14 Enero 2014
LIMA-SANTIAGO.- A medida que se acerca la fecha en la que la Corte Internacional de La Haya dará a conocer su fallo en una disputa sobre la frontera marítima entre Chile y Perú, se acrecienta el clima de expectativa y tensión en ambos países. El principal órgano judicial de las Naciones Unidas emitirá su pronunciamiento el 27 de enero, en una audiencia pública. En esa sesión, el presidente de la Corte, Peter Tomka, leerá la sentencia, que tendrá carácter “vinculante e inapelable” para las partes en disputa.
Los gobiernos, partidos y sectores sociales de uno y otro lado de la frontera están pendientes de la definición, en medio de especulaciones y de supuestos trascendidos.
Perú demandó a Chile en 2008 ante la Corte con el fin de establecer el límite marítimo en una línea equidistante a las costas de ambos países, lo que le daría unos 35.000 kilómetros cuadrados de mar que ahora están bajo soberanía chilena. Para Chile, la delimitación marítima quedó establecida en los tratados suscritos en 1952 y 1954, acuerdos que para Perú sólo tienen carácter pesquero o de preservación de los recursos.
Chile mantiene que la Declaración de Santiago sobre Zona Marítima de 1952, así como el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, forman la base jurídica de su frontera marítima con Perú; mientras que el Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y de Arica fijó en 1929 el límite terrestre entre ambos países.
A juicio de Perú, esos acuerdos indicaron la “jurisdicción” marítima, pero no la soberanía sobre una zona de 200 millas a partir de la costa para ambos países.
Lima asegura que una división fronteriza basada en una línea equidistante a las costas es la única solución “equitativa” al litigio.
Ambas naciones tienen relaciones diplomáticas tensas desde la llamada Guerra del Pacífico de 1879, cuando Chile se enfrentó a una alianza entre Perú y Bolivia. El conflicto terminó a favor de los chilenos, que ocuparon parte del territorio del sur de Perú y cerraron el paso al mar de Bolivia.
Banderas
En estas últimas horas, la situación tomó un curso de mayor crispación cuando el dos veces ex presidente de Perú, Alan García, propuso que se embanderen las plazas públicas y viviendas el 27 de enero, cuando la Corte de La Haya emita su fallo. García, titular del opositor APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), planteó que para ese día, para que todos los peruanos puedan escuchar el veredicto, la jornada laboral comience a partir de las 11. Con tono triunfalista, el ex gobernante dijo que los peruanos deben tener “la confianza que se hará justicia al Perú”.
Aunque diversos sectores políticos peruanos consideran “inapropiada” esta iniciativa, el presidente Ollanta Humala hizo un llamado a la unidad nacional y dijo que espera que el fallo se ejecute de manera razonable y en un plazo breve.
Unidad
En Santiago, el Gobierno de Sebastián Piñera toma recaudos y tras sucesivas reuniones con ex presidentes, incluida su sucesora Michelle Bachellet (regresará a La Moneda en marzo), plantea esperar los resultados con tranquilidad.
Los partidos políticos chilenos prometieron actuar en conjunto. “Hemos decidido actuar con unidad y ponernos todos detrás del presidente, entendiendo que ésta es una tarea de Estado”, dijo el líder del Partido Radical, el senador opositor José Antonio Gómez, tras una reunión en La Moneda.
El ex canciller y senador demócrata cristiano Ignacio Walker, pidió esperar el fallo “con tranquilidad, con serenidad”. En esa misma perspectiva, el senador oficialista Hernán Larraín, de la conservadora Unión Demócrata Independiente, lamentó el clima que esta creándose a su juicio en el Perú. (DPA, Télam, Especial)
Los gobiernos, partidos y sectores sociales de uno y otro lado de la frontera están pendientes de la definición, en medio de especulaciones y de supuestos trascendidos.
Perú demandó a Chile en 2008 ante la Corte con el fin de establecer el límite marítimo en una línea equidistante a las costas de ambos países, lo que le daría unos 35.000 kilómetros cuadrados de mar que ahora están bajo soberanía chilena. Para Chile, la delimitación marítima quedó establecida en los tratados suscritos en 1952 y 1954, acuerdos que para Perú sólo tienen carácter pesquero o de preservación de los recursos.
Chile mantiene que la Declaración de Santiago sobre Zona Marítima de 1952, así como el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, forman la base jurídica de su frontera marítima con Perú; mientras que el Tratado y Protocolo Complementario para resolver la cuestión de Tacna y de Arica fijó en 1929 el límite terrestre entre ambos países.
A juicio de Perú, esos acuerdos indicaron la “jurisdicción” marítima, pero no la soberanía sobre una zona de 200 millas a partir de la costa para ambos países.
Lima asegura que una división fronteriza basada en una línea equidistante a las costas es la única solución “equitativa” al litigio.
Ambas naciones tienen relaciones diplomáticas tensas desde la llamada Guerra del Pacífico de 1879, cuando Chile se enfrentó a una alianza entre Perú y Bolivia. El conflicto terminó a favor de los chilenos, que ocuparon parte del territorio del sur de Perú y cerraron el paso al mar de Bolivia.
Banderas
En estas últimas horas, la situación tomó un curso de mayor crispación cuando el dos veces ex presidente de Perú, Alan García, propuso que se embanderen las plazas públicas y viviendas el 27 de enero, cuando la Corte de La Haya emita su fallo. García, titular del opositor APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), planteó que para ese día, para que todos los peruanos puedan escuchar el veredicto, la jornada laboral comience a partir de las 11. Con tono triunfalista, el ex gobernante dijo que los peruanos deben tener “la confianza que se hará justicia al Perú”.
Aunque diversos sectores políticos peruanos consideran “inapropiada” esta iniciativa, el presidente Ollanta Humala hizo un llamado a la unidad nacional y dijo que espera que el fallo se ejecute de manera razonable y en un plazo breve.
Unidad
En Santiago, el Gobierno de Sebastián Piñera toma recaudos y tras sucesivas reuniones con ex presidentes, incluida su sucesora Michelle Bachellet (regresará a La Moneda en marzo), plantea esperar los resultados con tranquilidad.
Los partidos políticos chilenos prometieron actuar en conjunto. “Hemos decidido actuar con unidad y ponernos todos detrás del presidente, entendiendo que ésta es una tarea de Estado”, dijo el líder del Partido Radical, el senador opositor José Antonio Gómez, tras una reunión en La Moneda.
El ex canciller y senador demócrata cristiano Ignacio Walker, pidió esperar el fallo “con tranquilidad, con serenidad”. En esa misma perspectiva, el senador oficialista Hernán Larraín, de la conservadora Unión Demócrata Independiente, lamentó el clima que esta creándose a su juicio en el Perú. (DPA, Télam, Especial)
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