Cerisola mete mano en la junta electoral

A menos de tres meses de que inicie el proceso electoral de renovación total de autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el rector, Juan Alberto Cerisola, le rescindió unilateralmente el contrato al histórico secretario de la junta electoral de la UNT, Darío Seu.

En junio del año pasado, Cerisola y el subsecretario de Política Administrativa y Gestión, Miguel Carletti -por entonces presidente del órgano fiscalizador de los comicios en la casa de Juan B. Terán-, habían contratado a Seu, que acababa de culminar los trámites de su jubilación. El vínculo se vencía el próximo 30 de junio; es decir, un mes después de que el nuevo rector fuera consagrado. Durante el período poselectoral la junta realiza tareas administrativas, como estadísticas.

Para avanzar con el contrato las autoridades habían argüido que Seu ofrecía garantías a la hora de controlar un proceso comicial como el que se desarrollará desde abril, que hasta el momento presenta cuatro candidatos a rector: la vicerrectora, Alicia Bardón -bendecida por Cerisola-; los decanos de Arquitectura, Eduardo Coletti -avalado por el diputado Luis Sacca-, y de Medicina, Mateo Martínez, y el referente del espacio de debate Otra UNT es posible Eduardo Ruiz Pesce.

Carrera

En efecto, Seu viene desempeñándose como secretario de la junta electoral, de manera ininterrumpida, desde la primera gestión de Rodolfo Campero al frente de la UNT (1986-1990). En la votación que consagró a este primer rector electo tras la dictadura -desde 1983 hasta esa elección habían conducido la UNT gestiones normalizadoras-, Seu había trabajado como empleado administrativo. Esa labor le valió que fuera propuesto para ocupar la Secretaría de la junta electoral, cuando durante el Rectorado de Campero se decidió que ese cuerpo funcione en forma permanente.

El pasado lunes 6, cinco días después de haber cumplido 72 años, Seu recibió una carta documento, firmada por el titular de la Dirección de Personal de la UNT, Carlos Acosta. “Me dirijo a usted a fin de informarle que de acuerdo con lo previsto en la cláusula sexta del contrato N° 2.116-13 (...) se ha decidido prescindir de sus servicios a partir del 1 de febrero”. La cláusula a la que refiere la carta advertía: “la universidad (entidad que adopta Cerisola en el contrato) se reserva el derecho de rescindir el presente contrato, con expresión de causa o sin ella, dando al contratado (Seu) un preaviso de 30 días”.

Si bien el rector no estaba obligado legalmente a explicar el motivo por el que cancelaba el contrato, llamó la atención la rescisión unilateral, debido a que no mediaban razones objetivas. LA GACETA se comunicó con el coordinador del gabinete rectoral, José Hugo Saab, para saber si alguna autoridad de la casa de Juan B. Terán hablaría sobre este hecho. El funcionario respondió que no.

Especulaciones

El silencio alimentó las especulaciones. En la última sesión del año del Consejo Superior -el miércoles 18 del mes pasado-, el saquismo propinó al cerisolismo una dura derrota: impuso la totalidad de los vocales de la nueva junta electoral -el mandato de los anteriores, entre ellos, Carletti, había caducado el 14 de ese mes. El secretario es la única figura permanente en ese cuerpo de control comicial. Seu no se encuentra encolumnado tras ningún “rectorable”.

Según versiones oídas por dependencias de la UNT, el cargo que deja libre Seu tras alrededor de un cuarto de siglo será ocupado por Luis Oscar Monti, un empleado no docente que se desempeña en el ámbito del Rectorado, y que ingresó a la UNT en octubre del año pasado.