“En 2015 vuelvo a correr”

“En 2015 vuelvo a correr”

Apenas llegado a Tucumán, Miguel Reginato redobla apuesta: “quiero ganarle al Dakar”.

¡QUÉ SUFRIMIENTO! Miguel dijo haberse sentido “descompuesto por el dolor”. ¡QUÉ SUFRIMIENTO! Miguel dijo haberse sentido “descompuesto por el dolor”.
09 Enero 2014
Abandonó en San Juan el martes y allí nomás decidió el regreso a Tucumán, urgido por ver a su madre, que fue operada de la cadera. Hizo todo el camino de vuelta con una bolsa de hielo en una pierna y otra en el hombro, debido a los golpes que sufrió en las tres etapas que corrió. Pero aunque la situación del presente no es la mejor, igual Miguel Reginato levanta la vista y mira al futuro. Y lo afirma con una frase: “Que no haya dudas: en 2015 vuelvo a correr con el cuatriciclo. Quiero ganarle al Dakar. Esa es la verdad”.

- ¿Qué se siente haberse quedado otra vez afuera de la prueba?

- (se ríe) ¡Pero si ya estoy acostumbrado a esto! Qué le voy a hacer. Así son las carreras. Voy a volver porque quiero hacerlo.

- ¿Pero no lo acobardaron los golpes y las complicaciones mecánicas que tuvo esta vez?

- No, para nada. Pienso que esta vez tuve mucha mala suerte. Por ejemplo, hice el Desafío Ruta 40 y lo completé sin demasiados problemas. A este Dakar lo tomé con mucha seriedad. Pero los impoderables me complicaron todo. ¿Qué iba a suponer yo que, de manera sucesiva, se me cruce un perro, me complique en una duna cortada y cosas por el estilo?

- Pero esta vez hubo golpes duros, difíciles de asimilar...

- Y sí, pero todos sabemos que esto es muy peligroso. ¡Si hasta el cuatriciclo me pasó dos veces por encima! Eso sí, lo que me pasó fue minando su resistencia. Y hubo momentos en que el dolor me descompuso. Pero no abandoné por eso.

- ¿Y entonces por qué?

- Cuando había superado varias adversidades el martes, aún me faltaban algunos kilómetros por recorrer. Y se venía la noche. Y en frío en las alturas. No estaba bien físicamente, es cierto, pero el “cuatri” venía golpeado. Y exponerme a algo más serio, como perderme de noche en un lugar inhóspito, no era la mejor idea. Ya venía todo cruzado. ¿Para qué complicarlo todo?

- Además venía con la carga emocional de saber que su hijo, “Miguelito”, había abandonado...

- Sí, la verdad que lo que me venía pasando no querría que nunca le pase ni a él ni a Andrés, mi otro hijo. Fue tremendo. En el caso de “Miguelito”, la camioneta lo dejó a pie y estuvo bien que no sigan. Pienso que para el futuro hay que reforzarle los diferenciales y los homocinéticos. Tendré que estudiar bien eso.

- ¿Le afectan los comentarios negativos de la gente sobre su actuación?

- No hay problemas, hay libertad para decir que lo todos quieran. Hago lo que me gusta y pongo todo de mí en esto. No siempre los resultados van a ser los mejores. Voy a insistir y pienso hacer un trabajo previo más riguroso aún.

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