Lebbos: "Es un dolor terrible que el nombre de mi hija este relacionado con la palabra impunidad"

Lebbos: "Es un dolor terrible que el nombre de mi hija este relacionado con la palabra impunidad"

Alrededor de mil personas marcharon por Paulina Lebbos en plaza Independencia para pedir justicia por el crimen de la joven, ocurrido en 2006.

LA GACETA/ FOTO DE JOSÉ INESTA. LA GACETA/ FOTO DE JOSÉ INESTA.
26 Febrero 2014
Hoy se cumplen ocho años del crimen de Paulina Lebbos. Y como cada 26 de febrero, la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad, encabezada por el padre de la joven asesinada, Alberto Lebbos, realizó una marcha y concentración en plaza Independencia. El acto central comenzó a las 20, y convocó a alrededor de mil personas. Junto a particulares, caminaron columnas de distintas agrupaciones.

"Esta marcha no es solo por Paulina, sino por todas las víctimas de la impunidad del país", dijo Lebbos al comienzo de su discurso. "Es un dolor terrible que el nombre de mi hija Paulina este relacionado con la palabra impunidad", agregó. En otro momento, acusó al gobernador y a su esposa por la lentitud con la que se investigó el crimen: "el matrimonio Alperovich-Rojkés hizo todo lo posible para que el crimen de quede impune", acusó. "No me voy a cansar de marchar cada martes por Paulina. Una vez marchamos con Yesy, que esta a mi lado, solitos", recordó.

Luego de la marcha, pasadas las 22, comenzó un recital. Previamente, a las 17, se hizo una muestra audiovisual, una radio abierta y presentaciones de artistas plásticos y teatrales.

En la madrugada del 26 de febrero, Paulina Lebbos salió a bailar a un boliche de la zona de El Abasto. Según afirmó su amiga, Virginia Mercado, se retiraron pasadas las 6 y tomaron un remise en avenida Alem y pasaje Gutiérrez.  Mercado se bajó en su domicilio y Paulina seguiría viaje hasta la casa de César Soto (su novio y padre de su hija) en Estados Unidos al 1.200. Fue la última vez que se la vio, según este relato.

El cuerpo de Paulina fue encontrado el 11 de marzo por dos baqueanos, a la altura del kilómetro 2,8 de la ruta 341, en la localidad de Tapia. Entre 2007 y 2012 prácticamente no hubo medidas judiciales determinantes. Ese es uno de los argumentos en los que se basa Alberto Lebbos, el padre de Paulina, para acusar al Gobierno provincial de encubrir a los homicidas. 

Remiseros, vecinos, su novio y los "hijos del poder" forman parte de la larga lista de sospechosos. Aunque se barajan varias hipótesis, no hay no sola firme.









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