Trasladarán a una “superbanda” para esclarecer un asalto

Trasladarán a una “superbanda” para esclarecer un asalto

El grupo de ladrones actuaba disfrazado de gendarmes y estaría involucrado con el asalto al jefe del Correo Argentino de La Madrid.

15 Enero 2014
Cuando la actividad judicial regrese a la normalidad (durante enero está de Feria), uno de los hechos delictivos que se comenzaría a esclarecer es el ocurrido el 5 de septiembre del año pasado, cuando una banda delictiva se alzó con un botín de $ 300.000 tras asaltar al jefe del Correo Argentino de La Madrid, en la ruta 308, a un kilómetro del empalme con la ruta nacional 157, en La Madrid.

La supuesta megabanda que cometió ese robo fue desarticulada en la provincia del Chaco, en diciembre pasado, y todos sus integrantes están tras las rejas, informaron fuentes policiales.

En diciembre pasado, el juez de Instrucción del Centro Judicial Concepción, Raúl Fermoselle, envió un exhorto (por requerimiento del fiscal Fabián Rojas) a la Justicia chaqueña para el traslado de los detenidos a Tucumán y realizar una serie de medidas judiciales tendientes a que la víctima reconozca a los autores del asalto.

Por tal motivo, el jefe de Policía, Dante Bustamante ya dispuso. para mayor seguridad del traslado, enviar a Chaco a un contingente de policías tucumanos para buscar a los ladrones. “Viajarán efectivos del Grupo CERO, dos ‘combis’, dos móviles de la Dirección General de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos y un total de 20 policías”, señaló el comisario Luis Nuñez.

El hecho ocurrió alrededor de las 10 cuando cuatros sujetos con uniformes de Gendarmería Nacional, y simulando un control de ruta, abordaron con armas de grueso calibre al jefe del Correo Argentino de La Madrid, Miguel Ángel Jerez. El hombre se dirigía a ese pueblo en su camioneta Duster con el dinero que había retirado del Banco Nación (sucursal de Alberdi).

En el trayecto lo acompañaban su esposa, una nieta y un efectivo policial. Por detrás lo seguía otro agente de policía que se movilizaba en una camioneta Chevrolet.

Todos fueron reducidos en menos de cinco minutos, despojados del dinero y otras pertenencias personales. Después fueron dejados, en medio de un monte, maniatados y en sus respectivos vehículos.

“Dame la plata”, fue la orden terminante que le lanzó al jefe de correo el delincuente que lo abordó con una ametralladora. El hombre tenía una tonada porteña, pero las víctimas advirtieron que por lo menos dos de los cuatro delincuentes, parecían del litoral. “Está claro que los desconocidos tenían datos. Por eso el círculo de cómplices no puede ser muy amplio” dijo en su momento el fiscal Rojas.

Esta megabanda venía realizando asaltos desde principios del año pasado. El golpe más fuerte lo dieron el 8 de mayo cuando se quedaron con un millón de pesos tras robar un camión de caudales, en Chaco.

Al parecer, y por la información que brindan las crónicas policiales del Diario Norte, son nueve los integrantes de la banda que fueron detenidos. Omar “El Gordo” Monzón es el cerebro del grupo delictivo. Además hay cuatro bonaerenses, y cuatro chaqueños, dos de ellos policías en actividad.

El fin

En plena siesta de los primeros días de noviembre del año pasado, investigadores policiales de la ciudad chaqueña de Castelli ingresaron a la zona conocida como paraje Campo Bedogni, a 30 kilómetros de Castelli, en el domicilio de un familiar del efectivo involucrado en el hecho.

Este paraje fue cercado por los uniformados, ya que contaban con el dato preciso de que allí permanecían los miembros de esta peligrosa banda. En el lugar, secuestraron seis pistolas de grueso calibre con municiones correspondientes a las mismas, como así también una pistola ametralladora calibre nueve milímetros de gran poder de fuego, equipos de telefonía celular, nueve pasamontañas, pelucas, indumentaria, entre otros elementos.

Modus operandi

Cada integrante de la banda tenía destinada una función. Monzón era quien planificaba los asaltos en las rutas. Usaban como “camuflaje” la vestimenta de diferentes fuerzas de seguridad nacional o provincial y también de empresas de seguridad privada. Luego de cada robo se refugiaban en el campo de Castelli por un tiempo.

El raid delictivo llegó al fin y ahora será hora de pagar cuentas en diferentes estrados judiciales, entre ellos los de Tucumán.

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