13 Enero 2014
Los vecinos están seguros que vieron a la camioneta circular por la zona los días previos al asalto. Por eso, creen que “marcaron” la vivienda. El sábado a la siesta, una familia de Famaillá que posee un local “Rapipago” fue víctima de tres ladrones, que se llevaron dinero y golpearon a varios de sus integrantes.
Vanesa Barrionuevo, la dueña del local, contó que a las 15.50 estaban soldando una puerta de su vivienda, cuando tres ladrones golpearon al soldador y a un ayudante. “Los obligaron a entrar a la casa. Hacia adelante está el negocio, y en ese momento estaba mi mamá con mi hijo de cinco años guardando la recaudación de la mañana”, comentó la comerciante.
Los ladrones, de acuerdo al relato de Barrionuevo, ataron a Juana (la madre de la denunciante) con un pañuelo. Tomaron el dinero que estaba en una caja fuerte, mientras el soldador y su ayudante habían sido obligados a permanecer arrodillados a un costado, luego de darles una paliza.
“A mi hijo lo encerraron en un placard”, contó Barrionuevo. Los asaltantes fueron hasta otra de las habitaciones en la que estaba Franco Barrionuevo, de 18 años, hermano de la dueña del local. El muchacho también fue agredido y lo ataron con un alambre que trajeron del patio.
Esa maniobra fue advertida por Jesús, esposo de Barrionuevo, que estaba en la terraza. Cuando bajó, los ladrones se estaban yendo. “Desató a mi hermano y salieron atrás de ellos. Dos se escapaban en una moto, pero como no la lograron hacer arrancar se subieron a una camioneta Eco Sport blanca. Antes hicieron disparos”, aseguró la comerciante.
Los asaltantes se llevaron $118.600, pero la motocicleta quedó tirada en la calle. La vivienda de Barrionuevo queda en Laprida 282, a una cuadra de la comisaría de Famaillá y de la plaza principal de esa ciudad.
Los vecinos relataron que la camioneta había pasado varias veces por el lugar en los últimos dos días, por lo que los investigadores creen que estuvieron estudiando los movimientos del local. Fuentes policiales afirmaron que habrían identificado a tres sospechosos, y que sería clave la moto que dejaron en su huida.
Vanesa Barrionuevo, la dueña del local, contó que a las 15.50 estaban soldando una puerta de su vivienda, cuando tres ladrones golpearon al soldador y a un ayudante. “Los obligaron a entrar a la casa. Hacia adelante está el negocio, y en ese momento estaba mi mamá con mi hijo de cinco años guardando la recaudación de la mañana”, comentó la comerciante.
Los ladrones, de acuerdo al relato de Barrionuevo, ataron a Juana (la madre de la denunciante) con un pañuelo. Tomaron el dinero que estaba en una caja fuerte, mientras el soldador y su ayudante habían sido obligados a permanecer arrodillados a un costado, luego de darles una paliza.
“A mi hijo lo encerraron en un placard”, contó Barrionuevo. Los asaltantes fueron hasta otra de las habitaciones en la que estaba Franco Barrionuevo, de 18 años, hermano de la dueña del local. El muchacho también fue agredido y lo ataron con un alambre que trajeron del patio.
Esa maniobra fue advertida por Jesús, esposo de Barrionuevo, que estaba en la terraza. Cuando bajó, los ladrones se estaban yendo. “Desató a mi hermano y salieron atrás de ellos. Dos se escapaban en una moto, pero como no la lograron hacer arrancar se subieron a una camioneta Eco Sport blanca. Antes hicieron disparos”, aseguró la comerciante.
Los asaltantes se llevaron $118.600, pero la motocicleta quedó tirada en la calle. La vivienda de Barrionuevo queda en Laprida 282, a una cuadra de la comisaría de Famaillá y de la plaza principal de esa ciudad.
Los vecinos relataron que la camioneta había pasado varias veces por el lugar en los últimos dos días, por lo que los investigadores creen que estuvieron estudiando los movimientos del local. Fuentes policiales afirmaron que habrían identificado a tres sospechosos, y que sería clave la moto que dejaron en su huida.
Temas
Famaillá
Lo más popular