25 Abril 2014
CIUDAD INVADIDA. En Termas de Río Hondo cualquier lugar es bueno para estacionar las motocicletas que utilizaron los fanáticos para viajar miles de kilómetros.
LAS TERMAS DE RÍO HONDO, (De nuestra enviada especial Mariana Apud).- ¿Puede haber en el mundo un brasileño que no aprecie el juego más popular del mundo? Lo hay y anda por estas horas en esta ciudad, inmerso en la fiebre de la tercera fecha del campeonato mundial de Moto GP.
“No gustamos mucho del fútbol”, reconoció Isaías Jochims. Apenas elevó el labio superior, con displicencia, ante la consulta de si optó entre hacer el gasto para venir desde Río Grande do Sul hasta Termas, o disfrutar a pleno del Mundial de fútbol en su país.
“Soy piloto de motos de pista en mi provincia. Me va bien en el campeonato donde compito con un Suzuki 1.000”, detalló en plena plaza del casino. Al frente del Parque Güemes, punto de exhibición pactado sin previo aviso por los fanáticos de las motos, Jochims contó cómo con otros brasileños diagramaron hace tiempo el plan.
“Lo teníamos planificado desde hace seis meses cuando compramos las entradas. No vine en moto, vine en el carro de apoyo por si ocurre alguna eventualidad. Manejé durante dos días”, explicó.
El que tardó un par de días más en llegar fue Diego Valdez de Comodoro Rivadavia. No sólo porque, pese a estar en el mismo país, está más lejos, sino porque está disfrutando sus vacaciones.
“Vine ‘tranqui’. Pedí las vacaciones para esta fecha por el Moto GP”, reveló el chubutense que se pasó el verano trabajando en la industria petrolera de su ciudad. La travesía la completó a bordo de una BMW 800, una motocicleta muy distinta a las que ya se escuchan rugir en el autódromo.
La de Valdez privilegia la robustez y la resistencia para viajes de larga duración, mientras que la Yamaha de Valentino Rossi, su ídolo, prioriza el poco peso para lograr la mayor velocidad posible. “Vengo por él. Por cómo es lo sigo mucho por internet y así uno lo va conociendo”, explicó Valdez.
El ex piloto de motocross y pista está a pocas horas de ver a su referente en vivo y porqué no, soñar con un encuentro cercano. Las posibilidades de tener satisfacciones presenciando una fecha del mundial de Moto GP son múltiples, así que no es extraña la percepción de Valdez. “Esto es algo de otro mundo, sobre todo para los que nos gusta y no podemos ir a otra partes del mundo. Es un sueño”, sentenció el fanático.
“No gustamos mucho del fútbol”, reconoció Isaías Jochims. Apenas elevó el labio superior, con displicencia, ante la consulta de si optó entre hacer el gasto para venir desde Río Grande do Sul hasta Termas, o disfrutar a pleno del Mundial de fútbol en su país.
“Soy piloto de motos de pista en mi provincia. Me va bien en el campeonato donde compito con un Suzuki 1.000”, detalló en plena plaza del casino. Al frente del Parque Güemes, punto de exhibición pactado sin previo aviso por los fanáticos de las motos, Jochims contó cómo con otros brasileños diagramaron hace tiempo el plan.
“Lo teníamos planificado desde hace seis meses cuando compramos las entradas. No vine en moto, vine en el carro de apoyo por si ocurre alguna eventualidad. Manejé durante dos días”, explicó.
El que tardó un par de días más en llegar fue Diego Valdez de Comodoro Rivadavia. No sólo porque, pese a estar en el mismo país, está más lejos, sino porque está disfrutando sus vacaciones.
“Vine ‘tranqui’. Pedí las vacaciones para esta fecha por el Moto GP”, reveló el chubutense que se pasó el verano trabajando en la industria petrolera de su ciudad. La travesía la completó a bordo de una BMW 800, una motocicleta muy distinta a las que ya se escuchan rugir en el autódromo.
La de Valdez privilegia la robustez y la resistencia para viajes de larga duración, mientras que la Yamaha de Valentino Rossi, su ídolo, prioriza el poco peso para lograr la mayor velocidad posible. “Vengo por él. Por cómo es lo sigo mucho por internet y así uno lo va conociendo”, explicó Valdez.
El ex piloto de motocross y pista está a pocas horas de ver a su referente en vivo y porqué no, soñar con un encuentro cercano. Las posibilidades de tener satisfacciones presenciando una fecha del mundial de Moto GP son múltiples, así que no es extraña la percepción de Valdez. “Esto es algo de otro mundo, sobre todo para los que nos gusta y no podemos ir a otra partes del mundo. Es un sueño”, sentenció el fanático.