03 Marzo 2014
“Durante los primeros 10 o 12 años de vida, el 80% de todo lo que aprende un niño suele ingresar por los ojos”, destaca el doctor Ramiro Diez Olea, especialista en Salud Visual Infantil del Instituto de Ojos “Hugo Daniel Nano”, de Buenos Aires.
Justamente por eso, hace unos años se estableció que los chicos que ingresan a la primaria se realicen un test de aptitud visual. También por ese motivo, los primeros días de clase sirven para que padres o docentes detecten si los niños están sufriendo algún problema en la visión.
El oftalmólogo tucumano Alejandro Lavaque destacó que los trastornos visuales más frecuentes que afectan a los niños son las alteraciones en la refracción, como la miopía (mala visión de lejos), astigmatismo e hipermetropía (diferentes tipos de dificultad para enfocar correctamente, ya sea de lejos o de cerca). “En estos casos, el chico suele necesitar anteojos para corregir el problema”, subrayó.
El doctor Diez Olea, por su parte, también menciona trastornos como la ambliopía, que se produce cuando un ojo es débil o tiene menor fuerza visual. Este trastorno también es conocido como “ojo perezoso”. Otro problema es el estrabismo, que es cuando hay una desviación de un ojo.
Otros trastornos menos frecuentes pero igualmente importante son problemas de presión ocular, inflamaciones y hasta presencia de cataratas, que el niño puede tener de forma congénita.
Una vez al año
Lavaque resaltó que todas estas afecciones pueden detectarse con un examen ocular. “En general, cuando antes se realice la detección del problema, los tratamientos suelen dar mejores resultados. Esto remarca la importancia de llevar a los niños a la consulta del oftalmólogo una vez al año”, advirtió.
Lavaque puntualizó que padres y maestros suelen darse cuenta de los signos y síntomas de estos problemas antes que el propio niño. “Lo que verán son dificultad al hacer las tareas escolares, falta de atención, ojos rojos, frote frecuente y molestias por la luz. Estas actitudes deben llamar la atención y ser motivo de una consulta oftalmológica”, comentó.
Buenos hábitos
“El cuidado de la visión forma parte del cuidado general. Los buenos hábitos son importantes. Por ejemplo, una dieta equilibrada y actividad física adecuada para la edad ayudan a todo el organismo y a los ojos también”, sostuvo Lavaque.
El especialista aclaró que el uso de computadoras y de teléfonos celulares no son particularmente dañinos para la vista. “Aunque como en estos tiempos se suele abusar de estos dispositivos, puede ser conveniente alternar períodos de descanso entre el uso de la computadora, la TV y teléfono celular”, recomendó.
Justamente por eso, hace unos años se estableció que los chicos que ingresan a la primaria se realicen un test de aptitud visual. También por ese motivo, los primeros días de clase sirven para que padres o docentes detecten si los niños están sufriendo algún problema en la visión.
El oftalmólogo tucumano Alejandro Lavaque destacó que los trastornos visuales más frecuentes que afectan a los niños son las alteraciones en la refracción, como la miopía (mala visión de lejos), astigmatismo e hipermetropía (diferentes tipos de dificultad para enfocar correctamente, ya sea de lejos o de cerca). “En estos casos, el chico suele necesitar anteojos para corregir el problema”, subrayó.
El doctor Diez Olea, por su parte, también menciona trastornos como la ambliopía, que se produce cuando un ojo es débil o tiene menor fuerza visual. Este trastorno también es conocido como “ojo perezoso”. Otro problema es el estrabismo, que es cuando hay una desviación de un ojo.
Otros trastornos menos frecuentes pero igualmente importante son problemas de presión ocular, inflamaciones y hasta presencia de cataratas, que el niño puede tener de forma congénita.
Una vez al año
Lavaque resaltó que todas estas afecciones pueden detectarse con un examen ocular. “En general, cuando antes se realice la detección del problema, los tratamientos suelen dar mejores resultados. Esto remarca la importancia de llevar a los niños a la consulta del oftalmólogo una vez al año”, advirtió.
Lavaque puntualizó que padres y maestros suelen darse cuenta de los signos y síntomas de estos problemas antes que el propio niño. “Lo que verán son dificultad al hacer las tareas escolares, falta de atención, ojos rojos, frote frecuente y molestias por la luz. Estas actitudes deben llamar la atención y ser motivo de una consulta oftalmológica”, comentó.
Buenos hábitos
“El cuidado de la visión forma parte del cuidado general. Los buenos hábitos son importantes. Por ejemplo, una dieta equilibrada y actividad física adecuada para la edad ayudan a todo el organismo y a los ojos también”, sostuvo Lavaque.
El especialista aclaró que el uso de computadoras y de teléfonos celulares no son particularmente dañinos para la vista. “Aunque como en estos tiempos se suele abusar de estos dispositivos, puede ser conveniente alternar períodos de descanso entre el uso de la computadora, la TV y teléfono celular”, recomendó.
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