Por Tobías Fernández
10 Enero 2014
Las negociaciones no avanzaron, y tampoco hubo propuestas que encaminen el conflicto hacia una salida consensuada. Ayer terminó el plazo que los vendedores ambulantes del centro le habían dado al Gobierno para definir un lugar de reubicación. Durante tres días, no hubo puesteros en las peatonales.
Los comerciantes afirmaron que durante las jornadas de tregua, los clientes se mostraron mejor predispuestos para comprar. Los transeúntes señalaron que el tránsito peatonal fue más cómodo.
Sin embargo, lo que no mejoró fue el ánimo de los vendedores callejeros. En el acuerdo que firmaron en noviembre de 2013, los cuentapropistas se comprometieron a salir del centro el 7 de enero y el Gobierno prometió gestionar un local céntrico para reubicarlos. Pero esto no ocurrió. Se habló cuanto menos de tres predios cerrados, localizados en el centro. Pero ninguna propuesta prosperó.
La decisión del Gobierno, de mantener los controles para erradicar la venta ambulante demuestra la intención de cumplir con el fallo judicial que ordenó la erradicación de puesteros del centro.
Sin embargo, faltaron gestión y acción para atender el reclamo de un sector que requiere soluciones integrales: respuestas que le permitan salir de una actividad que se ejerce en un marco irregular.
El camino del consenso requiere de paciencia y de comprensión, para resolver un conflicto que, con los años, se complicó.
Los comerciantes afirmaron que durante las jornadas de tregua, los clientes se mostraron mejor predispuestos para comprar. Los transeúntes señalaron que el tránsito peatonal fue más cómodo.
Sin embargo, lo que no mejoró fue el ánimo de los vendedores callejeros. En el acuerdo que firmaron en noviembre de 2013, los cuentapropistas se comprometieron a salir del centro el 7 de enero y el Gobierno prometió gestionar un local céntrico para reubicarlos. Pero esto no ocurrió. Se habló cuanto menos de tres predios cerrados, localizados en el centro. Pero ninguna propuesta prosperó.
La decisión del Gobierno, de mantener los controles para erradicar la venta ambulante demuestra la intención de cumplir con el fallo judicial que ordenó la erradicación de puesteros del centro.
Sin embargo, faltaron gestión y acción para atender el reclamo de un sector que requiere soluciones integrales: respuestas que le permitan salir de una actividad que se ejerce en un marco irregular.
El camino del consenso requiere de paciencia y de comprensión, para resolver un conflicto que, con los años, se complicó.
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