20 Febrero 2014
CASA ROSADA. Capitanich abandona la sala de prensa, tras dar por terminado el choque político interno. dyn
BUENOS AIRES.- ¿Por qué se dice que ‘de tanto aclarar se oscurece’? Ese dicho popular quiere decir que ‘cuanto más se habla (o más se explica) más se complica’ esa explicación.
Esta expresión bien puede ajustarse a la increíble polémica que protagonizaron, entre lunes y ayer, el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes cruzaron opiniones sobre si en la Argentina se producían o se fabricaban drogas.
Un punto de vista
Justamente, y para poner paños fríos y dar por terminado el debate, el jefe de los ministros afirmó ayer que “no ha habido contradicción” entre Rossi y Berni, respecto de la situación del narcotráfico en Argentina. De esta manera, buscó ponerle fin a la polémica que se generó por los entredichos entre los funcionarios del Gobierno.
“No hubo contradicción entre el ministro de Defensa y el secretario de Seguridad, sino solamente una interpretación diferente desde el punto de vista de su opinión”, aseguró Capitanich en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Entredichos
Rossi advirtió el viernes pasado que Argentina no sólo era un país de “tránsito” y “consumo” de drogas, sino también de “elaboración”, por lo que Berni, y luego Capitanich, salieron a desacreditar esa afirmación.
Sin embargo, el lunes, Berni rechazó esas afirmaciones al subrayar que “objetivamente, en la Argentina no se produce droga, más allá de aquellas plantas de marihuana que algunos consumidores pueden tener en su casa, pero tampoco hay una producción a gran escala”.
El secretario de Seguridad argumentó que “prácticamente es imposible que se produzca (cocaína) en la Argentina, porque las condiciones de altitud y clima no dan para el crecimiento de esta planta”.
Capitanich también desacreditó las declaraciones de Rossi, cuando el martes respaldó a Berni y reiteró que “la posición oficial del Gobierno es muy clara y contundente y lo ha manifestado el secretario de Seguridad”, insistió el superministro.
Las contradicciones entre los funcionarios provocaron críticas de la oposición, donde también reclamaron que los involucrados se presenten en el Congreso para aclarar sus planteos.
Sin embargo, el martes Berni reconoció que habló con Rossi y resaltó que el ministro “comparte” su postura sobre el narcotráfico y consideró que “esta discusión no tiene mayor permanencia porque es una cuestión puramente objetiva”.
Un mal ejemplo
En medio de la polémica, Berni parafraseó al fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar. “Voy hacer referencia a Escobar, quien decía que ‘no hay posibilidad matemáticamente de que la persecución policial pueda contra el narcotráfico’ y es verdad, porque la lucha planteada tradicionalmente es la guerra del gato y el ratón”, enfatizó Berni.
Tras estos dichos, Capitanich ratificó ayer la decisión del Gobierno de emprender una “lucha frontal, dura y enfática contra el narcotráfico en cualquiera de sus formas y expresiones”. (DyN)
Esta expresión bien puede ajustarse a la increíble polémica que protagonizaron, entre lunes y ayer, el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes cruzaron opiniones sobre si en la Argentina se producían o se fabricaban drogas.
Un punto de vista
Justamente, y para poner paños fríos y dar por terminado el debate, el jefe de los ministros afirmó ayer que “no ha habido contradicción” entre Rossi y Berni, respecto de la situación del narcotráfico en Argentina. De esta manera, buscó ponerle fin a la polémica que se generó por los entredichos entre los funcionarios del Gobierno.
“No hubo contradicción entre el ministro de Defensa y el secretario de Seguridad, sino solamente una interpretación diferente desde el punto de vista de su opinión”, aseguró Capitanich en su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Entredichos
Rossi advirtió el viernes pasado que Argentina no sólo era un país de “tránsito” y “consumo” de drogas, sino también de “elaboración”, por lo que Berni, y luego Capitanich, salieron a desacreditar esa afirmación.
Sin embargo, el lunes, Berni rechazó esas afirmaciones al subrayar que “objetivamente, en la Argentina no se produce droga, más allá de aquellas plantas de marihuana que algunos consumidores pueden tener en su casa, pero tampoco hay una producción a gran escala”.
El secretario de Seguridad argumentó que “prácticamente es imposible que se produzca (cocaína) en la Argentina, porque las condiciones de altitud y clima no dan para el crecimiento de esta planta”.
Capitanich también desacreditó las declaraciones de Rossi, cuando el martes respaldó a Berni y reiteró que “la posición oficial del Gobierno es muy clara y contundente y lo ha manifestado el secretario de Seguridad”, insistió el superministro.
Las contradicciones entre los funcionarios provocaron críticas de la oposición, donde también reclamaron que los involucrados se presenten en el Congreso para aclarar sus planteos.
Sin embargo, el martes Berni reconoció que habló con Rossi y resaltó que el ministro “comparte” su postura sobre el narcotráfico y consideró que “esta discusión no tiene mayor permanencia porque es una cuestión puramente objetiva”.
Un mal ejemplo
En medio de la polémica, Berni parafraseó al fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar. “Voy hacer referencia a Escobar, quien decía que ‘no hay posibilidad matemáticamente de que la persecución policial pueda contra el narcotráfico’ y es verdad, porque la lucha planteada tradicionalmente es la guerra del gato y el ratón”, enfatizó Berni.
Tras estos dichos, Capitanich ratificó ayer la decisión del Gobierno de emprender una “lucha frontal, dura y enfática contra el narcotráfico en cualquiera de sus formas y expresiones”. (DyN)
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