Evoluciona el joven herido tras un asalto

Evoluciona el joven herido tras un asalto

Ariel Augusto Lludgar recibió un balazo que le perforó los pulmones y se alojó en el hígado

14 Enero 2014
“Por donde entró la bala hizo destrozos, no le tocó la médula ósea de milagro”. Estas palabras pertenecen a Gastón Carrillo, cuñado de Ariel Augusto Lludgar, quien en la tarde del viernes pasado fue víctima de un asalto y el ladrón lo hirió con un disparo que entró por el pulmón y se alojó en el hígado.

“Ya lo operaron y le extrajeron el proyectil; su estado es crítico, pero se encuentra estable. De las siete sondas que tenía sólo le queda una en el pulmón derecho”, comentó Carrillo. Todo comenzó el viernes 10, cuando Lludgar (oriundo de Santiago del Estero) salió a las 14 del call center donde trabaja. En un momento dado se da cuenta que una moto de mayor cilindrada lo seguía. “No quería ir hasta su casa, en Próspero Mena y avenida Roca, y se dirigió rumbo al destacamento Policial Sector Tres de la Guardia Urbana (Frías Silva y Campo de las Carreras)”, indicó su cuñado.

Los ladrones se habrían dado cuenta y lo alcanzaron. A unos 150 metros del destacamento le cruzaron la moto. Sin mediar palabra, el acompañante sacó un arma de fuego y le disparó. Lludgar cayó al suelo. “Llevate la moto, pero no me hagas nada”, le rogó.

El atacante bajó de la moto en que se trasladaba e intentó arrancar el rodado del joven. Esta situación alertó a los vecinos. El ladrón los apuntó a todos con un arma y les ordenó que no hagan nada, de acuerdo al relato que contó Carrillo. Pasaron unos minutos y apareció el cómplice, quien lo alzó y se alejaron del lugar. Lludgar fue asistido en un primer momento por una estudiante de medicina que vive en la zona. “Ella logró tapar con cinta las heridas en la espalda y el abdomen. Con esos primeros auxilios le salvó la vida a mi cuñado”, señaló Carrillo.

“Estoy muy agradecido de la gente del hospital y la atención que recibió (Llugdar), pero deja mucho que desear el accionar de la policía”, se quejó Carrillo, quien presta funciones como oficial en la Policía santiagueña. “Hasta hoy no logro que pasen las actuaciones a la Fiscalía de Feria y que me devuelvan la moto”, agregó.

Se quedará

La víctima vive en Tucumán desde hace cuatro años y aparte de trabajar en un call center, estudia Ingeniería en Computación.

Los Lludgar son una familia muy creyente y Carrillo no dudó en decir: “la recuperación de Ariel se basa en Dios”. Por último comentó que el joven, cuando se recupere, va a seguir viviendo aquí y terminará su carrera.

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