por el sector privado. Dicho directamente: algo tendrá que hacerse en Las Termas y alrededores para que en 2015, cuando vuelva el Mundial de Motos, los potenciales miles de visitantes encuentran un sitio más amigable y menos precario (más allá del centro).
Algo deberá hacerse también en Tucumán, punto clave que puede y debe aspirar a más, para no quedarse simplemente en promoción, controles viales y un proyecto de autovía hacia esa ciudad.
Son tantos los contrastes que muestra la ciudad termal que abruma la lista de aspectos que deben ser cambiados. O al menos rectificados. Se resume en estos macro-conceptos: infraestructura pública, tránsito, hábitos y cultura, gastronomía y hotelería.
Mucho se hizo en los últimos tiempos y hay una ciudad que asoma pujante con avenidas costaneras, aeropuerto y autódromo, entre otras cosas. Pero el área urbana sigue siendo un claroscuro. Zonas remodeladas y muy bonitas, como la plaza del casino y el parque Güemes, hoteles de calidad y ciertos servicios de primera, conviven con aquello que se parece quedado en el tiempo.
Falta pavimentación acorde a la altura de acontecimientos internacionales; mejora en las fachadas; atención a los sectores verdes; arreglo de veredas; eliminación de cableado aéreo; unificación de criterios en promoción; un ordenamiento más estricto del tránsito para descomprimir el área más céntrica; crear una vía alternativa a la ruta 9 que cruza la ciudad más ágil y menos caótica.
Asimismo se impone capacitar a las personas, ya no sólo en turismo e idiomas, sino también en cuestiones básicas como, por ejemplo, las relacionadas a una carrera. LG Deportiva constató, en diálogos informales establecidos en diversos comercios que pocos sabían, por ejemplo, qué era MotoGP; ni al célebre Valentino Rossi, ganador de siete títulos mundiales, pudieron reconocer.
Todo acontecimiento de envergadura, cuando se encara por primera vez, deja flancos. Que se pueden disimular, claro, pero que llegado el caso deben ser resueltos. Llegó el tiempo del análisis, la reflexión, el balance, la autocrítica. Hay un futuro de, al menos, dos años con la categoría reina del motociclismo que así lo exige. Y, quién sabe, hasta quizás una F-1 puede sumarse a la oferta.
La lista es larga. Y necesariamente tendrá que ser analizada, discutida y ejecutada por las autoridades municipales y provinciales. Y también por el sector privado. Dicho directamente: algo tendrá que hacerse en Las Termas y alrededores para que en 2015, cuando vuelva el Mundial de Motos, los potenciales miles de visitantes encuentran un sitio más amigable y menos precario (más allá del centro).
Algo deberá hacerse también en Tucumán, punto clave que puede y debe aspirar a más, para no quedarse simplemente en promoción, controles viales y un proyecto de autovía hacia esa ciudad.
Son tantos los contrastes que muestra la ciudad termal que abruma la lista de aspectos que deben ser cambiados. O al menos rectificados. Se resume en estos macro-conceptos: infraestructura pública, tránsito, hábitos y cultura, gastronomía y hotelería.
Mucho se hizo en los últimos tiempos y hay una ciudad que asoma pujante con avenidas costaneras, aeropuerto y autódromo, entre otras cosas. Pero el área urbana sigue siendo un claroscuro. Zonas remodeladas y muy bonitas, como la plaza del casino y el parque Güemes, hoteles de calidad y ciertos servicios de primera, conviven con aquello que se parece quedado en el tiempo.
Falta pavimentación acorde a la altura de acontecimientos internacionales; mejora en las fachadas; atención a los sectores verdes; arreglo de veredas; eliminación de cableado aéreo; unificación de criterios en promoción; un ordenamiento más estricto del tránsito para descomprimir el área más céntrica; crear una vía alternativa a la ruta 9 que cruza la ciudad más ágil y menos caótica.
Asimismo se impone capacitar a las personas, ya no sólo en turismo e idiomas, sino también en cuestiones básicas como, por ejemplo, las relacionadas a una carrera. LG Deportiva constató, en diálogos informales establecidos en diversos comercios que pocos sabían, por ejemplo, qué era MotoGP; ni al célebre Valentino Rossi, ganador de siete títulos mundiales, pudieron reconocer.
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