Ahora, cada árbol tendrá nombre y apellido

Ahora, cada árbol tendrá nombre y apellido

En dos semanas, la Municipalidad comenzará a realizar el primer censo integral de árboles. Consecuencias del vandalismo

MALTRATO. El tronco de un árbol fue “tallado” por vándalos. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
10 Marzo 2014
¿Cuál es el estado de los más de 300.000 árboles que posee la ciudad? Hasta el momento, el diagnóstico se conoce apenas por algunos relevamientos sectorizados. Sin embargo, en dos semanas comenzará un censo integral de todos los ejemplares de la ciudad. Además de poder conocer específicamente el estado de cada ejemplar, la información será digitalizada para que los vecinos puedan acceder a la “historia clínica” de todos los árboles de la vía pública, incluyendo los de nuestra propia vereda.

“En 15 días empezará un relevamiento para tener un registro de cada árbol (especie, salud, características), que nos servirá a nosotros para los programas de mantenimiento y seguimiento de especies. Además, es otra manera de incorporar al arbolado como verdadero patrimonio de la ciudad”, indicó Jorge Boggiato, titular de la Dirección de Espacios Verdes capitalina.

Según explicó el funcionario, en la primera etapa se censarán los ejemplares dentro de las cuatro avenidas. Para llevar adelante el proyecto se tomarán pasantes de la carrera de Agronomía y se cerrará un convenio con la empresa EDET, que brindará el apoyo tecnológico para digitalizar los resultados del censo. “Tendremos la información disponible en la pagina web del Municipio. Será realmente algo novedoso, por la envergadura que tendrá; si bien se realizan relevamientos del microcentro todos los años, este es el primero que incluirá todas los barrios”, completó Boggiato.

Escollos para árboles

Según consignó Boggiato, si bien el desarrollo de la ciudad limita el espacio que dispone el árbol para crecer, el mayor enemigo de los árboles es el vandalismo. “Hay muchos servicios que exige el ciudadano y que limitan el espacio de cada árbol. En cuanto al vandalismo, indudablemente que la zona más afectada es el microcentro. Las cercanías de las escuelas también son sitios donde los árboles sufren los maltratos”, consignó el funcionario. Aproximadamente el 40% de los árboles de este sector sufre actos de vandalismo, indicó el titular del área.

En este sentido, Alfredo Grau, ingeniero agrónomo, coincidió con el director de Espacios Verdes sobre el inconveniente del vandalismo. “El vandalismo es el problema número uno del arbolado. Esto afecta el rejuvenecimiento del arbolado, porque impide reponer los ejemplares. No hay manera de saber la proporción de vecinos que daña los árboles, no hace falta que la mayoría maltrate los árboles para hacer visibles las consecuencias”, explicó Grau, uno de los editores de la “Guía del arbolado de Tucumán”.

Por otro lado, Grau explicó cómo el crecimiento del conglomerado urbano en las últimas décadas ha provocado el calentamiento de la zona urbana, por lo que la cantidad de árboles es fundamental para aligerar el efecto de “horno de cemento”. En este contexto, la diferencia de la temperatura entre una calle arbolada y otra sin árboles -en un día de extremo calor- puede llegar a los 10 grados.

“Este fenómeno de calentamiento generalizado de la zona urbana es un proceso que está asociado directamente al aumento del tamaño del sector urbano. Desde el año 72 hasta la actualidad, el Gran San Miguel de Tucumán ha aumentado más de cuatro veces su superficie (4.117 hectáreas en 1972 y 17.980 en 2007)”, explicó. De esta manera, se genera lo que se denomina “isla de calor urbana”, por la extensión de terreno edificado con superficie de cemento, que absorbe el calor y lo libera gradualmente.

“Para dar una idea de esto, considerando los calores específicos del cemento y del aire, un metro cuadrado de cemento de 15 cm de profundidad que se caliente 10° tiene calor suficiente como para elevar 2° la temperatura de una columna de aire de 1 km de alto. Eso es lo que sucede en la ciudad: el cemento se calienta, almacena calor, lo trasmite al aire circundante y entonces la ciudad queda dentro de una gran burbuja de aire caliente”, detalló el especialista.

Basura y daños.- En Barrio Sur, los pequeños naranjos y otros ejemplares de poca altura se convierten en las víctimas predilectas de los vándalos. No es extraño encontrar árboles jóvenes quebrados, motos y bicicletas encadenadas a sus troncos y mucha basura en sus tazas. “La gente no los respeta. Da la impresión de los consideran cosas a la que se le puede hacer de todo: ensuciarlos, podarlos sin ningún tipo de conocimiento, romper sus ramas, pintarlos... Todos los días descubrimos algún árbol que fue víctima de algún bárbaro”, se quejó María Brito en Lavalle al 200.

Más inseguridad.- “Acá hay un problema grave: nadie se ocupa de estos árboles ¿Cree que alguna vez hemos visto a alguien de la Municipalidad que venga a podarlos o a mantenerlos en buen estado? En estas cuadras hay buena iluminación, pero resulta que estos arbolitos oscurecen las veredas. Deberían podarlos de manera tal que no generen oscuridad, porque incrementan la inseguridad. Justamente, los robos y los arrebatos representan algunos de los problemas más graves de esta zona”, renegó un comerciante de Rondeau al 200 que prefirió no decir su nombre.

En las paradas de los colectivos.- Los árboles que se encuentran cerca de las escuelas y de las paradas de colectivos son algunos de los que más daños sufren. En estos lugares no es extraño encontrar ejemplares a los que les “tallaron”, nombres, leyendas y otros tipos de inscripciones. “Los chicos no perdonan nada. Mientras esperan el colectivo se entretienen rompiendo los árboles”, se quejó Laura López, una vecina de Las Heras al 400.

Muy cerca de los residuos.- A causa de la desidia, los árboles y la basura se encuentran íntimamente relacionados en la ciudad. Sucede que muchas de sus tazas se convirtieron en basureros: las personas arrojan dentro de ellas todo tipo de desperdicios: botellas, bolsas, pañales, papeles, restos de alimentos... Es decir, cuando uno mira el interior de estos espacios, en vez de descubrir la tierra de la que emerge el árbol, sólo encuentra porquerías. Además, hay quienes adhieren a los troncos los cestos en los que dejan las bolsa para que se las lleve el basurero.

Proyectos verdes en las peatonales.- En el diseño original de las peatonales Mendoza y Muñecas se incluyeron naranjos agrios. Sin embargo, debido a cuestiones climáticas, estos ejemplares no prosperaron de la manera esperada, por lo que hay muchos árboles enfermos. Según indicó Jorge Boggiato, titular de Espacios Verdes, se prevé modificar la fisionomía de las peatonales reemplazando los naranjos enfermos por lapachos amarillos y rosados que serán plantados en nuevas tazas. El objetivo es que dentro de algunos años las copas de esos árboles generen sombra y frescura en las peatonales.

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