02 Marzo 2014
PREMIO DORADO. Los Oscar miden 34 centímetros y pesan 3,85 kilos.
HOLLYWOOD.- ¿Los pies fríos sobre una alfombra roja mojada? Nadie quiere imaginarse una estampa así en la noche más glamorosa del año, pero las previsiones para el fin de semana en California auguran fuertes lluvias. Por eso, un revestimiento transparente de plástico protege la pasarela por la que desfilarán las estrellas de Hollywood a las puertas del Dolby Theatre.
Entre escotes y hombros al descubierto, será difícil evitar el fresco, aunque con las preparaciones de último minuto entren también los sudores. De las fiestas pre Oscar al modisto, de los ensayos sobre el escenario al salón de belleza... Eso sí, a estas alturas ya es demasiado tarde para someterse al llamado “vampire facelift”. “Los famosos ya lo hicieron hace uno o dos meses”, explica Devin Stone, director de una compañía especializada en este tipo de tratamientos cosméticos. Y éste “está totalmente de moda” en Hollywood.
El “vampire facelift” o bioestimulación cutánea no es un lifting al uso. Consiste en extraer una muestra de sangre del paciente, normalmente del brazo, para obtener el plasma que luego vuelve a inyectarse en el rostro. “Así, la piel se estimula y rejuvenece de forma natural”, aclara Stone. Sus efectos son visibles al cabo de unas semanas, añade, señalando que no puede revelar el nombre de sus pacientes.
Quienes tengan la intención de lucir bronceado pueden confiar en maquilladores como Kip Zachary, que por estos días está sumamente atareado. En esta temporada de premios, Zachary confiesa que ha visto maquillajes “muy llamativos y osados” y que la keniana nacida en México Lupita Nyong’o está marcando tendencia. La actriz, que compite en la categoría de reparto por el drama “12 de esclavitud”, ha conquistado con sus apariciones sobre la alfombra roja.
Tanto Nyong’o como Sandra Bullock o Meryl Streep están en la lista de invitadas al cóctel “Mujeres en el cine”, una de las decenas de fiestas previas a los Oscar. Además, hay “swag suites” con regalos para los nominados y otras estrellas en ciernes, patrocinados por empresas que los agasajan con cremas antiarrugas, joyas o escapadas a un spa.
En la noche del domingo, la cocina de Wolfgang Puck también echará humo. Y es que inmediatamente después de la gala, el chef de origen austríaco se encarga de organizar la “Governors Ball” para 1.500 estrellas. Incluso “supera” a la eterna candidata Meryl Streep, pues son sus vigésimos Oscar, frente a las 18 nominaciones de la actriz.
Como aperitivo habrá miles de tiras de salmón salvaje enrolladas en forma de estatuilla y para que los veganos, como la maestra de ceremonias Ellen DeGeneres, no pasen hambre, se servirá un plato de calabaza y pasteles de quinoa picantes. El toque austríaco del chef quedará patente con pequeñas porciones de “Wiener Schnitzel” y “Gulasch”, aunque no será una cena de mantel con protocolo de invitados, sino más bien un relajado cóctel en el que las estrellas podrán circular y charlar a su antojo. (DPA)
Entre escotes y hombros al descubierto, será difícil evitar el fresco, aunque con las preparaciones de último minuto entren también los sudores. De las fiestas pre Oscar al modisto, de los ensayos sobre el escenario al salón de belleza... Eso sí, a estas alturas ya es demasiado tarde para someterse al llamado “vampire facelift”. “Los famosos ya lo hicieron hace uno o dos meses”, explica Devin Stone, director de una compañía especializada en este tipo de tratamientos cosméticos. Y éste “está totalmente de moda” en Hollywood.
El “vampire facelift” o bioestimulación cutánea no es un lifting al uso. Consiste en extraer una muestra de sangre del paciente, normalmente del brazo, para obtener el plasma que luego vuelve a inyectarse en el rostro. “Así, la piel se estimula y rejuvenece de forma natural”, aclara Stone. Sus efectos son visibles al cabo de unas semanas, añade, señalando que no puede revelar el nombre de sus pacientes.
Quienes tengan la intención de lucir bronceado pueden confiar en maquilladores como Kip Zachary, que por estos días está sumamente atareado. En esta temporada de premios, Zachary confiesa que ha visto maquillajes “muy llamativos y osados” y que la keniana nacida en México Lupita Nyong’o está marcando tendencia. La actriz, que compite en la categoría de reparto por el drama “12 de esclavitud”, ha conquistado con sus apariciones sobre la alfombra roja.
Tanto Nyong’o como Sandra Bullock o Meryl Streep están en la lista de invitadas al cóctel “Mujeres en el cine”, una de las decenas de fiestas previas a los Oscar. Además, hay “swag suites” con regalos para los nominados y otras estrellas en ciernes, patrocinados por empresas que los agasajan con cremas antiarrugas, joyas o escapadas a un spa.
En la noche del domingo, la cocina de Wolfgang Puck también echará humo. Y es que inmediatamente después de la gala, el chef de origen austríaco se encarga de organizar la “Governors Ball” para 1.500 estrellas. Incluso “supera” a la eterna candidata Meryl Streep, pues son sus vigésimos Oscar, frente a las 18 nominaciones de la actriz.
Como aperitivo habrá miles de tiras de salmón salvaje enrolladas en forma de estatuilla y para que los veganos, como la maestra de ceremonias Ellen DeGeneres, no pasen hambre, se servirá un plato de calabaza y pasteles de quinoa picantes. El toque austríaco del chef quedará patente con pequeñas porciones de “Wiener Schnitzel” y “Gulasch”, aunque no será una cena de mantel con protocolo de invitados, sino más bien un relajado cóctel en el que las estrellas podrán circular y charlar a su antojo. (DPA)
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