23 Febrero 2014
“La situación en San Javier se debió a las fuertes lluvias que cayeron a lo largo de la última semana en las proximidades de la toma de agua que hay en Anfama. Estas violentas lluvias obligaron a cerrar el paso a causa del barro y los sedimentos arrastrados, para evitar que se dañe el acueducto”. De esta manera el ingeniero Sergio López, Gerente de Planificación e Infraestructura de la SAT, explicó el motivo de los problemas de abastecimiento que castigaron a los vecinos de la villa en los últimos días.
El viernes, vecinos de esa localidad indicaron a LA GACETA que llevaban 10 días sin servicio y que la situación había llevado a que una de las hosterías cancele su actividad a causa de los caños secos.
El funcionario indicó que, a causa de que terminaron las crecidas en el río Grande, el agua volvió a ingresar a la planta que abastece a la villa y la presión se normalizará. A su vez, agregó que las obras realizadas mejoraron la situación de la red en la zona.
“Seis años atrás, las interrupciones eran continuas. Antes ingresaban unos 100 metros cúbicos por hora al acueducto de Anfama, y ahora ingresan 250. Esto se logró gracias a los trabajos de reconstrucción del azud (presa pequeña para tomar agua del cauce) y limpieza de los piletones, lo que aumentó el caudal”, explicó. También comentó que cambiaron las cañerías de asbesto por caños de PVC, reduciendo las roturas.
La situación en la zona es compleja, no sólo por su geografía, sino también por irregularidades en el empadronamiento, según comentaron los funcionarios de la SAT. “Esto se nota en el desfasaje entre los 200 clientes que tenemos en una villa con 450 viviendas. Muchos no hicieron las conexiones como corresponden y la red no puede dar abasto. Es fundamental hacer pedidos de informes de factibilidad y asesoramiento a la SAT antes de construir”, recomendó López.
El viernes, vecinos de esa localidad indicaron a LA GACETA que llevaban 10 días sin servicio y que la situación había llevado a que una de las hosterías cancele su actividad a causa de los caños secos.
El funcionario indicó que, a causa de que terminaron las crecidas en el río Grande, el agua volvió a ingresar a la planta que abastece a la villa y la presión se normalizará. A su vez, agregó que las obras realizadas mejoraron la situación de la red en la zona.
“Seis años atrás, las interrupciones eran continuas. Antes ingresaban unos 100 metros cúbicos por hora al acueducto de Anfama, y ahora ingresan 250. Esto se logró gracias a los trabajos de reconstrucción del azud (presa pequeña para tomar agua del cauce) y limpieza de los piletones, lo que aumentó el caudal”, explicó. También comentó que cambiaron las cañerías de asbesto por caños de PVC, reduciendo las roturas.
La situación en la zona es compleja, no sólo por su geografía, sino también por irregularidades en el empadronamiento, según comentaron los funcionarios de la SAT. “Esto se nota en el desfasaje entre los 200 clientes que tenemos en una villa con 450 viviendas. Muchos no hicieron las conexiones como corresponden y la red no puede dar abasto. Es fundamental hacer pedidos de informes de factibilidad y asesoramiento a la SAT antes de construir”, recomendó López.
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