Por Marcelo Androetto
01 Abril 2014
SÓLO PUDO MIRAR. Augusto Max queda atónito ante el cabezazo rival, el que tampoco puede controlar Aníbal Medina.
Chau, chau, chauuu. San Martín, cual saludo de Marcelo Tinelli en Showmatch, se despidió prácticamente de toda posibilidad de lograr el ascenso directo a la B Nacional al caer ante Santamarina en Tandil por 1-0.
El equipo aurinegro mostró una amplia superioridad, sobre todo en la etapa inicial, frente a un “albirrojo” desteñido e insípido que, pese a jugar los últimos 20 minutos con un hombre más, ni siquiera pudo rescatar un punto en su excursión. Con Becica suplente durante casi una hora y con Ibáñez y Lenci fuera de combate, San Martín esta vez no pudo sorprender de visita.
Lejos de ello, en todo el primer tiempo sólo se acercó a través de un remate de More. Perdió la partida en el mediocampo y Santamarina le entró por todos lados. Los volantes locales se cansaron de habilitar al “dúo dinámico” de atacantes, Michel-Vilchez.
Entre ellos rompieron el cero, a los 16’: Vilchez desbordó como una topadora por derecha y sacó un centro rasante, pasado, que Michel, sin marca, cambió por gol con un derechazo fuerte a la izquierda de Pave, que después siguió teniendo trabajo. Si la diferencia no fue mayor, sólo se debió al 1 y a la falta de “punch” local para coronar su muy buen trabajo: pelota al piso, movilidad e intensidad.
Sialle decidió quemar las naves tras el descanso con el “Mono” Fernández. Pero tampoco generó demasiado peligro, ni siquiera a partir del demorado ingreso de Becica, a la postre inocuo. Apenas una “guapeada” de Silba y un par de remates desde lejos. Nada más.
Santamarina bajó el ritmo en el complemento, y se refugió atrás cuando Strada vio la roja por una falta sobre More. Pero a este tibio San Martín no le salió tampoco el tiro del final.
A seis puntos de la CAI, con apenas 12 por disputar, y otros cuatro equipos por encima en la tabla, San Martín necesitaría un milagro para festejar el ascenso a fines de abril. Sobre todo, si sigue jugando así, como lo hizo en Tandil.
El equipo aurinegro mostró una amplia superioridad, sobre todo en la etapa inicial, frente a un “albirrojo” desteñido e insípido que, pese a jugar los últimos 20 minutos con un hombre más, ni siquiera pudo rescatar un punto en su excursión. Con Becica suplente durante casi una hora y con Ibáñez y Lenci fuera de combate, San Martín esta vez no pudo sorprender de visita.
Lejos de ello, en todo el primer tiempo sólo se acercó a través de un remate de More. Perdió la partida en el mediocampo y Santamarina le entró por todos lados. Los volantes locales se cansaron de habilitar al “dúo dinámico” de atacantes, Michel-Vilchez.
Entre ellos rompieron el cero, a los 16’: Vilchez desbordó como una topadora por derecha y sacó un centro rasante, pasado, que Michel, sin marca, cambió por gol con un derechazo fuerte a la izquierda de Pave, que después siguió teniendo trabajo. Si la diferencia no fue mayor, sólo se debió al 1 y a la falta de “punch” local para coronar su muy buen trabajo: pelota al piso, movilidad e intensidad.
Sialle decidió quemar las naves tras el descanso con el “Mono” Fernández. Pero tampoco generó demasiado peligro, ni siquiera a partir del demorado ingreso de Becica, a la postre inocuo. Apenas una “guapeada” de Silba y un par de remates desde lejos. Nada más.
Santamarina bajó el ritmo en el complemento, y se refugió atrás cuando Strada vio la roja por una falta sobre More. Pero a este tibio San Martín no le salió tampoco el tiro del final.
A seis puntos de la CAI, con apenas 12 por disputar, y otros cuatro equipos por encima en la tabla, San Martín necesitaría un milagro para festejar el ascenso a fines de abril. Sobre todo, si sigue jugando así, como lo hizo en Tandil.
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