Un barrio está sin agua desde hace tres semanas

Un barrio está sin agua desde hace tres semanas

28 Enero 2014
Planificar, prevenir, es decir trabajar para anticiparse a los posibles problemas, pareciera ser para nuestros gobernantes muy difícil lograr. Ello tiene que ver probablemente con nuestra costumbre de aplicar parches a la realidad y de no buscar soluciones definitivas. De ese modo, hay inconvenientes que se repiten en forma crónica desde hace muchos años. La escasez de agua hizo crisis en los últimos meses de 2013, como consecuencia de una prolongada sequía. Cientos de tucumanos viven con frecuencia la desdicha de carecer de este elemento esencial para la vida o la falta de presión los obliga a modificar su vida cotidiana de la peor manera.

Ello sucede, por ejemplo, con las 150 casas del Barrio de los Psicólogos, ubicado detrás de Villa Carmela, que desde hace más de tres semanas no tienen agua. Los inconvenientes en la provisión del líquido se remontan a agosto pasado, cuando fue inaugurado; la falta de presión ya era evidente. Los vecinos se cansaron de reclamar para conseguir una solución. Por ahora un camión cisterna abastece los tanques.

El subdirector del Área Técnica del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu) explicó que el pozo del barrio tomaba agua de napas subterráneas y dejó de proveer. Atribuyó el problema a que la geología no es una ciencia exacta. “Teníamos estudios que decían que había suficiente agua, pero no fue así”, afirmó. Señaló que ningún acueducto llega hasta el barrio, razón por la cual se previó que el agua fuera extraída de las napas, pero cuando se estaba perforando, la bomba se cayó dentro del pozo y no pudo ser rescatada. Dijo que el organismo hará otra perforación a mayor profundidad y estimó que en 15 o 20 días los vecinos tendrían agua. Por su parte, el interventor del Ipvdu admitió que hubo problemas con la construcción del pozo y responsabilizó a los vecinos. “Yo soy de la idea de que a los barrios hay que entregarlos recién cuando estén todos los servicios listos, pero la gente presiona mucho. Además, muchos propietarios se dedicaron a construir y usaron agua. La base de todo debe ser la solidaridad”, aseveró. Estos le respondieron que entregaron las casas dos semanas antes de las elecciones, es decir que “la presión la tenían ellos”.

Según lo explicado, el problema del pozo original se habría producido porque se cayó la bomba en su interior y por un defecto de la geología, no por impericia operativa o error de cálculo. Parece increíble que el mismo titular del Ipvydu culpabilice a los adjudicatarios de la situación y reconozca además que él suele inaugurar barrios bajo presión y no cuando está toda la infraestructura funcionando a pleno.

Esta realidad refleja que no se toman las previsiones del caso para evitar problemas futuros. Se trata de que los moradores no comiencen a morder la frustración a poco de haberse instalado en el hogar propio, luego de haber soñado tanto tiempo con tenerlo. Sería interesante que los funcionarios vivieran una semana o diez días en barrios con estas carencias elementales que hacen además a la dignidad humana, y que les digan que en 20 días podrían tener una solución cuando se perfore otro pozo. Tal vez sintiendo en carne propia la frustración de no contar con agua para beber, higienizarse, cocinar o lavar la ropa, tomen conciencia de este drama cotidiano y no entreguen un barrio si no está en condiciones de ser habitado.

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