02 Febrero 2014
Supo por la prensa que su hijo tenía la bacteria del cólera
Una madre se enteró por el diario que uno de los niños afectados podría ser su hijo, al que había llevado al hospital con síntomas. “Los tres niños están bien de salud y las familias saben lo que ocurre”, aseguró el director del hospital del Niño Jesús, Oscar Hilal. Afirman que la bacteria es común.
CONTROL DEL AGUA POTABLE. La SAT tomó muestras del agua corriente de la vivienda en la que viviría uno de los niños afectados, dijo su madre. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA
La información circuló rápidamente por las redes sociales. Horas después, las autoridades sanitarias de la provincia informaron que la bacteria del cólera (vibrio cholerae) había sido hallada en tres niños tucumanos. Pero los análisis determinaron que dos de ellos no desarrollaron la enfermedad y se esperan los resultados del tercer caso. Lorena S. (su verdadero nombre se mantiene en reserva para preservar la identidad del menor) sospecha que uno de esos bebés es su hijo. La mujer se comunicó ayer con LA GACETA y aseguró no le revelaron que su hijo figuraba entre los posibles afectados.
Lorena relató que su hijo había comenzado a manifestar síntomas de la enfermedad el viernes de la semana pasada. “Lo llevé con convulsiones, vómitos, fiebre y diarrea al Hospital de Niños. Me dijeron que me quedara tranquila, que era una infección intestinal, pero que iban a analizar la materia fecal para saber por qué tenía sangre y una especie de mucosidad”, describió.
El bebé, según dijo, continuó un par de días con los síntomas y luego fue mejorando. Pero el viernes por la mañana recibió la visita de ocho personas en su casa. “Se identificaron como representantes del Siprosa, de (la dirección de) Bromatología, del Hospital de Niños, de la SAT (Sociedad Aguas de Tucumán) y del CAPS de la zona. Me dijeron que estaban haciendo una encuesta entre los vecinos. Entraron, tomaron muestras del agua, nos pidieron los documentos a todos y también nos solicitaron muestras de materia fecal. Nos hicieron firmar unos papeles y nos recomendaron que nos lavemos las manos antes de comer y que higienicemos las frutas y las verduras”, agregó Lorena. La mujer explicó que entre los papeles que firmó pudo leer las palabras “vibrio cholerae”. Apenas se fueron los inspectores, buscó en internet su significado. Descubrió que el término estaba relacionado con el cólera y preguntó a los vecinos si ellos también habían recibido la visita, pero le respondieron que no. “Intenté contactarme con los médicos del Hospital de Niños para que me dijeran si mi hijo padecía la enfermedad, pero no lo conseguí. Cuando vimos la conferencia del ministro de Salud (Pablo Yedlin) confirmando los tres casos, mi hijo estaba jugando con un amiguito en la pileta. Hoy (por ayer) el otro nene amaneció con diarrea”, remarcó.
Lorena se desesperó cuando Yedlin mencionó de qué barrios provenían y cuántos años tenían los menores en cuyas muestras se había detectado la bacteria y algunos datos coincidieron con los de su hijo. La confirmación llegó recién el viernes a la noche y por vías no oficiales. Personal del hospital del Niño Jesús se comunicó con ella y le recomendó que se quedara tranquila porque lo más probable era que la enfermedad no se haya desarrollado.
“Me dijeron que espere hasta el lunes, cuando lleguen de Buenos Aires los resultados de los estudios. Los del resto de la familia no sé cuándo estarán”, apuntó. A la medianoche Lorena se enteró de que habían llegado desde el Instituto Malbrán dos de los tres resultados, pero no pudo confirmar si alguno pertenecía a su hijo.
“Tenía derecho a saber”
Según dijo Lorena, pasó toda la noche del jueves llorando y abrazada a su bebé. “No puedo creer que no me hayan avisado que mi hijo tenía la bacteria del cólera, tenía derecho a saberlo. No es posible que me entere por los medios y que tenga que pedir por favor que me digan algo. No sé si estamos todos contagiados, si el agua de mi casa es potable o si el bebé puede hacer sus actividades normales”, se quejó Lorena.
En la puerta de la casa en la que vive el menor se produjo un derrame de cloacas -destacó Lorena- pero aclaró que horas después de la conferencia del ministro ya estaba arreglado el problema. La mujer esperaba que la situación no se haya repetido con los otros casos. “Pienso en las otras dos familias -expresó-. No sé si se habrán enterado de que los niños de los cuales hablaron eran sus hijos”. Los portadores son chicos de entre dos y tres años, que no son familiares y que no viajaron a países donde existe la enfermedad.
Tanto Yedlin como especialistas consultados por este diario coincidieron en que la presencia de la bacteria del cólera es común en esta época en la provincia. El funcionario detalló que las muestras son enviadas al Instituto Malbrán por precaución e instó a los ciudadanos a reforzar los hábitos de higiene.
Lorena relató que su hijo había comenzado a manifestar síntomas de la enfermedad el viernes de la semana pasada. “Lo llevé con convulsiones, vómitos, fiebre y diarrea al Hospital de Niños. Me dijeron que me quedara tranquila, que era una infección intestinal, pero que iban a analizar la materia fecal para saber por qué tenía sangre y una especie de mucosidad”, describió.
El bebé, según dijo, continuó un par de días con los síntomas y luego fue mejorando. Pero el viernes por la mañana recibió la visita de ocho personas en su casa. “Se identificaron como representantes del Siprosa, de (la dirección de) Bromatología, del Hospital de Niños, de la SAT (Sociedad Aguas de Tucumán) y del CAPS de la zona. Me dijeron que estaban haciendo una encuesta entre los vecinos. Entraron, tomaron muestras del agua, nos pidieron los documentos a todos y también nos solicitaron muestras de materia fecal. Nos hicieron firmar unos papeles y nos recomendaron que nos lavemos las manos antes de comer y que higienicemos las frutas y las verduras”, agregó Lorena. La mujer explicó que entre los papeles que firmó pudo leer las palabras “vibrio cholerae”. Apenas se fueron los inspectores, buscó en internet su significado. Descubrió que el término estaba relacionado con el cólera y preguntó a los vecinos si ellos también habían recibido la visita, pero le respondieron que no. “Intenté contactarme con los médicos del Hospital de Niños para que me dijeran si mi hijo padecía la enfermedad, pero no lo conseguí. Cuando vimos la conferencia del ministro de Salud (Pablo Yedlin) confirmando los tres casos, mi hijo estaba jugando con un amiguito en la pileta. Hoy (por ayer) el otro nene amaneció con diarrea”, remarcó.
Lorena se desesperó cuando Yedlin mencionó de qué barrios provenían y cuántos años tenían los menores en cuyas muestras se había detectado la bacteria y algunos datos coincidieron con los de su hijo. La confirmación llegó recién el viernes a la noche y por vías no oficiales. Personal del hospital del Niño Jesús se comunicó con ella y le recomendó que se quedara tranquila porque lo más probable era que la enfermedad no se haya desarrollado.
“Me dijeron que espere hasta el lunes, cuando lleguen de Buenos Aires los resultados de los estudios. Los del resto de la familia no sé cuándo estarán”, apuntó. A la medianoche Lorena se enteró de que habían llegado desde el Instituto Malbrán dos de los tres resultados, pero no pudo confirmar si alguno pertenecía a su hijo.
“Tenía derecho a saber”
Según dijo Lorena, pasó toda la noche del jueves llorando y abrazada a su bebé. “No puedo creer que no me hayan avisado que mi hijo tenía la bacteria del cólera, tenía derecho a saberlo. No es posible que me entere por los medios y que tenga que pedir por favor que me digan algo. No sé si estamos todos contagiados, si el agua de mi casa es potable o si el bebé puede hacer sus actividades normales”, se quejó Lorena.
En la puerta de la casa en la que vive el menor se produjo un derrame de cloacas -destacó Lorena- pero aclaró que horas después de la conferencia del ministro ya estaba arreglado el problema. La mujer esperaba que la situación no se haya repetido con los otros casos. “Pienso en las otras dos familias -expresó-. No sé si se habrán enterado de que los niños de los cuales hablaron eran sus hijos”. Los portadores son chicos de entre dos y tres años, que no son familiares y que no viajaron a países donde existe la enfermedad.
Tanto Yedlin como especialistas consultados por este diario coincidieron en que la presencia de la bacteria del cólera es común en esta época en la provincia. El funcionario detalló que las muestras son enviadas al Instituto Malbrán por precaución e instó a los ciudadanos a reforzar los hábitos de higiene.
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