Alumnos autistas ya se integran en escuelas comunes

Los niños autistas de Tucumán necesitaban un lugar que los contenga. Y como una respuesta a sus necesidades, hace 10 años, nació el Instituto Leo Kanner, un centro educativo terapéutico cuyo objetivo siempre fue brindar un modelo unificado para quienes padecen Trastorno del Espectro Autista.

A lo largo de esta década, el modelo se fue consolidando. Actualmente no hay un método único, pero sí una mirada científica y responsable que busca la mejora de cada alumno que asiste al instituto.

Tres pilares
Las autoridades del instituto explicaron que el modelo de enseñanza se basa en tres pilares:

a) El comportamiento adaptativo del alumno o la capacidad para reconocer y adaptarse al mundo físico y social.

b) El desarrollo de la comunicación verbal.

c) La enseñanza de conocimientos académicos.

“Nuestros alumnos aprenden desde cómo comer o cómo jugar, hasta a escribir y sumar, como en cualquier escuela común”, puntualizaron los responsables del instituto.

Desde su creación, el Leo Kanner brindó el servicio de apoyo a la integración escolar y actualmente hay varios alumnos que asisten al nivel secundario acompañados por personal del instituto.

Nuevo desafío
“Estos chicos afrontan un gran desafío, como es poder participar de las exigencias sociales al asistir a la escuela común, tales como adaptarse a los cambios de docentes y reconocer qué materia o tema está por atender, recordar los deberes que da el profesor y completarlos en casa o poder relacionarse con sus compañeros dentro y fuera de la escuela”, explicaron las autoridades.

Esta situación motivó el desarrollo del programa de pensamiento social, una prestación del centro educativo que se orienta, particularmente, a promover y fomentar el aprendizaje de las capacidades de interacción social de los alumnos que están integrados en entornos sociales menos restrictivos. Este programa prepara para la vida y está orientado hacia las personas con autismo que se llaman de alto funcionamiento.