31 Enero 2014
La eventual presencia del lepidóptero helicoverpa armiguera en las plantaciones ha puesto en alerte al sistema fitosanitario nacional, ya que se trata de una plaga altamente destructiva. Su efecto dañino hace estragos en diferentes cultivos de países vecinos, como Brasil y Paraguay, y resulta una amenaza cierta para los cultivos de granos en la Argentina.
Teniendo en cuenta su gravedad, y a medida que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se avanza en la investigación de esta plaga, en tareas de diagnósticos y de prevención, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) considera necesario que el sector se encuentre informado sobre esta nueva amenaza.
Expertos de la Eeaoc afirmaron que los productores deben informar de manera permanente para conocer los efectos de esta plaga. Para ello, se recomendó llevar a cabo tareas de monitoreo permanente y consultoría, ya que, según los expertos, es difícil de identificar fehacientemente a la plaga.
Los productores tucumanos de granos se encuentran preocupados, ya que la helicoverpa armiguera fue detectada en plantaciones de granos ubicadas en la localidad de La Cocha.
Entre las alternativas posibles para combatir los efectos de la plaga figuran las rotaciones, no solo de cultivos, sino también de agroquímicos, que se vuelven fundamentales para evitar la tolerancia y la resistencia de estos peligrosos insectos. Esta es una de las recomendaciones que proponen los técnicos de la Sección Granos de la Eeaoc para todo el ámbito productivo, con el objetivo de evitar que la plaga se disperse y crezca, al punto de causar estragos en los cultivos de granos de la región.
Combatirlas es difícil
La helicoverpa armiguera es una plaga peligrosa en la mayoría de los países donde está presente, y los productores afectados por este insecto gastan el 40% de sus ingresos anuales para frenar su accionar. Se trata de una plaga polífaga, que ataca a más de 180 especies cultivadas como algodón, soja, garbanzo, maíz, girasol y una diversidad de plantas frutales y especies silvestres. Su alimento son órganos las hojas, los tallos, las flores y los frutos.
La presencia de esta plaga ya está confirmada para nuestra provincia. Según estudios que comenzaron en agosto de 2013, mediante trampas colocados en diferentes zonas productoras, se detectaron diferentes individuos de helicoverpa, en cultivos ubicados en La Cocha. Allí, las pruebas sobre los cultivos permitieron una identificación taxonómica del insecto.
El género helicoverpa esta diseminado en casi todas las zonas productivas del país. Sobresale la presencia de especies zea y gelotopoeom nativas. Mediante la taxonomía son fácilmente identificadas, ya que gelotopoeom se diferencia fácilmente de la especie zea y de la armiguera sobre la base del tamaño del adulto y detalles estructurales de las patas anteriores. Zea y armiguera pueden confundirse, por lo que se recomienda observar detenidamente las estructuras genitales para diferenciarlas.
Teniendo en cuenta su gravedad, y a medida que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se avanza en la investigación de esta plaga, en tareas de diagnósticos y de prevención, la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) considera necesario que el sector se encuentre informado sobre esta nueva amenaza.
Expertos de la Eeaoc afirmaron que los productores deben informar de manera permanente para conocer los efectos de esta plaga. Para ello, se recomendó llevar a cabo tareas de monitoreo permanente y consultoría, ya que, según los expertos, es difícil de identificar fehacientemente a la plaga.
Los productores tucumanos de granos se encuentran preocupados, ya que la helicoverpa armiguera fue detectada en plantaciones de granos ubicadas en la localidad de La Cocha.
Entre las alternativas posibles para combatir los efectos de la plaga figuran las rotaciones, no solo de cultivos, sino también de agroquímicos, que se vuelven fundamentales para evitar la tolerancia y la resistencia de estos peligrosos insectos. Esta es una de las recomendaciones que proponen los técnicos de la Sección Granos de la Eeaoc para todo el ámbito productivo, con el objetivo de evitar que la plaga se disperse y crezca, al punto de causar estragos en los cultivos de granos de la región.
Combatirlas es difícil
La helicoverpa armiguera es una plaga peligrosa en la mayoría de los países donde está presente, y los productores afectados por este insecto gastan el 40% de sus ingresos anuales para frenar su accionar. Se trata de una plaga polífaga, que ataca a más de 180 especies cultivadas como algodón, soja, garbanzo, maíz, girasol y una diversidad de plantas frutales y especies silvestres. Su alimento son órganos las hojas, los tallos, las flores y los frutos.
La presencia de esta plaga ya está confirmada para nuestra provincia. Según estudios que comenzaron en agosto de 2013, mediante trampas colocados en diferentes zonas productoras, se detectaron diferentes individuos de helicoverpa, en cultivos ubicados en La Cocha. Allí, las pruebas sobre los cultivos permitieron una identificación taxonómica del insecto.
El género helicoverpa esta diseminado en casi todas las zonas productivas del país. Sobresale la presencia de especies zea y gelotopoeom nativas. Mediante la taxonomía son fácilmente identificadas, ya que gelotopoeom se diferencia fácilmente de la especie zea y de la armiguera sobre la base del tamaño del adulto y detalles estructurales de las patas anteriores. Zea y armiguera pueden confundirse, por lo que se recomienda observar detenidamente las estructuras genitales para diferenciarlas.
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