Sebastián Fernández “Hay que atender lo local y lo regional”

13 Febrero 2014
1- Es posible visualizarla a partir de los modos de denominar estas poéticas. Hoy se prefiere hablar de teatro musical, en vez de comedia musical; aunque en el uso coloquial son sinónimos (de allí puede suponerse el peso de la tradición), es importante pensar que algo está cambiando. Comedia se usó tradicionalmente asociada a producciones escénicas dirigidas al divertimento y, en el peor de los casos, a la frivolidad. La tradición en nuestro país está vinculada con los grandes musicales importados de Broadway o de Londres, con epicentro en Buenos Aires, con formatos prearmados que se replicaron sin mayores modificaciones. Pero también existen influencias de la comedia musical argentina, cuyos primeros antecedentes pueden rastrearse en las últimas dos décadas del siglo XIX, con las zarzuelitas y las revistas criollas, a las que se sumaron los sainetes líricos de principio del siglo XX.

2- En números, el público está. No dejo de sorprenderme con las salas llenas cuando llegan las obras de la dupla Cibrián-Mahler. El tema es que no surgen artistas locales con formación en canto, danza y actuación de modo integral, que puedan hacer sus propias producciones; ni equipos de producción que los apoyen y gestionen recursos y canales de difusión que sí invierten las compañías porteñas.

3- Sí, claro; la zarzuela es un antecedente a nivel nacional, que construye “teatralidades musicales” particulares, como también lo hace la ópera. Sus influencias en Tucumán son importantes y el trabajo sostenido de Ana María Ternavasio es muy destacable.

4- El teatro musical suele implicar un mayor costo de producción, en relación a otras puestas, y por lo tanto el apoyo estatal es muy importante. El Teatro Estable está en condiciones de abordar espectáculos de teatro musical de muy buena calidad, aunque habría que lograr un equipo de dirección que conozca las particularidades de la poética. El año pasado realizamos las I Jornadas de Teatro Musical Argentino en Tucumán y tuvimos una concurrencia muy importante, y este año haremos la segunda edición. La idea es pensar el teatro musical desde la autogestión.

5- Me inicié en el género en el Grupo Mandrágora, bajo la dirección de Jorge Pérez Lucena (h)-. Ricardo Gómez Madrid hizo puestas muy relevantes, y en el teatro infantil, destaco a Cristina Hynnes y a Hadas Cantantes. En 2007, conocí a Eugenia Rufino, quien me acompaña en la aventura de Chapeau! Escuela de Teatro Musical. Tucumán no contaba con espacios de formación integral y apostamos a formar intérpretes que deseen desarrollarse más allá del hobby, aunque también contamos con grupos vocacionales. Pienso en un teatro musical con características propias, que atienda a lo local y regional.

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