26 Febrero 2014
La agrupación Naranja (docentes universitarios) y el Plenario de Trabajadoras protestaron en el Rectorado para exigir que reincorporen a Érika Moeykens, empleada embarazada de trillizos, dejada sin trabajo de la Acción Social de la UNT (Asunt). Tras la protesta, la recibieron el secretario Académico, Edgardo Cutín, y el subsecretario de Bienestar Estudiantil Sergio Aragón. LA GACETA habló con el titular de Asunt, Pedro Rollán. “La habíamos tomado con un contrato a término, que venció el 19 de diciembre. Ya habíamos decidido no renovar el contrato, y ahí ella queda embarazada”, dijo. Moeykens lo desmintió. “Hace más de un año que estoy en tratamiento de fertilidad, por Asunt. Además, el 12 de diciembre presenté certificado para entrar al plan materno infantil. El embarazo está notificado antes de que ellos decidan dejarme sin trabajo”, dijo. Ella presentó una denuncia por discriminación en el Inadi -“las esposas de dos compañeros de la oficina están embarazadas, y a ellos les renovaron el contrato”- y un recurso de amparo en la Justicia. Rollán dijo que le ofrecieron un contrato por 18 meses, pero que no aceptó: “no quiere desistir de la demanda”. Moeykens negó esto. “Si estamos negociando, uno desistirá de la demanda; pero me pide que desista de mis derechos. Eso implica que yo niegue que se me discriminó, y que no pueda accionar judicialmente a futuro”, cuestionó.
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