16 Marzo 2014
SIN FECHA. Luis De Mitri no anunció cuando dejará su cargo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La versión de que Luis De Mitri, ministro público fiscal, estaba en vías de jubilarse -con el beneficio del 82% móvil- fue confirmada por un informe de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). El documento oficial al que accedió LA GACETA consigna que el organismo solicitó la presentación de la renuncia al jefe de los fiscales de Tucumán.
La documentación relativa al cese de funciones fue requerida a De Mitri el 4 de febrero de este año. Pero el funcionario no entregó aún su dimisión al gobernador José Alperovich, según informaron fuentes gubernamentales. Los mismos interlocutores manifestaron que el trámite ante la Anses no avanzará mientras De Mitri no acredite que efectivamente dimitió. Fuentes de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) añadieron que el titular del Ministerio Público Fiscal y Pupilar no anunció cuándo dejará su despacho en el fuero penal, pese a que inició el trámite ante la Anses el 3 de julio de 2013.
El eventual alejamiento de De Mitri permitirá a Alperovich designar nada menos que al funcionario encargado de preparar y promover la acción de la justicia en defensa del interés público y de los derechos de los ciudadanos procurando sus efectos ante los Tribunales. En ese rol, el titular del Ministerio Público -también comprende a los defensores oficiales- imparte instrucciones a los fiscales; coordina la investigación penal preparatoria; dictamina en los casos que llegan a la CSJT; concurre con voz y sin voto a las reuniones de acuerdo que celebra el alto tribunal; acusa ante ese estrado a los funcionarios no sujetos a juicio político; dictamina en los casos de informes para indulto y conmutación de penas y, entre otras tareas, vigila la recta y pronta administración de Justicia denunciando abusos y malas prácticas que advirtiese en Tribunales.
El cargo de De Mitri resulta fundamental para el establecimiento de una política criminal y la supervisión de su desarrollo, más aún con la perspectiva de una reforma procesal penal que pone énfasis en esas funciones. De modo que no son pocos los candidatos a suceder al ministro público que, a su vez, reemplazó a José Ricardo Falú, máxime en un escenario sin reelección para una veintena de legisladores oficialistas y para el propio gobernador, que ya nombró a tres de los cinco miembros de la Corte: Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse.
De Mitri llegó a su actual puesto por la decisión del ex gobernador Julio Miranda. Su acceso a la jefatura del Ministerio coincidió con el auge de actividad de la extinta Fiscalía Anticorrupción entonces a cargo de Esteban Jerez. Como consecuencia del progreso de pesquisas que involucraban a figuras del oficialismo, De Mitri enfrentó un juicio político en la Legislatura, proceso del que salió indemne. En esa época, el jefe de los fiscales reivindicaba su independencia; pedía más fiscalías (la estructura no creció desde 1991); reclamaba autonomía funcional y financiera para el Ministerio Público, y una policía judicial.
Con el tiempo, De Mitri bajó el perfil. Y aunque está “yéndose” desde julio, este mes pidió y obtuvo la designación de Alfredo De Santis como su relator.
La documentación relativa al cese de funciones fue requerida a De Mitri el 4 de febrero de este año. Pero el funcionario no entregó aún su dimisión al gobernador José Alperovich, según informaron fuentes gubernamentales. Los mismos interlocutores manifestaron que el trámite ante la Anses no avanzará mientras De Mitri no acredite que efectivamente dimitió. Fuentes de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) añadieron que el titular del Ministerio Público Fiscal y Pupilar no anunció cuándo dejará su despacho en el fuero penal, pese a que inició el trámite ante la Anses el 3 de julio de 2013.
El eventual alejamiento de De Mitri permitirá a Alperovich designar nada menos que al funcionario encargado de preparar y promover la acción de la justicia en defensa del interés público y de los derechos de los ciudadanos procurando sus efectos ante los Tribunales. En ese rol, el titular del Ministerio Público -también comprende a los defensores oficiales- imparte instrucciones a los fiscales; coordina la investigación penal preparatoria; dictamina en los casos que llegan a la CSJT; concurre con voz y sin voto a las reuniones de acuerdo que celebra el alto tribunal; acusa ante ese estrado a los funcionarios no sujetos a juicio político; dictamina en los casos de informes para indulto y conmutación de penas y, entre otras tareas, vigila la recta y pronta administración de Justicia denunciando abusos y malas prácticas que advirtiese en Tribunales.
El cargo de De Mitri resulta fundamental para el establecimiento de una política criminal y la supervisión de su desarrollo, más aún con la perspectiva de una reforma procesal penal que pone énfasis en esas funciones. De modo que no son pocos los candidatos a suceder al ministro público que, a su vez, reemplazó a José Ricardo Falú, máxime en un escenario sin reelección para una veintena de legisladores oficialistas y para el propio gobernador, que ya nombró a tres de los cinco miembros de la Corte: Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse.
De Mitri llegó a su actual puesto por la decisión del ex gobernador Julio Miranda. Su acceso a la jefatura del Ministerio coincidió con el auge de actividad de la extinta Fiscalía Anticorrupción entonces a cargo de Esteban Jerez. Como consecuencia del progreso de pesquisas que involucraban a figuras del oficialismo, De Mitri enfrentó un juicio político en la Legislatura, proceso del que salió indemne. En esa época, el jefe de los fiscales reivindicaba su independencia; pedía más fiscalías (la estructura no creció desde 1991); reclamaba autonomía funcional y financiera para el Ministerio Público, y una policía judicial.
Con el tiempo, De Mitri bajó el perfil. Y aunque está “yéndose” desde julio, este mes pidió y obtuvo la designación de Alfredo De Santis como su relator.
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