09 Enero 2014
EN POSE. Ignacio Marcio duda poder volver a Tucumán en poco tiempo. gentileza ignacio marcio-foto de gonzalo urueña
“A mí me gustan las mujeres, soy heterosexual y nunca antes había estado con un hombre. Intenté algo con él (Flavio Mendoza) y no funcionó; fue mi primer y único hombre hasta el momento”.
La confesión del tucumano Marcio Ignacio (ex bailarín de No Somos Santas) está atravesada por la incertidumbre y llega en un momento impensado, luego de haber tocado poco menos que el cielo. Su escandalosa separación de Mendoza lo dejó en la calle, con la ilusión de triunfar a nivel nacional con la que se fue de la provincia hace seis meses pendiendo de un delgado hilo.
En una entrevista con LA GACETA, el bailarín reconoció que hubo una infidelidad de por medio. “Reconozco que me manejé mal, estuve con una chica y ahí terminó todo. Pero él sabía que lo mío son las mujeres, y ya le pedí perdón. Le agradezco todo lo que hizo por mí; no quiero peleas ni enfrentamientos, pero me voy a defender y a contar mi verdad”, afirmó.
El artista fue desvinculado de Stravaganza, el espectáculo que diseñó, produce y protagoniza Mendoza en Carlos Paz. “Estoy tratando de resolver algunos problemas y rescindir el contrato como corresponde, porque una cosa era mi relación con Flavio y otra distinta, la cuestión laboral”, sostuvo.
- ¿Durante cuánto tiempo fueron pareja con Flavio?
- Habrán sido entre cuatro y cinco meses. Él vio videos de actuaciones mías y me llamó por unas audiciones para Stravaganza; cuando llegué a Buenos Aires, me encantó el espectáculo. Ahí me dio la posibilidad de sumarme y me dijo que yo le gustaba. A mí me interesaba laburar y estar en el grupo, y desde que me incorporé al elenco, convivimos.
- ¿Cómo era la relación entre ustedes?
- Él es divertido, copado, tiene toda la onda, pero yo lo veía como un amigo. Estaba enamorado de mí y yo no de él, y así se lo dije. Me pedía amor y yo no se lo podía dar; sí cariño de amigo. Hubo momentos problemáticos y de maltratos verbales hacia mí, por ejemplo cuando quise volver a Tucumán para las fiestas de fin de año.
- ¿Es una persona complicada?
- Intenté hablar muchas veces de nuestros problemas, pero no es fácil hacerlo; es medio cabrón y tiene mucha personalidad. La verdad es que la cosa ya venía mal y veía que no me iba a poder despegar fácilmente.
- ¿Tuviste algún problema en el elenco de Stravaganza?
- No, pero el domingo, Maxi Oliva, la mano derecha de Flavio, cuando fui al teatro para la función, me dijo que iba a traerme mis valijas y mi perro de la casa en la que vivíamos, me presionó para que renuncie y me amenazó con que estaba conteniendo gente que quería pegarme. El lunes le dije que no iba a firmar nada y ahora estamos viendo el caso con mi abogado.
- ¿Pensás que se puede solucionar pacíficamente tu relación con Mendoza?
- Ya le pedí disculpas y él está actuando mal, porque me ataca cuando no soy una persona pública. Tenía un arreglo, y me dejaron en la calle y me amenazaron con destruirme. Ahora estoy en un hotel y mi perro está en mi guardería; a futuro, pueden pasar muchas cosas, pero no sé si en este momento podría volver a Tucumán a caminar por sus calles.
La confesión del tucumano Marcio Ignacio (ex bailarín de No Somos Santas) está atravesada por la incertidumbre y llega en un momento impensado, luego de haber tocado poco menos que el cielo. Su escandalosa separación de Mendoza lo dejó en la calle, con la ilusión de triunfar a nivel nacional con la que se fue de la provincia hace seis meses pendiendo de un delgado hilo.
En una entrevista con LA GACETA, el bailarín reconoció que hubo una infidelidad de por medio. “Reconozco que me manejé mal, estuve con una chica y ahí terminó todo. Pero él sabía que lo mío son las mujeres, y ya le pedí perdón. Le agradezco todo lo que hizo por mí; no quiero peleas ni enfrentamientos, pero me voy a defender y a contar mi verdad”, afirmó.
El artista fue desvinculado de Stravaganza, el espectáculo que diseñó, produce y protagoniza Mendoza en Carlos Paz. “Estoy tratando de resolver algunos problemas y rescindir el contrato como corresponde, porque una cosa era mi relación con Flavio y otra distinta, la cuestión laboral”, sostuvo.
- ¿Durante cuánto tiempo fueron pareja con Flavio?
- Habrán sido entre cuatro y cinco meses. Él vio videos de actuaciones mías y me llamó por unas audiciones para Stravaganza; cuando llegué a Buenos Aires, me encantó el espectáculo. Ahí me dio la posibilidad de sumarme y me dijo que yo le gustaba. A mí me interesaba laburar y estar en el grupo, y desde que me incorporé al elenco, convivimos.
- ¿Cómo era la relación entre ustedes?
- Él es divertido, copado, tiene toda la onda, pero yo lo veía como un amigo. Estaba enamorado de mí y yo no de él, y así se lo dije. Me pedía amor y yo no se lo podía dar; sí cariño de amigo. Hubo momentos problemáticos y de maltratos verbales hacia mí, por ejemplo cuando quise volver a Tucumán para las fiestas de fin de año.
- ¿Es una persona complicada?
- Intenté hablar muchas veces de nuestros problemas, pero no es fácil hacerlo; es medio cabrón y tiene mucha personalidad. La verdad es que la cosa ya venía mal y veía que no me iba a poder despegar fácilmente.
- ¿Tuviste algún problema en el elenco de Stravaganza?
- No, pero el domingo, Maxi Oliva, la mano derecha de Flavio, cuando fui al teatro para la función, me dijo que iba a traerme mis valijas y mi perro de la casa en la que vivíamos, me presionó para que renuncie y me amenazó con que estaba conteniendo gente que quería pegarme. El lunes le dije que no iba a firmar nada y ahora estamos viendo el caso con mi abogado.
- ¿Pensás que se puede solucionar pacíficamente tu relación con Mendoza?
- Ya le pedí disculpas y él está actuando mal, porque me ataca cuando no soy una persona pública. Tenía un arreglo, y me dejaron en la calle y me amenazaron con destruirme. Ahora estoy en un hotel y mi perro está en mi guardería; a futuro, pueden pasar muchas cosas, pero no sé si en este momento podría volver a Tucumán a caminar por sus calles.
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