31 Enero 2014
POSADAS, Misiones.- Una niña de 11 años del barrio Esperanza fue víctima de abuso sexual y está embarazada de 7 meses, por lo cual fueron detenidos su madre, su padrastro, que es un pastor evangelista, y el hermano del hombre.
El juez en lo penal Marcelo Cardozo precisó que los hombres están acusados de coautoría del delito de abuso sexual y a la mujer se le imputa ser partícipe necesaria del abuso.
La niña fue internada en el Hospital Escuela de Agudos de Posadas con el fin de evaluar su estado de salud y el devenir de su embarazo, mientras el juez dispuso que reciba asistencia psicológica por parte de la Comisaría de la Mujer.
Reporta un cable de la agencia DyN que la denuncia penal fue hecha por la médica que asistió a la niña en una sala sanitaria, ante la inacción de la madre, que había sido advertida del estado de gestación que presentaba su hija.
La mujer desoyó la recomendación y, al regresar al centro asistencia para una nueva consulta, la profesional se dirigió a una sede policial.
Primero la madre quiso explicar el embarazo atribuyéndolo a una supuesta relación que su hija habría mantenido con un joven del barrio, que luego habría viajado a trabajar en otra provincia.
Sin embargo, los investigadores descartaron la versión porque el último informe médico del estado de salud de la niña revelaba síntomas de relaciones sexuales recientes.
Con esos análisis, el juez enfocó la investigación en el entorno familiar de la niña y descubrió que el hermano del padrastro tendría antecedentes penales por abuso sexual.
Un relevamiento socio-ambiental estableció que la familia vive en condiciones muy precarias en el barrio Esperanza y se dedica a la fabricación de ladrillos, una actividad generalizada en el lugar como medio de susistencia.
El juez en lo penal Marcelo Cardozo precisó que los hombres están acusados de coautoría del delito de abuso sexual y a la mujer se le imputa ser partícipe necesaria del abuso.
La niña fue internada en el Hospital Escuela de Agudos de Posadas con el fin de evaluar su estado de salud y el devenir de su embarazo, mientras el juez dispuso que reciba asistencia psicológica por parte de la Comisaría de la Mujer.
Reporta un cable de la agencia DyN que la denuncia penal fue hecha por la médica que asistió a la niña en una sala sanitaria, ante la inacción de la madre, que había sido advertida del estado de gestación que presentaba su hija.
La mujer desoyó la recomendación y, al regresar al centro asistencia para una nueva consulta, la profesional se dirigió a una sede policial.
Primero la madre quiso explicar el embarazo atribuyéndolo a una supuesta relación que su hija habría mantenido con un joven del barrio, que luego habría viajado a trabajar en otra provincia.
Sin embargo, los investigadores descartaron la versión porque el último informe médico del estado de salud de la niña revelaba síntomas de relaciones sexuales recientes.
Con esos análisis, el juez enfocó la investigación en el entorno familiar de la niña y descubrió que el hermano del padrastro tendría antecedentes penales por abuso sexual.
Un relevamiento socio-ambiental estableció que la familia vive en condiciones muy precarias en el barrio Esperanza y se dedica a la fabricación de ladrillos, una actividad generalizada en el lugar como medio de susistencia.
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