02 Febrero 2014
MENOS VARIEDAD. Las opciones para “comer afuera” se han restringido. reuters
CARACAS.- La mala reputación de Venezuela, ante su conflictividad política y la inseguridad, han eclipsado lo que era una escena vibrante de restaurantes construidos durante décadas, muchos de ellos por inmigrantes procedentes de Europa y de Oriente Medio, que fueron atraídos por la oportunidad de una economía petrolera.
Algunos comensales que notan que un alimento ha desaparecido de los menús no tienen más que devolver al camarero una sonrisa cómplice, pues comparten las mismas tribulaciones cuando van al mercado.
Pero otros son menos caritativos.
“Hay gente que ha llegado a decir ‘Esto es un restaurante de pescado y ¿ni siquiera tienes pescado? ¿Qué demonios te pasa?’”, comentó un jefe de camareros en un restaurante especializado en comida vasca que ha tenido problemas para encontrar pescado como el mero, indispensable para el menú.
Jaqueados
Al igual que casi todos los entrevistados, el camarero habló en condición de anonimato por temor a represalias del Gobierno como fiscalizaciones hechas por organismos estatales.
Por caso, la principal asociación de la industria de los restaurantes venezolanos no respondió a las solicitudes de comentarios para este informe periodístico.
Los restaurantes de sushi están entre los establecimientos más afectados pues dependen principalmente de las importaciones de salmón, algas y huevas, difíciles de adquirir porque los importadores no pueden obtener dólares por retrasos en la asignación de divisas por parte del Estado.
La localización de productos básicos como pollo o harina se basa en una red de “amigos” en supermercados o carnicerías que venden productos escasos por encima de los precios regulados, en transacciones que no son registradas en los cuadernos contables o que son disfrazadas a través de recibos falsos.
Un conocido y tradicional bar caraqueño con estilo lounge dejó de servir sushi por falta de algas y pasó a hacer sólo cebiche. Poco después, desistieron por el excesivo costo de los camarones y porque la cebolla morada llegaba podrida.
Durante meses, el bar no ha servido bebidas populares, como los “Cosmopolitans”, por falta de jugo de arándano.
“Lo triste es que mucha gente ha dejado de reclamar, o sólo pregunta de una vez ‘¿Qué es lo que tienen del menú?’, para no oír la lista de todo lo que falta”, dijo el dueño del restaurante en Caracas. (Reuters)
Algunos comensales que notan que un alimento ha desaparecido de los menús no tienen más que devolver al camarero una sonrisa cómplice, pues comparten las mismas tribulaciones cuando van al mercado.
Pero otros son menos caritativos.
“Hay gente que ha llegado a decir ‘Esto es un restaurante de pescado y ¿ni siquiera tienes pescado? ¿Qué demonios te pasa?’”, comentó un jefe de camareros en un restaurante especializado en comida vasca que ha tenido problemas para encontrar pescado como el mero, indispensable para el menú.
Jaqueados
Al igual que casi todos los entrevistados, el camarero habló en condición de anonimato por temor a represalias del Gobierno como fiscalizaciones hechas por organismos estatales.
Por caso, la principal asociación de la industria de los restaurantes venezolanos no respondió a las solicitudes de comentarios para este informe periodístico.
Los restaurantes de sushi están entre los establecimientos más afectados pues dependen principalmente de las importaciones de salmón, algas y huevas, difíciles de adquirir porque los importadores no pueden obtener dólares por retrasos en la asignación de divisas por parte del Estado.
La localización de productos básicos como pollo o harina se basa en una red de “amigos” en supermercados o carnicerías que venden productos escasos por encima de los precios regulados, en transacciones que no son registradas en los cuadernos contables o que son disfrazadas a través de recibos falsos.
Un conocido y tradicional bar caraqueño con estilo lounge dejó de servir sushi por falta de algas y pasó a hacer sólo cebiche. Poco después, desistieron por el excesivo costo de los camarones y porque la cebolla morada llegaba podrida.
Durante meses, el bar no ha servido bebidas populares, como los “Cosmopolitans”, por falta de jugo de arándano.
“Lo triste es que mucha gente ha dejado de reclamar, o sólo pregunta de una vez ‘¿Qué es lo que tienen del menú?’, para no oír la lista de todo lo que falta”, dijo el dueño del restaurante en Caracas. (Reuters)
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