31 Enero 2014
ROCE. En el club afirman que Pucharras busca perjudicar a un legislador. la gaceta / foto de ANALIA JARAMILLO (archivo)
La interna entre el massismo y el alperovichismo podría truncar los bailes de carnaval de un tradicional club de Tafí Viejo. Al menos, es lo que denunció la presidenta de Juventud Unida, Petrona del Rosario Lontoya, ante la Justicia.
La directiva de la institución presentó un recurso de amparo para que la Municipalidad taficeña levante la clausura del predio y habilite las instalaciones a fin de que se puedan concretar allí todos los eventos que contempla el objeto social del club, incluidos aquellos de índole artístico. El problema, según el escrito judicial, se habría iniciado porque Juventud Unida firmó un contrato con un empresario vinculado comercialmente al legislador Gerónimo Vargas Aignasse, miembro de la mesa nacional del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. “Es medular decir que al momento de gestionar la correspondiente habilitación para los eventos, obligación que por contrato tiene nuestra institución, la funcionaria Carmen Serpa nos informa verbalmente que la Municipalidad no iba a otorgar la habilitación porque tenía conocimiento que la firmante del contrato (Melisa Aguirre) es sobrina del representante artístico Eduardo Calafiore, y que Calafiore es amigo y socio del legislador Vargas Aignasse y que el intendente (Javier Pucharras) tiene diferencias políticas con el legislador y por lo tanto no iba a autorizar la realización del carnaval”, sostuvo Lontoya en el escrito.
En efecto, los roces entre el parlamentario y el jefe municipal tomaron estado público en marzo de 2013, cuando Vargas Aignasse colocó alarmas de su programa “Alerta Tucumán” a familias del barrio “CGT de Abajo”. A partir de entonces, y frente a pedidos de vecinos de Lomas de Tafí, surgió un cruce público entre ambos dirigentes por la red social Twitter.
La titular de Juventud Unida, además, recordó que el propio intendente Pucharras no había tenido reparos en solicitar a la institución el uso del club para un acto político en octubre pasado, días antes de las elecciones de diputado. Y advirtió que la inhabilitación afecta la economía de la entidad, que sostiene las actividades deportivas y sociales que brinda con el alquiler de la cantina, el restaurant y la sede para este tipo de eventos.
Serpa, secretaria de Obras de Tafí Viejo, negó alguna vinculación política con la inhabilitación del club, y aclaró que la veda rige sólo para los bailes de carnaval. Dijo que todos los permisos vencen cada 31 de diciembre, y que los contribuyentes deben revalidarlos cada año. Este trámite, adujo, fue iniciado dos días antes de que se realice el primer baile (el sábado 26). “Es totalmente falso lo que dice. ¿Por qué esperó dos días antes de hacer un baile para pedir la habilitación? Un trámite de rutina que dura 20 días, pretendía sacarlo en dos días. No había tiempo material de hacerlo”, retrucó.
La directiva de la institución presentó un recurso de amparo para que la Municipalidad taficeña levante la clausura del predio y habilite las instalaciones a fin de que se puedan concretar allí todos los eventos que contempla el objeto social del club, incluidos aquellos de índole artístico. El problema, según el escrito judicial, se habría iniciado porque Juventud Unida firmó un contrato con un empresario vinculado comercialmente al legislador Gerónimo Vargas Aignasse, miembro de la mesa nacional del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. “Es medular decir que al momento de gestionar la correspondiente habilitación para los eventos, obligación que por contrato tiene nuestra institución, la funcionaria Carmen Serpa nos informa verbalmente que la Municipalidad no iba a otorgar la habilitación porque tenía conocimiento que la firmante del contrato (Melisa Aguirre) es sobrina del representante artístico Eduardo Calafiore, y que Calafiore es amigo y socio del legislador Vargas Aignasse y que el intendente (Javier Pucharras) tiene diferencias políticas con el legislador y por lo tanto no iba a autorizar la realización del carnaval”, sostuvo Lontoya en el escrito.
En efecto, los roces entre el parlamentario y el jefe municipal tomaron estado público en marzo de 2013, cuando Vargas Aignasse colocó alarmas de su programa “Alerta Tucumán” a familias del barrio “CGT de Abajo”. A partir de entonces, y frente a pedidos de vecinos de Lomas de Tafí, surgió un cruce público entre ambos dirigentes por la red social Twitter.
La titular de Juventud Unida, además, recordó que el propio intendente Pucharras no había tenido reparos en solicitar a la institución el uso del club para un acto político en octubre pasado, días antes de las elecciones de diputado. Y advirtió que la inhabilitación afecta la economía de la entidad, que sostiene las actividades deportivas y sociales que brinda con el alquiler de la cantina, el restaurant y la sede para este tipo de eventos.
Serpa, secretaria de Obras de Tafí Viejo, negó alguna vinculación política con la inhabilitación del club, y aclaró que la veda rige sólo para los bailes de carnaval. Dijo que todos los permisos vencen cada 31 de diciembre, y que los contribuyentes deben revalidarlos cada año. Este trámite, adujo, fue iniciado dos días antes de que se realice el primer baile (el sábado 26). “Es totalmente falso lo que dice. ¿Por qué esperó dos días antes de hacer un baile para pedir la habilitación? Un trámite de rutina que dura 20 días, pretendía sacarlo en dos días. No había tiempo material de hacerlo”, retrucó.
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