21 Febrero 2014
TRABAJO. La entrada al Súper Rugby implicaría competencia de alta exigencia para los jugadores contratados por la UAR.
Mientras Argentina dormía, al otro del mundo se definía una de las negociaciones más trascendentales para el futuro de su rugby a nivel nacional: la obtención de una franquicia en el Súper Rugby. Exactamente a las 4.36 de la mañana, la Sanzar (entidad que fusiona a las Uniones de Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia) emitió un comunicado en el que anunció un modelo de Súper Rugby para 2016 que incluirá un equipo argentino. También se incorporará un sexto equipo sudafricano, Souther Kings.
Agustín Pichot, factótum de la incorporación de Argentina al certamen por equipos más competitivo del Hemisferio Sur (y para muchos, del mundo), viajó a Sydney para concretar con Greg Peters, CEO de la Sanzar, una negociación que viene desarrollándose desde hace ya un buen tiempo.
“La reunión fue otro paso importante para decidir el futuro del Súper Rugby. Este nuevo modelo (el que incluye un equipo de la UAR) será llevado a las Uniones Nacionales para su aprobación antes que Sanzar presente su posición final”, afirmó Peters.
Dado que aún falta la bendición de los Consejos de las tres Uniones, Pichot twitteó que “todavía falta un poco”. También resta definirse si la incorporación al torneo implicará la adhesión de la UAR como socia plena de la Sanzar, lo que le permitiría percibir un porcentaje de los ingresos por televisación y extender su participación en el Rugby Championship (su invitación caduca en 2015, aunque puede ser renovada). Actualmente la Unión que preside el tucumano Luis Castillo forma parte del organismo, pero solo en calidad de invitada.
De todas maneras, ya es prácticamente un hecho el desembarco argentino en el Súper Rugby 2016, lo que marca un nuevo punto de inflexión en la inserción del rugby nacional en la elite profesional, comparable al ingreso en el Rugby Championship.
¿Franquicia?
Aunque normalmente se la define como la comercialización de los métodos de un negocio exitoso, en este caso la franquicia debe ser entendida en el sentido de producto. En ese sentido, el equipo argentino que participe del Súper Rugby será una marca comercializable de la que, según adelantó Pichot en una entrevista con el suplemento Al Rugby, la UAR conservaría el 51 % y negociaría el 49% restante a capitales privados.
La cuenta regresiva de dos años ha comenzado...
Agustín Pichot, factótum de la incorporación de Argentina al certamen por equipos más competitivo del Hemisferio Sur (y para muchos, del mundo), viajó a Sydney para concretar con Greg Peters, CEO de la Sanzar, una negociación que viene desarrollándose desde hace ya un buen tiempo.
“La reunión fue otro paso importante para decidir el futuro del Súper Rugby. Este nuevo modelo (el que incluye un equipo de la UAR) será llevado a las Uniones Nacionales para su aprobación antes que Sanzar presente su posición final”, afirmó Peters.
Dado que aún falta la bendición de los Consejos de las tres Uniones, Pichot twitteó que “todavía falta un poco”. También resta definirse si la incorporación al torneo implicará la adhesión de la UAR como socia plena de la Sanzar, lo que le permitiría percibir un porcentaje de los ingresos por televisación y extender su participación en el Rugby Championship (su invitación caduca en 2015, aunque puede ser renovada). Actualmente la Unión que preside el tucumano Luis Castillo forma parte del organismo, pero solo en calidad de invitada.
De todas maneras, ya es prácticamente un hecho el desembarco argentino en el Súper Rugby 2016, lo que marca un nuevo punto de inflexión en la inserción del rugby nacional en la elite profesional, comparable al ingreso en el Rugby Championship.
¿Franquicia?
Aunque normalmente se la define como la comercialización de los métodos de un negocio exitoso, en este caso la franquicia debe ser entendida en el sentido de producto. En ese sentido, el equipo argentino que participe del Súper Rugby será una marca comercializable de la que, según adelantó Pichot en una entrevista con el suplemento Al Rugby, la UAR conservaría el 51 % y negociaría el 49% restante a capitales privados.
La cuenta regresiva de dos años ha comenzado...
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