28 Abril 2014
Juan XXIII y Juan Pablo II, dos hombres valerosos unidos en la santidad
En una jornada histórica para la Iglesia Católica, ante una multitud de fieles que colmaron la plaza San Pedro, el papa Francisco canonizó ayer a Juan Pablo II y a Juan XXIII. En su caracterización de los dos ex papas, el Pontífice destacó que ambos colaboraron “con el Espíritu Santo para actualizar la Iglesia según su fisonomía originaria”. Impacto mediático de la ceremonia
INCANSABLES. Miles de peregrinos llenaron San Pedro. Hubo pantallas gigantes para los que quedaron afuera. fotos reuters
Ante una multitud estimada en un millón de peregrinos reunidos de la plaza de San Pedro, y con una repercusión mediática sin precedentes, el papa Francisco proclamó ayer santos a Juan XXIII y Juan Pablo II. Como estaba previsto, a la ceremonia asistió Benedicto XVI, que recibió aplausos de los presentes. Con la presencia del Pontífice emérito, la jornada que se vivió este domingo quedará para la historia como “la jornada de “cuatro papas”.
La primera ceremonia simultánea de canonización de dos papas en la historia de la Iglesia fue concelebrada por 150 cardenales, mil obispos y seis mil sacerdotes, y asistieron delegaciones oficiales de 92 países; entre ellas estuvo la argentina, encabezada por el canciller Héctor Timerman, consignaron las agencias Télam, Dyn y dpa.
“Declaramos y definimos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II santos y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos”, pronunció el Papa en latín la formula de canonización. Los peregrinos, muchos argentinos, brasileños y polacos que se distinguían por sus banderas, estallaron en un cerrado aplauso y vivas a los santos papas, cuyas imágenes estaban desplegadas en dos tapices colgados de la basílica de San Pedro. De la liturgia participaron también la costarricense Floribeth Mora, quien en un momento acercó reliquias de Juan Pablo II al altar, y la monja francesa Marie Simon Pierre, cuyas curaciones milagrosas se le atribuyen a Karol Wojtyla.
Valentía con dos rostros
“San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valientes, llenos del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia”, dijo Francisco sobre sus antecesores, y definió luego a cada uno por separado. “Me gusta pensar a San Juan XXIII como el papa de la docilidad al Espíritu Santo”, destacó sobre el primero.
“San Juan Pablo II fue el Papa de la familia, como él mismo dijo que le gustaría ser recordado”, subrayó sobre el segundo.
Así, Francisco intentó aproximar ambas visiones con esta canonización, en la que destacó sobre todo los puntos en común de los ahora santos. Fueron “dos hombres valerosos”, aseguró durante la homilía, y destacó el Concilio Vaticano II como el gran “servicio a la Iglesia” prestado por Roncalli. “Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para actualizar la Iglesia según su fisonomía originaria”, insistió.
Según el Centro de Televisión Vaticano (CTV), fue la ceremonia de canonización más mediática de la historia; más de 2.000 millones de personas siguieron el evento en los cinco continentes. Las redes sociales Facebook y Twitter también fueron elegidas para expresar opiniones sobre los dos papas santos.
La primera ceremonia simultánea de canonización de dos papas en la historia de la Iglesia fue concelebrada por 150 cardenales, mil obispos y seis mil sacerdotes, y asistieron delegaciones oficiales de 92 países; entre ellas estuvo la argentina, encabezada por el canciller Héctor Timerman, consignaron las agencias Télam, Dyn y dpa.
“Declaramos y definimos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II santos y los inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos”, pronunció el Papa en latín la formula de canonización. Los peregrinos, muchos argentinos, brasileños y polacos que se distinguían por sus banderas, estallaron en un cerrado aplauso y vivas a los santos papas, cuyas imágenes estaban desplegadas en dos tapices colgados de la basílica de San Pedro. De la liturgia participaron también la costarricense Floribeth Mora, quien en un momento acercó reliquias de Juan Pablo II al altar, y la monja francesa Marie Simon Pierre, cuyas curaciones milagrosas se le atribuyen a Karol Wojtyla.
Valentía con dos rostros
“San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valientes, llenos del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia”, dijo Francisco sobre sus antecesores, y definió luego a cada uno por separado. “Me gusta pensar a San Juan XXIII como el papa de la docilidad al Espíritu Santo”, destacó sobre el primero.
“San Juan Pablo II fue el Papa de la familia, como él mismo dijo que le gustaría ser recordado”, subrayó sobre el segundo.
Así, Francisco intentó aproximar ambas visiones con esta canonización, en la que destacó sobre todo los puntos en común de los ahora santos. Fueron “dos hombres valerosos”, aseguró durante la homilía, y destacó el Concilio Vaticano II como el gran “servicio a la Iglesia” prestado por Roncalli. “Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para actualizar la Iglesia según su fisonomía originaria”, insistió.
Según el Centro de Televisión Vaticano (CTV), fue la ceremonia de canonización más mediática de la historia; más de 2.000 millones de personas siguieron el evento en los cinco continentes. Las redes sociales Facebook y Twitter también fueron elegidas para expresar opiniones sobre los dos papas santos.
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