“Lograremos un apto ambiental para una actividad que está demonizada”

“Lograremos un apto ambiental para una actividad que está demonizada”

Manuel Ponce (CREA) dijo que se involucraron para ser parte de la solución

11 Abril 2014
El Grupo CREA Cañaverales de Tucumán cumple un rol fundamental en la implementación de este Protocolo de Certificación. LA GACETA Rural dialogó con el ingeniero Manuel Ponce, productor cañero y miembro del Grupo.

- ¿Qué los llevó a ser parte activa de este proyecto?

- La participación de los productores miembros del Movimiento CREA se remonta a 2009 cuando, empezaron a salir de control los incendios de los campos. Como el Estado, en solitario, no encontraría la solución, convenidos en que había que involucrarse, primero, formando parte de la Mesa de Gestión de Cruz Alta y, luego, financiando la elaboración del protocolo, pero participando activamente.

- Cruz Alta es el departamento donde se registra el mayor número de esos casos. ¿Por qué sucede: por falta de educación del productor, de políticas oficiales de prevención, para reducir costos, porque ya es una práctica arraigada?

- Simplemente, porque la mayor superficie ocupada con cultivos es con caña de azúcar, en grandes extensiones. Si bien en otros departamentos hay más productores, son de superficies o lotes más pequeños, a veces ni el satélite del INTA -que es quien registra- no los detecta.

- ¿Qué beneficios logra el cañero adhiriendo al Programa?

- El beneficio es lograr un ‘apto ambiental’ para una actividad demonizada, disminuir la condena social infundada y empezar a transitar hacia una agricultura moderna, sustentable, abandonando aquellas prácticas ancestrales que dañan el ambiente.

- El Plan Piloto comienza con 7 cañeros. ¿A qué zona pertenecen y porqué decidieron ser parte de este proyecto? ¿Qué costo tiene la Certificación para el cañero?

- Los productores que inician el proyecto piloto se ubican en localidades Cruz Alta, Famaillá, Leales y Burruyacu. Se incentivaron por estar convencidos de que pueden realizar todo el ciclo de cultivo sin usar el fuego. Ahora, podrán certificar estas labores con una empresa de prestigio mundial, con facultades probadas en el tema. El costo de la certificación será siempre inferior al valor de la multa mínima establecida por la Secretaría de Medio Ambiente, y está relacionada con la superficie y el grado de gestión del productor.

- Qué futuro le asigna al Proyecto de Certificación?

- Espero el mejor de los resultados, dependerá del acompañamiento de la sociedad en su conjunto, y del entendimiento entre los involucrados.

- ¿Qué aspectos habría que corregir de este programa?

- El mayor desafío es la difusión y el acogimiento del proyecto de parte de la mayor cantidad de cañeros. Es fundamental el aspecto educativo que el Estado debe asumir en las escuelas rurales sobre riesgos del uso del fuego.

- ¿Alguna sugerencia?

- La recomendación a la sociedad es que se informe sobre estos temas y comprenda que la producción de azúcar en nuestra provincia es fundamental. Ambientalmente debemos mejorar en todos los niveles. Los invito a pensar qué pasaría con los tucumanos sin la caña; por ello, el compromiso es cuidar entre todos.

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