La Iglesia advirtió sobre los efectos de la economía y el surgir de la violencia social

La Iglesia advirtió sobre los efectos de la economía y el surgir de la violencia social

Los jefes eclesiales siguen de cerca las paritarias, y temen que la situación de crisis se agrave

EVITAR CONFLICTOS. Zecca pidió a la Presidenta que convoque al diálogo. la gaceta / foto de analía jaramillo (archivo)
09 Febrero 2014
BUENOS AIRES.- En momentos en que el Gobierno parece minimizar el impacto que la devaluación y el alza de precios causó en el bolsillo de los argentinos, sobre todo en los sectores más pobres, la Iglesia no oculta su preocupación y advierte sobre la posibilidad de que la crisis derive en hechos violentos.

La Iglesia también sigue con atención la evolución de la discusión salarial que, según jefes sindicales, la administración kirchnerista evalúa “congelar” con una probable imposición de aumento a suma fija y la postergación de las paritarias.

En este contexto de incertidumbre económica y social, llamó la atención que el papa Francisco advirtiera, el lunes, sobre el “instinto de justificarse” de los gobernantes en tiempos de crisis y exhortara a la clase política a “no usar” a Dios ni a su pueblo para defenderse en momentos de dificultades.

La frase del Papa se leyó en ambientes eclesiásticos y políticos locales como una elíptica referencia a la realidad nacional.

“Francisco está constantemente informado y al tanto de lo que sucede en el país”, respondió desde Roma un colaborador argentino del Pontífice, sobre esa reflexión papal durante una misa en la capilla de la Casa Santa Marta.

La presidenta, Cristina Fernández, que suele apelar a citas religiosas en sus discursos para defender el “modelo”, pareció hacerse rápido eco de la prédica de Francisco y evitó esas referencias el martes al anunciar por cadena nacional los aumentos en las jubilaciones y la ayuda escolar.

Días antes, al dar a conocer el plan Progresar para jóvenes que no estudian ni trabajan, utilizó al menos dos veces la palabra Dios, refirió a valores cristianos y también a la necesidad superior de “creer”.

El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, fue quien encendió señales de alarma sobre conflictos sociales, por lo que le pidió a Fernández de Kirchner que, para prevenirlos, convoque al diálogo a todos los sectores, además de comprometer la colaboración de la Iglesia para encauzar esas conversaciones.

El prelado también reavivó el debate sobre la pobreza, al asegurar que la medida cambiaria adoptada por las autoridades golpea, sobre todo, a los más pobres. “Este es un problema serio”, aseveró poniendo en duda que desde Balcarce 50 se haya cuantificado el daño que provocó en los sectores sociales más vulnerables.

“La devaluación ha sido tremenda y el traslado a los precios agrava la situación. Esto es alarmante y, lo que más me preocupa, es que todo termine en una gran violencia”, pronosticó en declaraciones a LA GACETA. Zecca compartió, además, la inquietud de los sindicalistas ante la falta de pautas claras para las negociaciones paritarias, dado que “no saben” cuánto pedir de incremento salarial porque tampoco “conocen cuánto aumentó el costo de vida”.

El cuadro de situación fue compartido por el obispo de Posadas, Juan Martínez, quien aseveró que -más allá de las posturas políticas- “la gente sufre con desorientación la situación inflacionaria donde todo aumenta” y “los tantos que viven en la precariedad no saben cómo llegar a cubrir las necesidades más básicas”.

Los referentes eclesiásticos apoyan sus advertencias en las estadísticas del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), cuyo investigador jefe, Agustín Salvia, también dijo que “existe el riesgo de un estallido” social. “En un panorama donde la ocupación laboral es más difícil, la inflación mayor y los números del Gobierno están más comprometidos como para dar más ayudas, la situación tiende a empeorar”, graficó el sociólogo.

Comentarios