Están hartos de los asaltos y ni el "botón antipático" los salva

Están hartos de los asaltos y ni el "botón antipático" los salva

Arrebataron una cartera, asaltaron a un joven y robaron una carnicería. En Perú al 3.000, casi desvalijaron un comercio. En Perú, entre República del Líbano y 12 de octubre los robos son moneda corriente.

INDEFENSOS. Los vecinos tienen hace dos meses el sistema “antipático”, pero no cesan los asaltos. LA GACETA / FOTO DE MIGUEL VELARDEZ INDEFENSOS. Los vecinos tienen hace dos meses el sistema “antipático”, pero no cesan los asaltos. LA GACETA / FOTO DE MIGUEL VELARDEZ
23 Febrero 2014
Los vecinos del barrio El Bosque no necesitan buscar en el diccionario la palabra “inseguridad”. La viven a diario. Dos asaltos producidos hace dos días fue la gota que rebalsó el vaso.

El viernes a las 21.30 dos ladrones en moto perpetraron un asalto en una carnicería ubicada en 12 de octubre y Perú. “Estaba la dueña con una cliente. Bajaron dos de una moto y uno de ellos le apuntó con un arma a la mujer en las costillas”, comentó Mónica, una vecina. “Le quitaron algo de plata y se fueron”, relató. “Me llamó la atención que horas antes en la parada del colectivo estaba un muchacho que miraba para todos lados”, agregó Mónica.

Dos horas después un joven sufrió un intento de asalto a pocos metros. “Caminaba por calle Perú hacia República del Líbano cuando fui sorprendido por tres delincuentes en moto. Dos se bajaron y uno de ellos intentó quitarme la remera y lo empujé”, relató Carlos Maidana. “Comencé a gritar y uno de ellos me pegó en la cabeza. Después huyeron en la moto por la Perú hacia el este”, narró el joven.

Marta Dandrea también fue víctima de un asalto en la zona, el miércoles cerca de las 16. “Estaba en la parada de Perú y República del Libano junto a mi marido esperando el colectivo”, señaló. “Eran tres en moto. Uno se bajó, lo empujó a mi marido y me quitó la cartera”, recordó.

Los vecinos comentaron que en los primeros minutos del viernes la Policía logró detener a tres menores que estaban merodeando por el lugar.

Desde hace dos meses los vecinos tienen instalado un “botón antipánico” que los mantiene en alerta, pero no tranquilos. “La semana pasada vi a un muchacho que se tambaleaba e intentaba abrir las puertas de las viviendas”, señaló Teresa. “Pulsé la alarma y salieron todos. Eso posibilitó que huyera. Pero a los minutos lo vimos correr con algo pesado entre sus brazos”, rememoró.

Ricardo Sannín fue irónico. “Todavía estamos esperando la llegada del 911. Esto es tierra de nadie y más con la poca iluminación del alumbrado público”, renegó.

Otra vecina -que prefirió no dar su nombre- contó que se encontró con una fea imagen ayer a la mañana cuando fue a realizar la denuncia en la seccional 6ª. “Las instalaciones son un desastre”, describió. “Un oficial que nos atendió nos confesó que no tienen móvil desde el año pasado y que el 911 les quitó 10 efectivos”, confesó la mujer. Los vecinos solicitaron la presencia de un policía en el lugar, pero en la comisaría les respondieron que “iban a consultar”.

Dos jóvenes armados

Juan -pidió reservar su apellido- atiende un local de ropa en Perú al 3.000. El viernes a la mañana, dos delincuentes se hicieron pasar por clientes y lo asaltaron. “Uno me preguntó si tenía pantalón chupín, el otro se acercó al dispenser y me pidió un vaso para tomar agua. Cuando me di vuelta, me encañonaron desde atrás”, relató la víctima.

“Dame la caja”, le exigieron. Asustado, Juan metió la mano en el bolsillo y sacó su celular, además de $ 600. Pero los asaltantes insistían en llevarse una suma mayor. “Uno de ellos se acercó a la vitrina y sacó todos los relojes”, describió el hombre, e indicó que había unos 25 relojes por el valor de unos $ 500 cada uno. “Después sacaron zapatillas, ropa, el monitor de la computadora y $ 10.000 que estaban guardados en un estante”, contabilizó.

Según pudo calcular la víctima cuando vio la filmación de la cámara de seguridad, el asalto duró ocho minutos. Los ladrones cargaron el botín dentro de un bolso que también levantaron del local y salieron a la calle, donde se subieron a una moto celeste. “Le dieron arranque como tres veces y la moto no andaba. Hasta eso una vecina tuvo tiempo de tomar nota de la chapa patente”, contó Juan.

La denuncia fue realizada en la Dirección General de Investigación Criminal y Delitos Complejos, donde dejaron una copia del video. “Los policías tienen toda la información para encontrarlos”, advirtió el comerciante.

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