15 Febrero 2014
EN LA CALLE. Los sindicatos del Estado amenazan con nuevas protestas. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo)
Diferentes sindicatos de trabajadores estatales reaccionaron ante la firme postura del Gobierno provincial, de cara a las paritarias 2014. Esta semana, representantes de empleados de municipios del interior y de la capital solicitaron al gobernador, José Alperovich, un incremento de emergencia para todo el sector, hasta tanto se logre el acuerdo salarial. Además, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) reclamó “la urgente convocatoria a la discusión salarial”. Por otra parte, docentes autoconvocados realizaron un plenario de delegados y voceros para exigir un sueldo de bolsillo de $ 9.000 y un básico de $ 6.000, explicaron fuentes de ese sector.
A principios de semana, el ministro de Economía, Jorge Jiménez, advirtió que las charlas todavía no han iniciado. Sin embargo, aclaró que la Provincia no gastará más de lo que ingresa a sus arcas, algo que suele repetir el funcionario alperovichista de cara a este tipo de negociaciones.
Los estatales solicitan incrementos tomando en cuenta la suba que obtuvieron los miembros de la Policía provincial en diciembre, cuando abandonaron las calles como forma de un reclamo salarial. Según Jiménez, el aumento otorgado a la fuerza de seguridad en esa ocasión no alcanzó el 35%, sino el 25%.
El jueves, dirigentes municipales enviaron una carta al gobernador para expresar “la difícil situación por la que atraviesan los trabajadores de la administración pública por la devaluación de la moneda nacional, como así también por la inflación que sufrieron los precios de la canasta familiar”. Los sindicalistas Osvaldo Acosta (Capital), Luis Alarcón (Simoca), Daniel Coronel (Cruz Alta) y Diego Giménez (Monteros), entre otros, rubricaron el petitorio de un incremento de emergencia; el adelantamiento del pago del bono de $ 1.000; una audiencia para definir la retroactividad a enero del aumento; y otras medidas para jubilados y jefes de hogar. “(La situación económica) puso en estado apremiante a los trabajadores, y requiere una medida de inmediato para recomponer la pérdida que sufrió el salario”, indicaron los representantes de los trabajadores municipales.
Luis Albornoz, de UPCN, le dirigió otra nota a Alperovich el martes pasado para iniciar la discusión salarial. “El flagelo de la inflación está haciendo estragos en los bolsillos de los trabajadores, por lo que resulta necesaria una respuesta urgente por parte del Poder Ejecutivo (PE)”, indicó, junto a otros representantes.
Diego Toscano, que integra un grupo de docentes autoconvocados, advirtió que hace días se realizó un plenario. “Casi 150 delegados y voceros de escuelas nos reunimos para elaborar un plan de lucha autoconvocado, que va a convocar a una asamblea general docente en un club para el 22 de este mes, y allí votar el no inicio de clases”, señaló. Y recordó que la “pelea de la docencia tucumana es por un salario de bolsillo de $9.000 y un básico de $6.000”, además de “todo el pliego reivindicativo por el que viene luchando”.
A principios de semana, el ministro de Economía, Jorge Jiménez, advirtió que las charlas todavía no han iniciado. Sin embargo, aclaró que la Provincia no gastará más de lo que ingresa a sus arcas, algo que suele repetir el funcionario alperovichista de cara a este tipo de negociaciones.
Los estatales solicitan incrementos tomando en cuenta la suba que obtuvieron los miembros de la Policía provincial en diciembre, cuando abandonaron las calles como forma de un reclamo salarial. Según Jiménez, el aumento otorgado a la fuerza de seguridad en esa ocasión no alcanzó el 35%, sino el 25%.
El jueves, dirigentes municipales enviaron una carta al gobernador para expresar “la difícil situación por la que atraviesan los trabajadores de la administración pública por la devaluación de la moneda nacional, como así también por la inflación que sufrieron los precios de la canasta familiar”. Los sindicalistas Osvaldo Acosta (Capital), Luis Alarcón (Simoca), Daniel Coronel (Cruz Alta) y Diego Giménez (Monteros), entre otros, rubricaron el petitorio de un incremento de emergencia; el adelantamiento del pago del bono de $ 1.000; una audiencia para definir la retroactividad a enero del aumento; y otras medidas para jubilados y jefes de hogar. “(La situación económica) puso en estado apremiante a los trabajadores, y requiere una medida de inmediato para recomponer la pérdida que sufrió el salario”, indicaron los representantes de los trabajadores municipales.
Luis Albornoz, de UPCN, le dirigió otra nota a Alperovich el martes pasado para iniciar la discusión salarial. “El flagelo de la inflación está haciendo estragos en los bolsillos de los trabajadores, por lo que resulta necesaria una respuesta urgente por parte del Poder Ejecutivo (PE)”, indicó, junto a otros representantes.
Diego Toscano, que integra un grupo de docentes autoconvocados, advirtió que hace días se realizó un plenario. “Casi 150 delegados y voceros de escuelas nos reunimos para elaborar un plan de lucha autoconvocado, que va a convocar a una asamblea general docente en un club para el 22 de este mes, y allí votar el no inicio de clases”, señaló. Y recordó que la “pelea de la docencia tucumana es por un salario de bolsillo de $9.000 y un básico de $6.000”, además de “todo el pliego reivindicativo por el que viene luchando”.
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