20 Marzo 2014
POSIBLE UBICACION. Las imágenes satelitales que levantaron las sospechas de las autoridades australianas. REUTERS
CANBERRA, Australia.- Los equipos australianos que colaboran en la búsqueda del avión malayo desaparecido detectaron posibles restos del aparato en el sur del Océano Índico a través de imágenes satelitales, anunció hoy jueves el jefe de gobierno australiano, Tony Abbott.
El primer ministro precisó ante el Parlamento que en las imágenes se divisan dos objetos que podrían pertenecer al Boeing 777-200 de Malaysia Airlines, desaparecido el 8 de marzo con 239 personas a bordo en su ruta desde Kuala Lumpur a Pekín.
Al hacer el hallazgo, los equipos australianos enviaron de inmediato vuelos de inspección al lugar y el operativo fue reforzado desde las aguas con el envío de un barco que debería llegar a destino en las próximas horas y el de un buque de la Marina bien equipado para el caso de tener que cargar objetos.
No obstante, hasta ahora los pilotos reportaron no haber detectado nada llamativo en el lugar, señaló John Young, de las autoridades de seguridad marítima (Amsa) de Australia, país que coordina la búsqueda del avión en el corredor sur, explicó DPA.
Uno de los objetos divisados por satélite mide 24 metros, informó Amsa, que además indicó que esperan obtener en breve imágenes de mejor resolución tras haber redirigido los satélites.
Tanto Young como el primer ministro Abbott advirtieron en sus anuncios que existe la posibilidad de que los objetos no pertenezcan al avión de buscado.
"Debemos tener presente que la tarea de localizar esos objetos será extremadamente difícil", dijo al hacer el anuncio Abbott, quien se comunicó con su par malasio, Najib Razak, para informarle la situación.
La misma cautela marcó las palabras de Young en la conferencia de prensa ofrecida poco después del primer ministro. "Probablemente sea la mejor pista que tenemos hasta este momento, pero debemos estar allí, encontrarlas, evaluarlas y saber si son realmente significativas o no", advirtió.
Tras analizar las corrientes y las condiciones climáticas, Amsa centró su búsqueda a una superficie de aproximadamente 300.000 kilómetros cuadrados, a 2.600 kilómetros al suroeste de Perth. Las aguas en esas regiones tienen aproximadamente 1.000 metros de profundidad.
Si bien por el momento nada confirma que los objetos "que parecen mecerse sobre las aguas", según palabras de Young, pertenezcan al avión buscado con la colaboración incluso de servicios de inteligencia extranjeros, las coordenadas en las que fueron hallados coinciden con la ruta que podría haber tomado el avión según los cálculos de los especialistas.
Los datos disponibles hasta el momento indican que el avión continuó volando horas después de perder contacto con los radares y tomó una ruta que no se correspondía con la oficial. No fue posible determinar si lo hizo en dirección noreste o suroeste. Sin embargo, como ninguno de los países de la región noroeste informó haber registrado un avión en sus radares, la búsqueda se concentró en la hipótesis que apuntaba hacia el sur.
Las investigaciones barabajan la posibilidad de un secuestro, de un acto terrorista o de un suicidio del piloto.
El primer ministro precisó ante el Parlamento que en las imágenes se divisan dos objetos que podrían pertenecer al Boeing 777-200 de Malaysia Airlines, desaparecido el 8 de marzo con 239 personas a bordo en su ruta desde Kuala Lumpur a Pekín.
Al hacer el hallazgo, los equipos australianos enviaron de inmediato vuelos de inspección al lugar y el operativo fue reforzado desde las aguas con el envío de un barco que debería llegar a destino en las próximas horas y el de un buque de la Marina bien equipado para el caso de tener que cargar objetos.
No obstante, hasta ahora los pilotos reportaron no haber detectado nada llamativo en el lugar, señaló John Young, de las autoridades de seguridad marítima (Amsa) de Australia, país que coordina la búsqueda del avión en el corredor sur, explicó DPA.
Uno de los objetos divisados por satélite mide 24 metros, informó Amsa, que además indicó que esperan obtener en breve imágenes de mejor resolución tras haber redirigido los satélites.
Tanto Young como el primer ministro Abbott advirtieron en sus anuncios que existe la posibilidad de que los objetos no pertenezcan al avión de buscado.
"Debemos tener presente que la tarea de localizar esos objetos será extremadamente difícil", dijo al hacer el anuncio Abbott, quien se comunicó con su par malasio, Najib Razak, para informarle la situación.
La misma cautela marcó las palabras de Young en la conferencia de prensa ofrecida poco después del primer ministro. "Probablemente sea la mejor pista que tenemos hasta este momento, pero debemos estar allí, encontrarlas, evaluarlas y saber si son realmente significativas o no", advirtió.
Tras analizar las corrientes y las condiciones climáticas, Amsa centró su búsqueda a una superficie de aproximadamente 300.000 kilómetros cuadrados, a 2.600 kilómetros al suroeste de Perth. Las aguas en esas regiones tienen aproximadamente 1.000 metros de profundidad.
Si bien por el momento nada confirma que los objetos "que parecen mecerse sobre las aguas", según palabras de Young, pertenezcan al avión buscado con la colaboración incluso de servicios de inteligencia extranjeros, las coordenadas en las que fueron hallados coinciden con la ruta que podría haber tomado el avión según los cálculos de los especialistas.
Los datos disponibles hasta el momento indican que el avión continuó volando horas después de perder contacto con los radares y tomó una ruta que no se correspondía con la oficial. No fue posible determinar si lo hizo en dirección noreste o suroeste. Sin embargo, como ninguno de los países de la región noroeste informó haber registrado un avión en sus radares, la búsqueda se concentró en la hipótesis que apuntaba hacia el sur.
Las investigaciones barabajan la posibilidad de un secuestro, de un acto terrorista o de un suicidio del piloto.
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