14 Abril 2014
PANORÁMICA. Previo al inicio del partido que jugaron ayer el “decano” e Independiente Rivadavia. Hubo un minuto de silencio en honor a Roque y Matías Ferreyra.
Horas después de la derrota a manos de Ferro en la Copa Argentina, allá en Salta, el mundo Atlético se vistió de luto. Es que regresando de La Linda dos hinchas “decanos” fallecieron tras sufrir un accidente automovilístico.
Se trata de Roque Ferreyra y su hijo Matías, que volviendo en auto junto Rodrigo, hermano de Matías, perdieron la vida. Rodrigo estuvo grave, pero se recuperó y recibió el alta.
Por eso ayer, antes del partido contra Independiente Rivadavia de Mendoza el árbitro Nicolás Lamolina ordenó un minuto de silencio, a pedido de la institución, que fue acompañado por aplausos desde los cuatros costados del estadio Monumental. En la tribuna de la calle Chile hubo una bandera que decía “dejamos la vida por vos, ustedes pongan huevo”, en lo que parece un doble mensaje: de recuerdo y exigiendo algo más a los jugadores que ayer no pudieron vencer a los cuyanos.
Hubo más. En el entretiempo, dos chicos de las inferiores se pasearon el césped del “José Fierro” con una bandera que decía: “Papá Matías por siempre en la Laprida”, en alusión a que Matías Ferreyra era un asiduo concurrente a la tribuna de esa calle.
Fue una tarde de recuerdos y de homenajes para dos “decanos” que siempre estuvieron a la par del equipo.
Se trata de Roque Ferreyra y su hijo Matías, que volviendo en auto junto Rodrigo, hermano de Matías, perdieron la vida. Rodrigo estuvo grave, pero se recuperó y recibió el alta.
Por eso ayer, antes del partido contra Independiente Rivadavia de Mendoza el árbitro Nicolás Lamolina ordenó un minuto de silencio, a pedido de la institución, que fue acompañado por aplausos desde los cuatros costados del estadio Monumental. En la tribuna de la calle Chile hubo una bandera que decía “dejamos la vida por vos, ustedes pongan huevo”, en lo que parece un doble mensaje: de recuerdo y exigiendo algo más a los jugadores que ayer no pudieron vencer a los cuyanos.
Hubo más. En el entretiempo, dos chicos de las inferiores se pasearon el césped del “José Fierro” con una bandera que decía: “Papá Matías por siempre en la Laprida”, en alusión a que Matías Ferreyra era un asiduo concurrente a la tribuna de esa calle.
Fue una tarde de recuerdos y de homenajes para dos “decanos” que siempre estuvieron a la par del equipo.
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