14 Abril 2014
PURA FELICIDAD. El goleador ya metió el empate y se lo dedicó a su mujer. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
Lo esperaron cuatro fechas que se hicieron eternas. Pero él volvió y pagó. Luis Miguel Rodríguez sigue siendo la salvación de Atlético, que ayer suspiró de alivio cuando el "Pulguita" clavó una volea en el último minuto recuperado. El 1-1 le permitió a los "Decanos" sumar al menos un punto después de 90 minutos para el olvido. El simoqueño acumula 11 goles en la temporada de la B Nacional y es el máximo anotador de los tucumanos.
Fue tan bueno el remate que una vez terminado el partido, y en declaraciones ante la prensa, el entrenador de Independiente Rivadavia, Roberto Trotta, se mostró molesto con el resultado. "Justo le cae la pelota a Rodríguez. Cualquier otro lo erraba, pero le cayó a él", lamentó el ex capitán de Vélez, testigo de otra joya del "Pulguita".
Fue tan bueno el remate que una vez terminado el partido, y en declaraciones ante la prensa, el entrenador de Independiente Rivadavia, Roberto Trotta, se mostró molesto con el resultado. "Justo le cae la pelota a Rodríguez. Cualquier otro lo erraba, pero le cayó a él", lamentó el ex capitán de Vélez, testigo de otra joya del "Pulguita".
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