Tinder, la app para conseguir citas, recalienta todas las redes

Los cuarentones no lo pueden creer y sienten que la vida ha sido hasta injusta con ellos. “Antes era todo un tema conseguir el número de teléfono (fijo) de una mina, había que hamacarse. Y si tenías la suerte de conseguirlo, lo que implicaba un paso adelante, lo que seguía era llamar a la casa. Seguro atendía el teléfono el padre o la madre y ahí te quiero ver. Ahora los pibes la tienen tan servida... se piden el nombre, a los dos segundos se contactan por Facebook y ya están chamuyando. Es increíble”. En una charla de café, Emilio, de 39 años (prefiere omitir su apellido), quisiera volver el tiempo atrás y recuperar sus 20 años. Está entre que se ríe y reniega de esta especie de “injusticia” generacional. Y eso que todavía no ha escuchado hablar de Tinder.

Tinder está haciendo furor. En un enorme lago donde pescar citas, encuentros, parejas casuales y por qué no el amor. Es tal vez la aplicación más pirata que exista: a esta nueva red que crece día a día en el país y en Tucumán acceden únicamente los usuarios de Facebook, pero la promesa es que “jamás publicaremos nada en tu muro”. Los infieles sonríen.

Presentada hace más de un año, esta aplicación para Android y iPhone busca entre tus contactos de Face, chequea los que tienen ciertos intereses compartidos y omite “presentarte” a alguien que aparezca entre tus amigos. Los que están “disponibles” son los amigos de tus amigos que compartan gustos y que además estén dentro de un rango de 160 kilómetros a la redonda. Las preferencias de edad de las posibles parejas las define cada usuario (de 18 a 50+).

Entre las preferencias configurables, es necesario indicarle al programa si el usuario es hombre o mujer y si está buscando hombres, mujeres, o ambos. Por esto, invita a ser usado tanto por los hétero como por los bisexuales y gays.

Cuando las preferencias están definidas, aparece un “menú” con todos los usuarios disponibles y con los que podría haber coincidencia. El usuario pone “me gusta” o “no me gusta” a cada una de las personas que aparecen y estas sólo se enterarán de la elección si ambos pusieron que se gustan. Emulando al inolvidable Roberto Galán, el programa avisa que “se ha formado una pareja”. En ese momento aparece una ventana de chat y lo que sigue corre por cuenta y orden de las habilidades para la conquista de los usuarios. Nadie más que ellos se enteran de esta sincronía.

El “levante” virtual

Tinder, como tantos otros sitios y aplicaciones móviles dedicados exclusivamente al “levante virtual”, apuntan a las citas casuales y a los encuentros livianos. Pero eso no impide que se pueda encontrar el verdadero amor en una pantalla. Por supuesto, los que están de novios o casados también lo usan para concretar alguna que otra fechoría.

Por dónde "levantar"

Blendr: Está más orientada a los viajeros ya que permite cambiar de manera muy fácil el lugar geográfico donde nos encontramos para hacer “amigos”.

Skout: Geolocaliza a los usuarios y los invita a contactarse. La opción de azar abre un chat entre dos usuarios que la hayan elegido al mismo tiempo.

Badoo: Es la red de citas más popular del mundo y la que más usuarios suma cada día. La opción más “tramposa” de todas es el “chat anónimo”.

Grindr: Es una app solamente gay masculina que geolocaliza usuarios cercanos que estén conectados. Invita a chatear y al encuentro en persona inmediato.