02 Febrero 2014
TRIUNFO Y EXPECTATIVAS. La lista que encabezó Cano en octubre fue la más votada de la oposición; dejó el Senado para asumir como diputado. la gaceta / archivo
Más locuaz y bronceado que de costumbre, volvió de sus vacaciones para retomar el centro de la escena política opositora. Tras ser el disidente más votado en las elecciones de octubre, el diputado nacional y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), José Cano, afirmó que quiere gobernar Tucumán y cargó contra la gestión de José Alperovich. Fortalecer y ampliar el Acuerdo Cívico y Social (ACyS), afirmó a LA GACETA, estará en la cima de su agenda hasta 2015. No descartó alianzas con el massismo ni con el intendente Domingo Amaya (Frente para la Victoria).
-¿Cómo analiza que Alperovich no busque un cuarto mandato?
-No es por convicción. Él iba a ser candidato testimonial a diputado. No se presentó porque íbamos a sacar dos bancas y no iba a tener una victoria contundente que le diera el argumento político de que la gente pedía que reformara la Constitución y tuviera otro mandato. Con los 310.000 votos que sacamos, la sociedad le dijo que no tiene margen político.
-Sectores criticaron que el ACyS tuviera testimoniales (Silvia Elías no conservó su banca)
-Hay una tendencia propiciada por el propio Gobierno a nivelar para abajo y hay una diferencia abismal. Alperovich dijo que la presidenta estaba en contra de las testimoniales y que por eso no era candidato. De los electos por el alperovichismo, Juan Manzur no asumió y Osvaldo Jaldo volverá como ministro. Nosotros renunciamos. Todo el mundo decía que yo sería testimonial, pero renuncié a mi banca de senador y asumí, situación que el oficialismo no puede mostrar. Cumplimos con la palabra empeñada.
-¿Se va a ampliar el Acuerdo con vistas a 2015?
-La idea es institucionalizarlo, formar una mesa de conducción. Hay que ampliarlo, que sea sinónimo de diálogo. La sociedad nos reconoció como la oposición seria. Ahora tenemos que ser capaces de gobernar y para ello se necesitan acuerdos políticos.
-En el ámbito nacional hubo un acercamiento entre el massismo y el radicalismo.
- En Corrientes, Ricardo Colombi fue candidato con el massismo. Es un esquema que se puede dar en otras provincias, incluida Tucumán.
-No descarta que esto ocurra.
-En el ACyS hay dirigentes del peronismo. Algunos se sumaron en esta instancia y otros están desde 2009. En las elecciones hubo dirigentes de segunda línea del PJ que trabajaron con nosotros. Si deciden estar con Sergio Massa, no será un motivo para irse del Acuerdo. Priorizaremos aglutinar a los sectores del peronismo no kirchnerista.
-¿Tuvo conversaciones con los massistas locales?
-No formalmente. Vamos a hablar con todos los sectores que quieran una provincia donde se respete la independencia de los poderes y no tengamos crímenes impunes ni nepotismo. Alperovich hizo del gobierno un gran negocio. Si hay sectores del peronismo que están dispuestos a trabajar con nuestro criterio, el Acuerdo esta abierto.
-¿Para Amaya también?
-Tenemos una relación de respeto. En tanto y en cuanto siga formando parte del kirchnerismo, no hay muchas posibilidades. Pero estamos abiertos al diálogo con todos los sectores.
-Se mencionó una posible la fórmula Amaya-Cano.
-(risas) Estamos dispuestos a conversar. El diálogo es la deuda aquí. Hay decisiones que trascienden la voluntad personal. Dialogaremos con todos los que quieran dialogar con nosotros, incluido Amaya.
-Como posible candidato a gobernador, ¿cómo ve los nombres que se barajan en el oficialismo?
-Alperovich manejó el Estado como parte de su patrimonio. Necesita de Jaldo, Manzur o de su esposa (Beatriz Rojkés) para que le garanticen impunidad. Por ejemplo, sólo del ‘Argentina Trabaja’ entraron $1.200 millones. Estamos haciendo una auditoría y pediremos una rendición de cuentas. Estamos de acuerdo con que se asista a la gente, pero no puede ser pretexto para que se robe. Hay 500 cooperativas -de las 1.646- que funcionan de manera irregular. Además, se pagan $ 2 millones a personas que no existen o que son menores de edad. En ese contexto, a Alperovich le gustaría ser el candidato a senador de Massa y de Daniel Scioli. Buscará abrazar a todos los que pueda para posicionar a su delfín. El alperovichismo es un proyecto económico. Cuando se corte, empezará a tener decepciones y ese es su temor. Por ello buscará que lo suceda alguien que le garantice que no será investigado. Nosotros vamos a gobernar con una mirada de futuro y veremos lo que se hizo mal. Lo de Miguel Brito, las irregularidades en la DAU, es sólo la muestra de lo que puede ocurrir en otras dependencias. Hay un marco de impunidad garantizado. El Tribunal de Cuentas no puede seguir mirando al costado.
-¿Cómo analiza que Alperovich no busque un cuarto mandato?
-No es por convicción. Él iba a ser candidato testimonial a diputado. No se presentó porque íbamos a sacar dos bancas y no iba a tener una victoria contundente que le diera el argumento político de que la gente pedía que reformara la Constitución y tuviera otro mandato. Con los 310.000 votos que sacamos, la sociedad le dijo que no tiene margen político.
-Sectores criticaron que el ACyS tuviera testimoniales (Silvia Elías no conservó su banca)
-Hay una tendencia propiciada por el propio Gobierno a nivelar para abajo y hay una diferencia abismal. Alperovich dijo que la presidenta estaba en contra de las testimoniales y que por eso no era candidato. De los electos por el alperovichismo, Juan Manzur no asumió y Osvaldo Jaldo volverá como ministro. Nosotros renunciamos. Todo el mundo decía que yo sería testimonial, pero renuncié a mi banca de senador y asumí, situación que el oficialismo no puede mostrar. Cumplimos con la palabra empeñada.
-¿Se va a ampliar el Acuerdo con vistas a 2015?
-La idea es institucionalizarlo, formar una mesa de conducción. Hay que ampliarlo, que sea sinónimo de diálogo. La sociedad nos reconoció como la oposición seria. Ahora tenemos que ser capaces de gobernar y para ello se necesitan acuerdos políticos.
-En el ámbito nacional hubo un acercamiento entre el massismo y el radicalismo.
- En Corrientes, Ricardo Colombi fue candidato con el massismo. Es un esquema que se puede dar en otras provincias, incluida Tucumán.
-No descarta que esto ocurra.
-En el ACyS hay dirigentes del peronismo. Algunos se sumaron en esta instancia y otros están desde 2009. En las elecciones hubo dirigentes de segunda línea del PJ que trabajaron con nosotros. Si deciden estar con Sergio Massa, no será un motivo para irse del Acuerdo. Priorizaremos aglutinar a los sectores del peronismo no kirchnerista.
-¿Tuvo conversaciones con los massistas locales?
-No formalmente. Vamos a hablar con todos los sectores que quieran una provincia donde se respete la independencia de los poderes y no tengamos crímenes impunes ni nepotismo. Alperovich hizo del gobierno un gran negocio. Si hay sectores del peronismo que están dispuestos a trabajar con nuestro criterio, el Acuerdo esta abierto.
-¿Para Amaya también?
-Tenemos una relación de respeto. En tanto y en cuanto siga formando parte del kirchnerismo, no hay muchas posibilidades. Pero estamos abiertos al diálogo con todos los sectores.
-Se mencionó una posible la fórmula Amaya-Cano.
-(risas) Estamos dispuestos a conversar. El diálogo es la deuda aquí. Hay decisiones que trascienden la voluntad personal. Dialogaremos con todos los que quieran dialogar con nosotros, incluido Amaya.
-Como posible candidato a gobernador, ¿cómo ve los nombres que se barajan en el oficialismo?
-Alperovich manejó el Estado como parte de su patrimonio. Necesita de Jaldo, Manzur o de su esposa (Beatriz Rojkés) para que le garanticen impunidad. Por ejemplo, sólo del ‘Argentina Trabaja’ entraron $1.200 millones. Estamos haciendo una auditoría y pediremos una rendición de cuentas. Estamos de acuerdo con que se asista a la gente, pero no puede ser pretexto para que se robe. Hay 500 cooperativas -de las 1.646- que funcionan de manera irregular. Además, se pagan $ 2 millones a personas que no existen o que son menores de edad. En ese contexto, a Alperovich le gustaría ser el candidato a senador de Massa y de Daniel Scioli. Buscará abrazar a todos los que pueda para posicionar a su delfín. El alperovichismo es un proyecto económico. Cuando se corte, empezará a tener decepciones y ese es su temor. Por ello buscará que lo suceda alguien que le garantice que no será investigado. Nosotros vamos a gobernar con una mirada de futuro y veremos lo que se hizo mal. Lo de Miguel Brito, las irregularidades en la DAU, es sólo la muestra de lo que puede ocurrir en otras dependencias. Hay un marco de impunidad garantizado. El Tribunal de Cuentas no puede seguir mirando al costado.