San Javier está sin agua: se cancelaron las reservas hoteleras

San Javier está sin agua: se cancelaron las reservas hoteleras

Los grifos están secos desde hace 10 días. Los vecinos juntan agua de lluvia para lavar. La SAT inhabilitó el acueducto de Anfama

JUNTAN AGUA DE LLUVIA. Sin poder recibir turistas, la pileta de un hostel sirve para retener el agua de las precipitaciones que servirá para la limpieza. la gaceta / fotos de inés quinteros orio JUNTAN AGUA DE LLUVIA. Sin poder recibir turistas, la pileta de un hostel sirve para retener el agua de las precipitaciones que servirá para la limpieza. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
22 Febrero 2014

“¡La cosa no da para más!” dice sin poder disimular su enojo Marcelo Walter Gálvez. Está esperando el 118, parado sobre la ruta, junto a grandes bolsos con ropa que lleva para lavar en la casa de un pariente en Yerba Buena. “Mañana (por hoy) sin falta cortamos la ruta”, advierte. Así están todos los vecinos de San Javier desde hace 10 días. No pueden extraer una sola gota de agua de sus cañerías. Los hoteles han tenido que dar de bajas las reservas, salvo uno de cuatro estrellas que hace traer tanques cisternas en forma particular.

En el CIC de San Javier todo el personal, hasta el director, el doctor Gonzalo Vildoza, lleva su botellita de agua. “El problema mayor es la gente que no tiene dinero para comprar agua mineral. Aquí le damos las pastillas potabilizadoras y con eso se manejan para cocinar, para los chicos, para todo ...”, comenta una enfermera. Las consecuencias están a la vista: más diarreas, más chicos con dolor de panza y vómitos. En una semana se han atendido 28 casos de diarrea, lo que es mucho en una zona de influencia de 600 personas. También en el CIC deben juntar agua de lluvia para poder limpiar los baños.

“En plenas vacaciones estamos rechazando reservas porque no tenemos agua”, rezonga Fabián Duarte, encargado de la hostería Imanay. La hostería está vacía. “Veníamos bien con cortes de 12 horas. Uno juntaba agua por la noche y tiraba, pero 10 días es demasiado. He tenido que suspender la actividad de los empleados de limpieza y jardín porque no tiene sentido”, protesta Bárbara Albani, gerente del hostel San Javier. La pileta del establecimiento fue convertida en un reservorio de agua de lluvia, justo lo que propone el Ministerio de Salud que no se haga para impedir la proliferación del dengue.

Si no fuera por el agua de lluvia que junta en su pileta el baño de la hostería no funcionaría. “Recién ahora, después de tanto pedir, la comuna nos mandó un camión cisterna y me llenó uno de los tanques, pero no es la solución. La poca agua que había salía turbia. Me quedé muy preocupada porque los últimos viajeros se fueron descompuestos”, reconoce la joven empresaria.

Amalia Lucero, la almacenera de la villa, no tuvo la misma suerte que Bárbara. “Vi por la ventana que pasaba el camión cisterna repartiendo agua pero justo sonó el teléfono y fui a atender. Cuando salí, ya se habían ido”, reniega la sanluiseña y tucumana por adopción.

A doña Amalia se le llenan los ojos de lágrimas. Es temperamental y no puedo soportar tanta injusticia. Hace 45 años que su marido la trajo a vivir a San Javier y siempre estuvo el problema del agua. “Lo que no soporto es el maltrato. Cada vez que hablo por teléfono a la SAT, al 4257040 me contestan mal. Una vez me mandaron a que me vaya a Las Cordobesas a ver que está con agua. ¡Pero si le reclamo que no tengo el servicio! Otra vez me dijeron: ‘con usted no se puede hablar porque no entiende nada’. ¿Esa es manera de tratar a una señora que paga por el servicio que no tiene?”, se pregunta con impotencia.

“Cuando se rompen los caños - que son muy finitos - la SAT viene a arreglarlos pero deja todo destapado. El mes pasado cayó un caballo en el hoyo que dejaron, el animal murió y en vez de sacarlo, lo dejaron adentro y lo taparon con tierra”, denuncia un vecino a pocos metros de una casa de venta de chacinados.

Una larga historia

1
La falta de agua es crónica desde hace décadas en San Javier. Después de 11 años, en 1961 quedó terminado el acueducto de Anfama.

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2
El acueducto no funcionaba bien por falta de mantenimiento. En 2007 se firma un convenio entre la SAT y la UNT para repararlo con una inversión de $ 8 millones.

3
En 2010 el acueducto se arregla, pero los problemas en el suministro siguen. Hoy la comuna cuenta con tanques de 32.000 litros y otro de 7.500 litros para paliar la situación.

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