21 Febrero 2014
JUEGOS. Ricardo y Laura enseñan a jugar con un disco a jóvenes tucumanos. foto de fundación león
Laura Motis y Ricardo Madeira son una joven pareja española - portuguesa que hace tres años emprendió el sueño de sus vidas: recorrer el mundo mientras conocen qué aprenden los chicos en sus tiempos libres. Ambos son docentes: él, de Educación Física y ella, de Arte. En Tucumán estuvieron en el comedor La Cartujana y en el parque Guillermina con los voluntarios de la Fundación León. Allí compartieron y les enseñaron a jugar con un disco (Ultimate).
“No se puede hablar de dos modelos iguales, cada lugar tiene su espacio educativo y los gobiernos impulsan diferentes sistemas. Pero podríamos considerar que en general, en América Latina, hay menos trabajo en colaboración, la escuela trabaja unos valores y contenidos pero el tiempo libre no está tan guiado o motivado por entidades, asociaciones o personas, que ayuden a desarrollar actividades fuera del horario lectivo”, observa Ricardo. “En España - en cambio- hay dos ámbitos educativos definidos: uno que llamaríamos formal (es la escuela obligatoria) y otro no formal (extracurricular). Las realidades son diferentes pero creemos que pueden trabajarse los valores y las habilidades y herramientas de la misma manera que en la escuela para poder empoderar a la gente, hacerla crítica y conseguir un futuro en calidad de vida y dignidad”, conjetura Laura.
En España ella trabajaba en una escuela para chicos excluídos. “Buscamos darles alternativas para sus vidas fuera de las aulas. La idea era crearles oportunidades para cuando salgan de los establecimientos. El mundo es muy duro, por eso queríamos darles alternativas para que vivan como buenas personas y consigan hacer lo que ellos quieran”, añade Laura. La pareja ya partió de Tucumán hacia Asia, Indonesia y Nueva Zelanda. Todas sus experiencias las vuelcan en la web (nunoikablog.blogspot.com).
“No se puede hablar de dos modelos iguales, cada lugar tiene su espacio educativo y los gobiernos impulsan diferentes sistemas. Pero podríamos considerar que en general, en América Latina, hay menos trabajo en colaboración, la escuela trabaja unos valores y contenidos pero el tiempo libre no está tan guiado o motivado por entidades, asociaciones o personas, que ayuden a desarrollar actividades fuera del horario lectivo”, observa Ricardo. “En España - en cambio- hay dos ámbitos educativos definidos: uno que llamaríamos formal (es la escuela obligatoria) y otro no formal (extracurricular). Las realidades son diferentes pero creemos que pueden trabajarse los valores y las habilidades y herramientas de la misma manera que en la escuela para poder empoderar a la gente, hacerla crítica y conseguir un futuro en calidad de vida y dignidad”, conjetura Laura.
En España ella trabajaba en una escuela para chicos excluídos. “Buscamos darles alternativas para sus vidas fuera de las aulas. La idea era crearles oportunidades para cuando salgan de los establecimientos. El mundo es muy duro, por eso queríamos darles alternativas para que vivan como buenas personas y consigan hacer lo que ellos quieran”, añade Laura. La pareja ya partió de Tucumán hacia Asia, Indonesia y Nueva Zelanda. Todas sus experiencias las vuelcan en la web (nunoikablog.blogspot.com).
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